Hof sin Heinz

La repentina partida de Heinz Badewitz deja un enorme vacío. Gran amigo del Goethe-Institut,  era el alma detrás del Festival de Hof y desde allí impulsó muchos talentos jóvenes.

Heinz Badewitz Copyright: Internationale Hofer Filmtage
Era el director de festival europeo que llevaba más años en el cargo. De hecho, en octubre de 2016 celebraría los 50 años del Festival de Hof, que nació como una muestra de cine de amigos y luego fue la plataforma que  impulsó a muchos talentos jóvenes y surgieron figuras que hoy son imprescindibles en el cine contemporáneo alemán. Pero el destino quiso otra cosa. Heinz Badewitz falleció repentinamente el 10 de marzo en Graz (Austria) durante un festival de cine donde buscaba nuevas películas. Tenía 74 años.

Nació en Hof, una pequeña ciudad bávara, en 1941 y estudió cine en München desde 1963. Dos años más tarde comenzó a trabajar como camarógrafo de animación, asistente de cámara, y luego realizó algunos cortos. En 1967 fundó el Festival de Hof, difundió el Nuevo Cine Alemán desde la mítica productora Filmverlag der Autoren también en el exterior, y desde 1977 fue el curador de la sección German Cinema de la Berlinale.

Hof era más bien un anti-festival, sin alfombra roja ni glamour. “No necesitamos estrellas, hacemos estrellas”, era uno de los lemas sus lemas. Heinz Badewitz, con su eterno corte de pelo a lo príncipe valiente y una amplia sonrisa, estaba detrás de todos los detalles, incluso tras bambalinas, pero siempre con el fin de dar un toque real y humano a todas las actividades del festival. Recibía igualmente a los más jóvenes que estrenaban sus obras como a los consagrados (la última vez que estuve en Hof, las estrellas fueron Mike Leigh y Olivier Assayas), y fue clave para impulsar las carreras de muchos talentos, como Christoph Schlingensief, Detlef Buck, Doris Dörrie, Tom Tykwer o Caroline Link, que fue voluntaria del festival por varios años antes de sus películas. Y antes de eso, preparó el camino para grandes como Herbert Achtenbusch y Werner Herzog.

Su sello estaba en todas partes. Sobre todo en los rituales de Hof, como el famoso partido de fútbol que cada año jugaban el staff del festival contra los realizadores (donde destacan Wim Wenders, Werner Herzog, Sönke Wortmann). Y el carrito de salchichas que se ubicaba frente al cine Central, y donde existía la regla no escrita de que cualquiera podía acercarse a hablar con cualquiera que departiera ahí. Recuerdo que aproveché la circunstancia para intentar invitar a Chile a Werner Herzog, de otra forma algo inalcanzable. Me dijo que esa semana de un festival en Santiago no podía venir, ya que era la última con marea baja en Surinam, donde preparaba un rodaje... Mi frustración de ese momento se desvaneció cuando vi el resultado de ese rodaje, The White Diamond, una maravilla cinematográfica.

Los orígenes del festival se remontan a que Heinz Badewitz quería mostrar sus cortos y no tenía dónde. En München era caro y difícil, pero como conocía al dueño de un cine de Hof, armó una muestra de dos horas y media en 1967. Al año siguiente, uno de sus cortos fue aceptado en Oberhausen. Era 1968, el año de un escándalo legendario por la película Besonders wertvoll de Hellmuth Costard, que fue censurada. Los cineastas más jóvenes decidieron retirar sus obras del festival en señal de protesta, y se sumaron al programa de Hof. Desde entonces se convirtió en una vitrina de nuevos talentos y películas de escuela, pero también lugar de estrenos para Alemania de producciones internacionales. Si bien en los últimos años ya no tenía la misma fuerza innovadora de antes, aun así seguía siendo un lugar privilegiado para descubrir a lo mejor del cine joven en Alemania.

Es muy difícil imaginarse Hof sin Heinz. Uno era casi el sinónimo del otro. Los que tuvimos el honor de conocerlo extrañaremos su sonrisa, su amabilidad a toda prueba, y sobre todo, su infinito amor por el cine, así a secas. En vida recibió muchas distinciones, incluso la Gran Medalla al Mérito del gobierno alemán en 2010, y dejó la vara muy alta para sus colaboradores, que seguirán adelante en Hof. El festival debe continuar. Pero el mundo se siente más vacío con su ausencia.
 
  • Badewitz beim Fußball Copyright: Internationale Hofer Filmtage
  • Badewitz im Festivalgespräch Copyright: Internationale Hofer Filmtage
  • Badewitz mit Caroline Link Copyright: Internationale Hofer Filmtage
  • Badewitz mit Fassbinder Copyright: Internationale Hofer Filmtage
  • Badewitz mit Kluge Copyright: Internationale Hofer Filmtage
  • Badewitz mit Tom Tykwer Copyright: Internationale Hofer Filmtage