Novelas y cuentos
Claudia Peña Claros
Foto: © Verónica Mendizábal López
De Claudia Peña Claros
Claudia Peña Claros, nacida en Santa Cruz de la Sierra, es poeta, cuentista y ensayista. Publicó los libros de cuentos El evangelio según Paulina (2003) y Que mamá no nos vea (2005); los poemarios Inútil ardor (2006) y Con el cielo a mis espaldas (2007); además de la novela La furia del río (2010). El año 2016 ganó el Concurso Nacional de Cuento Franz Tamayo. Su obra ha sido incluida en varias antologías, entre ellas la Antología del Cuento Boliviano, de la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia. Su última publicación es la colección de cuentos Los Árboles (El Cuervo, 2019)
Podría ser muchas, pero la escritura me define desde siempre. Soy una mujer que escribe, entonces, más allá de cualquier circunstancia y aunque esa circunstancia tome años de mi vida. Desde joven pensé que al llegar a esta edad podría dedicarme a escribir. Entre tanto mi vida dio mil vueltas, tuve hijos, viví en distintos lugares, hice muchas cosas diferentes, y ahora llego a esta edad y resulta que eso es justo lo que hago: escribir. Tengo ese privilegio, de que la claudia joven y la claudia de ahora podemos mirarnos a los ojos, por lo menos en ese sentido.
¿Te sientes parte de algún movimiento generacional en Bolivia?
No me siento parte de ninguna generación. Sí me siento muy hija de mi tiempo, lo cual implica no solo la historia reciente boliviana sino también la lucha feminista regional, y me siento parte de un lugar de reflexión colectiva y de conversación literaria aquí en La Paz, impulsado por los poetas Mónica Velásquez y Fernando Van de Wyngard.
¿Cómo enfrentas los diferentes géneros literarios en tu práctica de escritora?
Hace muchos años que no hago poesía, me parece el género más difícil y más absorbente. Estos últimos tres años estoy enfrascada en los cuentos, que es lo que más me gusta, por su detalle y la inmensidad de lo que puede abarcar. Hace algunos años transité por la novela, en un proyecto que me llevó unos siete años y que fue un periodo de muchos descubrimientos. No me preocupan mucho los géneros, creo que eso se define en otra parte, que no es la de la racionalidad. Ahora me interesa ante todo el cuento y siento que he logrado auto formarme al respecto, lo que quiere decir no solo conocimiento sino también auto disciplina.