Causó sensación desde su estreno en la Berlinale 2015, se llevó un merecido Oso de Plata por la mejor cámara, y ahora arrasó en los Premios del Cine Alemán, donde había tenido 7 nominaciones.
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Finalmente triunfó en seis categorías, incluyendo Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor y Mejor Actriz, además de Mejor Cámara y Mejor Banda Sonora.
Se trata de
Victoria, la cuarta película de Sebastian Schipper, quien también es actor (
Drei/ Tres, de Tom Tykwer). La crítica alemana define esta película como una pequeña sensación, porque logra una tensión y una frescura que no se veía hace tiempo. La historia es simple: se centra en una joven española, llamada Victoria, desde que está bailando en un club de Berlín, donde conoce a un grupo de jóvenes y se deja arrastrar con ellos a una aventura nocturna. La osadía del filme está en el “como”: son 140 minutos filmados en una sola toma, sin cortes, y por lo tanto con acciones que se viven en tiempo real.
No es la primera vez que alguien decide recurrir a este recurso. Conocemos ejemplos previos, como
La soga de Hitchcock,
El arca rusa de Alexander Sokurov, y por supuesto,
Sábado de Matías Bize, que dicho sea de paso, fue ampliamente mostrada en cines alemanes años atrás. Pero en este caso, se da la feliz coincidencia de varios factores simultáneos: un guión notable, actuaciones de primer nivel y una manera inteligente de contar esta historia.
Si se le abrió el apetito por ver esta película, muy pronto llegará a Chile como representante de Alemania en la competencia internacional de SANFIC. Ojalá que a fines de agosto pueda sumar un galardón chileno a su brillante trayectoria. Mientras tanto, ya se considera que esta película está escribiendo un capítulo importante en la historia del cine alemán.