No es la primera vez que existe una película sobre el cantante Dean Reed. Pero el director Miguel Ángel Vidaurre indaga con mayor profundidad acerca de lo que Chile significó en la vida de esta estrella norteamericana.
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Después de ganar varios premios en la fase de
work in progress, la película
Gringo Rojo de Miguel Ángel Vidaurre por fin se estrena en Chile. Se trata de un documental sobre el cantante norteamericano Dean Reed, quien pasó de ser un ídolo juvenil de música ligera de los años 60 a un ícono de la campaña de Salvador Allende en 1970, y que luego pasó el resto de su vida en la ex RDA, donde se casó, tuvo hijos, y finalmente murió de manera misteriosa. Relata cómo el oriundo de Denver, con la misma facha de cowboy de un spot de Marlboro, fue capaz de hacer una película sobre Víctor Jara y protagonizarla detrás de la cortina de hierro. Y que hizo de los ideales de la solidaridad una bandera para defender la resistencia a la dictadura en Chile e incluso venir ilegalmente a Chile en 1983.
Un eslabón importante en todo esto es una película perdida, titulada
Dean Reed, que José Román realizó por encargo de los talleres de cine de la CUT. Mostraba al cantante en la campaña electoral de Allende en 1970. La película se estrenó en el Festival de Leipzig en 1971, y Reed en persona asistió al estreno, cantó en el teatro y pasó en pocos minutos a ser un ídolo. En la fiesta de inauguración del festival una profesora alemana llamada Wiebke se lo rapta y se lo lleva a su casa a bordo de un Trabant. Wiebke pasará a ser su primera esposa y la ex RDA su hogar hasta el final de sus días.
Es uno de esos casos en que la realidad supera la ficción. Y su atractiva biografía ya fue analizada en una película alemana,
El Elvis Rojo/Der rote Elvis (2006/2007), de Leopold Grün, que se estrenó con mucho éxito en la Berlinale. Revisa el ascenso y caída de esta figura que fue idolatrada en el mundo comunista, mientras era virtualmente ignorado en occidente. Muestra su compromiso social y político con las figuras de su época, desde Allende hasta Miguel Ortega y Yassir Arafat, y su meteórica carrera para convertirse en el paladín de la solidaridad contra el imperialismo. Pero también ahonda en sus últimos años, que concluyen tristemente en 1986, cuando lo encuentran flotando sin vida en un lago cerca de Berlín Oriental. Este documental deja un velo de duda sobre su muerte no aclarada totalmente.
Pero ahora Miguel Ángel Vidaurre despliega su estilo muy personal y particular para mirar a Dean Reed desde un ángulo que
El Elvis Rojo solo rozaba. ¿Quién era este gringo? ¿Qué vino a hacer acá? ¿Cómo fue que terminó siendo un ídolo de izquierda en medio de la guerra fría? Y sobre todo: ¿qué gatilló Chile dentro de Dean Reed para dar este giro?
El resultado es una película entretenida y sorprendente. Es también una revisión de la historia reciente de Chile. Parte con un tono socarrón y curioso para mirar a Dean Reed, que va aumentando en empatía con el personaje. El montaje aporta agilidad y cuotas de ironía para comentar la carrera de Dean Reed, hasta el trágico epílogo, con el poético texto de Pedro Lemebel de 2006. Una ventana hacia un mundo desconocido y que vale la pena conocer.