Tanto en el cine como en la televisión germana han aparecido una serie de películas sobre el fiscal general Fritz Bauer. La biógrafa de Bauer, Irmtrud Wojak, analiza cuáles de estos títulos se acercan más a la realidad histórica y por qué en este momento surge un interés creciente en su figura.
© Irmtrud Wojak
Fritz Bauer había caído en una suerte de olvido por muchos años. Después del documental de Ilona Ziok (“Tod auf Raten/Muerte a plazo”) ahora existen varias ficciones sobre él. ¿Cómo se explica este repentino interés en Bauer?
Esto tiene distintos motivos, Fritz Bauer vive un “boom” en el marco de un cambio generacional. Una generación que se atribuye haber podido “manejar” o superar el pasado y que se encuentra al final de su carrera profesional. Ahí se entiende que se saquen cuentas alegres y se celebren los éxitos logrados. La otra faz del olvido en la que se encontraban la vida y obra de Bauer desde hace décadas, es una cultura nacional de la memoria que ha surgido entre nosotros. Ahora Fritz Bauer deber ser incorporado en la historia de éxito de la Alemania Federal. Por lo cual fue odiado por muchos, por no decir por la gran mayoría; los procesos de Auschwitz, los procesos contra la “eutanasia” de los nacional socialistas, y que le diera a Israel la ubicación de Adolf Eichmann, además de las investigaciones que realizó contra sus propios colegas, los juristas, ahora todo eso es colocado como un saldo positivo. Del milagro económico al “milagro de superación del pasado”…, así tildó recientemente esta evolución el periodista y autor de Bremen Kurt Nelhiebel. En otras palabras: “¡Lo hemos logrado!”. Suena muy simple y lo es, pero lamentablemente no es realista en términos históricos ni como reacción a los desafíos de la sociedad actual. El rol de Fritz Bauer no es adecuado para reemplazar un saber fundamentado en hechos empíricos por declaraciones morales patéticas.
¿Se hace justicia a la figura de Bauer en los filmes “Laberinto de mentiras” (que llega a los cines chilenos en noviembre) y “El estado contra Fritz Bauer”?
El fiscal general Dr. Fritz Bauer es estilizado como una curiosa figura heroica. Ambos filmes no pretenden representar la verdad histórica. En la primera, Fritz Bauer es una especie de gurú que intenta manejar las cosas desde un segundo plano, mientras que el (duro) trabajo jurídico en realidad lo hacen otros. En El estado contra Fritz Bauer es una caricatura de sí mismo, se lo presenta como el “judío marica” y “cazador de nazis”, un héroe en medio del estado reaccionario de Adenauer. Laberinto de mentiras emociona hasta las lágrimas, pero no tiene nada que ver con Bauer. El estado contra Fritz Bauer revive los antiguos prejuicios nazis: el que Bauer supuestamente era homosexual, judío y un traidor a su partido, los socialdemócratas, que solo regresó para vengarse de los alemanes y que no pensaba en nada más. Hoy todos deberían saber que eso no es cierto. Si realmente todo el mundo lo sabe, es harina de otro costal, como lo prueba la película.
¿Cómo se entiende hoy el rol de Bauer en la historia de la Alemania Federal? ¿Ha cambiado esa comprensión desde los años ’60?
Que Bauer fue una figura decisiva en la historia de Alemania Federal, eso sí es reconocido, aunque no aparezca en los textos escolares. En la constelación política y social actual, en la que la historia vuelve a salir a flote, va a tener que esperar un tiempo hasta que su obra obtenga la comprensión necesaria. Los pocos coetáneos que reconocieron su rol abiertamente positivo en los años ’60, ya sabían que mucho más tarde entraría a la memoria nacional. Similar a lo que acontece con Martin Luther King en Selma, algún día se le levantará un memorial que se acerque a sus logros y significación. Nos mostró un camino hacia la libertad en la medida que recorrió su propio camino. La película de Ilona Ziok marcó el comienzo para aclarar esto. Hasta hoy, Bauer no ha encontrado tantos seguidores como un King o un Nelson Mandela. Pero dijo y escribió mucho que va en el mismo sentido y fue un luchador por los derechos humanos. Solo que la Resistencia no es algo que esté escrito con grandes caracteres en la historia alemana. ¿Ha cambiado eso desde los años ’60? Tal vez en pequeños pasos y en la medida de eso se ha ido transformando la comprensión del rol de Bauer.
La película de Christian Petzold “Ave Fénix”, que llegó recientemente a las pantallas chilenas, está dedicada a Fritz Bauer. ¿Qué elementos de la película tienen que ver con la acción de Bauer?
Yo diría que son dos elementos: por un lado, la película no confunde la realidad con nuestra realidad. La película tiene una acción, un guión al que se atiene, y no pretende escribir la Historia. Justamente por eso contribuye de una forma positiva a la lectura de nuestra historia. Y lo que resalta especialmente esta película: sobrevivir significa resistir y no renunciar a la propia identidad. Eso tiene mucho que ver con Fritz Bauer. No se vio a sí mismo como víctima, aunque sabía que había sido perseguido y que era marginado incluso después de 1945. Pero siguió su camino, por más que fuera traicionado, como la sobreviviente de Ave Fénix. Es un filme valiente, y eso tiene mucho que ver con Fritz Bauer.
PD Dr. Irmtrud Wojak es historiadora y curadora de exposiciones, además de biógrafa de Fritz Bauer y directora de la fundación sin fines de lucro Buxus Stiftung GmbH.