Un gesto: Exhumar
“Exhumar, fragmentos no comprobados” | © Francisco Medina
El golpe de Estado de 1973 se inicia con una acción violenta, el bombardeo al Palacio de La Moneda. Esa imagen rota del edificio de Gobierno quedó grabada en el inconsciente de toda una generación como la primera señal del cambio brutal que sufrió la vida del país. La destrucción de ese cuerpo arquitectónico fue el preámbulo de lo que sucedería a lo largo de los siguientes años, con otros cuerpos, otros edificios, otras arquitecturas de pensamiento, acción y relación.
Ese gesto inicial tuvo consecuencias materiales, toneladas de escombros que fueron dejadas en ese lugar por varios años, a la vista de todos. El cadáver del edificio expuesto era la evidencia y la amenaza de lo que pasaría si la ciudadanía no aprendía el nuevo modelo.
La onda expansiva de ese gesto aún persiste en el ambiente, continúa resonando entre las cordilleras y su eco desplaza nuestros cuerpos.
El gesto del oficio del teatro, para mí, ya no basta para hacerle frente al horror de este país.
La hermosa teatralidad de la vida, sí.
Con ella me quedo.
Desde ahí se activa mi plan de acción y mi gesto.
Me pregunto:
¿Qué pasó con los restos del cuerpo del palacio de La Moneda?
¿Dónde están?
¿Dónde fueron a dar los escombros-evidencias de esa acción violenta?
Hoy, a cincuenta años de ese 11 de septiembre, he encontrado una pista.
Recuerdo un testimonio. El de una madre que para construir su casa recibió camionadas de escombros de La Moneda como relleno para el sitio, un hoyo en una comuna periférica, que había logrado comprar en los años 70. Esa casa habitacional, de una familia común y corriente de Santiago de Chile, se sostiene sobre algunos restos de la tragedia nacional.
Reviso las fotos de la familia. Son imágenes de una felicidad que emocionan. Veo su patio que se hunde.
Y propongo un gesto: recuperar uno de esos fragmentos menospreciados de la historia. Traerlo a la luz. Recordarlo. Resignificarlo afectiva y simbólicamente.
Exhumar los restos de La Moneda.
Más que un proyecto conmemorativo, Exhumar es el deseo de recuperar y ofrendar a la comunidad un fragmento fundacional de nuestra desmembrada memoria reciente. Entender arqueológicamente cómo un hito nacional se funde con la vida cotidiana de una familia. Propongo imaginar la reconstrucción de ese cuerpo arquitectónico como un gesto poético de verdad.
Reparación y justicia para Chile.