Gabriela Adamo
Ejemplo de políticas culturales inteligentes y generosas
Mi primer contacto con el Instituto Goethe fue a través de su maravillosa biblioteca: pequeña, amable, moderna en su diseño y llena de libros… ¡en alemán!
Luego como público de diversas actividades y por fin en colaboraciones profesionales siempre enriquecedoras. A lo largo de los últimos 15 años trabajamos mucho para tender puentes entre la literatura alemana y la argentina. Invitamos a editores de ambos países, apoyamos traductores, reseñamos libros, pesquisamos traducciones, organizamos talleres, pensamos debates, propusimos viajes a la Feria de Frankfurt y a otros centros literarios, contactamos autores y mucho, mucho más. Por supuesto, el apoyo financiero del Goethe fue fundamental, pero lo más importante fue siempre el trabajo en conjunto con personas inteligentes, creativas, entusiastas y confiables. Las personas que, al fin y al cabo, convirtieron al Instituto en lo que es hoy: un símbolo de la cultura alemana, desde ya, pero también un ejemplo de lo que pueden ser las políticas culturales más inteligentes y generosas de la actualidad.
Agradezco de corazón por lo hecho y espero que haya muchos otros proyectos en los que todos podamos seguir aprendiendo. ¡Felicidades!