Tres películas chilenas fueron premiadas en la Berlinale 2016, mientras el cortometraje animado “Historia de un Oso” consiguió el primer Oscar para Chile. Un verano de osos.
Foto: Gentileza Pro Chile / Fotógrafo: Pablo Ocqueteau
Hace casi dos años estuve con mi hijo pequeño en el estreno de
Historia de un Oso en el Festival Chilemonos en Santiago. Fue una experiencia inolvidable, y desde entonces mi retoño y yo le estuvimos siguiendo la pista a esta pequeña joya del cine animado. Esta semana finalmente ganó el primer Oscar para Chile. En Santiago seguimos la premiación con mucha esperanza y alegría, y también con la emoción de que esta potente historia encuentre por fin un reconocimiento como el Oscar. Gabriel Osorio y su equipo de la productora Punkrobot crearon una fábula sobre el dolor del exilio y la redención. Se basaron en la historia del abuelo de Gabriel, usaron una estética de los juguetes de latón de antaño, una banda sonora al estilo de las cajas de música y metieron una historia dentro de la historia, todo logrado a la perfección. El resultado es una narración de mucha ternura, que toca el alma y que resulta difícil de olvidar.
Lo mejor es que detrás de esta
Historia de un Oso hay una larga historia de creatividad y esfuerzo, que no es aislada. Chile tiene una pujante industria de la animación, y varios otros estudios ya están haciendo proyectos a nivel latinoamericano. Animachi, la Asociación Chilena de Animación, ya tiene 17 empresas y 10 profesionales independientes asociados; en 2010 solamente eran cinco empresas. Varias están logrando acuerdos para emisión en plataformas online como Netflix o canales internacionales como Cartoon Network. Además el Festival Chilemonos se ha convertido en el epicentro de estos encuentros entre la industria local y los contactos internacionales. Recientemente se anunció un acuerdo del festival con Cartoon Network para un concurso destinado a nuevas ideas y propuestas originales para su programación.
Pero hubo más historias de osos este verano: de las cuatro películas chilenas presentadas en la Berlinale 2016, tres trajeron osos a casa. Es el caso de
Rara, de Pepa San Martín, que ganó el Gran Premio de la sección Generation KPlus y tuvo enorme resonancia en el público joven que repletó las proyecciones de la película en la Berlinale.
Las Plantas, de Roberto Doveris, ganó el Gran Premio de la sección Generation 14Plus y una mención especial del jurado infantil. Mientras que en la sección Panorama
Nunca vas a estar solo de Alex Anwandter ganó el Premio Especial del Jurado en los Premios Teddy, que destaca a películas con temática LGTB. Curiosamente, los Premios Teddy del año pasado destacaron a tres películas chilenas, en las secciones de cortos (
San Cristóbal de Omar Zúñiga), largometrajes (
Nasty Baby, de Sebastián Silva) y documental (
El hombre nuevo, de Aldo Garay, una co-producción uruguaya-chilena). Todas estas películas aluden a temas tabú en Chile, tratadas con inteligencia y sutileza. Es interesante esta reiteración de los Premios Teddy para Chile: habla de las ganas de narrar en Chile acerca de lo reprimido, y de hacerlo con un lenguaje universal, y también habla de un espacio importante para estas películas en Berlín, más que en cualquier otro festival.
Para el cine chileno joven, febrero de 2016 estuvo plagado de historias de osos. ¡Felicitaciones a todos los ganadores!