Un año complejo para el fomento al cine alemán

2014 no tuvo un comienzo fácil para el mundo cinematográfico en Alemania. En octubre de 2013, la Odeon & UCI Cinemas Group, gran empresa multinacional de cines -con más que 200 salas solo en Alemania- presentó una demanda contra el “Filmförderungsgesetz” (Ley de fondo de fomento para la producción cinematográfica) del país.
 

Die Andere Heimat © ERF/ Christian Lüdeke
Según esta ley, cada empresa que lucra en el rubro del cine está obligada a entregar entre 1,8% y 3 % de su volumen de ventas anual al fondo de fomento estatal de cine. En la demanda presentada, la Odeon & UCI argumentó que, dado que casi no muestran ni ganan nada con películas alemanas sino que sus ingresos provienen mayormente de los blockbusters estadounidenses, no sería justo financiar de antemano algo que no les sirve después. Tanto los directores y productores cómo periodistas y políticos manifestaron su preocupación y temieron graves consecuencias por este debate.

Sin embargo, en abril de 2014 el Tribunal Constitucional de la República Federal decidió que no habrá cambios a la ley y fortaleció el fondo de fomento. Además consideró que el aporte de las empresas para el cine alemán es indispensable.

Pese a todo esto, el sistema de fomento al cine en Alemania requiere renovación. Por un lado, los pequeños órganos de apoyo del sector cultural tienen medios bastante limitados pero son claves para el cine independiente. Pero las instituciones más grandes, que también trabajan con dineros públicos (el 75% proviene de impuestos) operan como empresas y quieren participar en la cadena de valor. Así prefieren invertir su dinero en producciones más grandes como Cloud Atlas o Anonymous, que ya tienen un presupuesto de gran magnitud al estilo Hollywood, porque les resulta más rentable.

Pero la idea detrás del fondo de fomento, que surgió a partir del manifiesto de Oberhausen de 1962 y por lo tanto es parte de la herencia del Nuevo Cine Alemán, es apoyar un cine joven, un cine más experimental y novedoso, y por lo tanto abrir posibilidades para artistas jóvenes o menos comerciales. Si bien las grandes producciones mencionadas son películas de calidad y alta entretención, lo que pretende el fomento es apoyar algo aún no visto, que no podría sobrevivir por sí mismo, pero que contribuye a llevar más allá las fronteras del cine. Un buen ejemplo de ello es Die andere Heimat/ La otra patria de Edgar Reitz, la gran ganadora de todos los galardones relevantes del cine alemán 2014 (Premio de Oro a la mejor película, mejor director, mejor guión, además de los galardones de la crítica y de la distribución independiente).