Realidad virtual en el museo
Cuando resucitan los dinosaurios
La realidad virtual está conquistando los museos. Con la nueva tecnología, las salas de exposición dedicadas a las ciencias naturales y a la historia del arte pueden crear espacios soprendentes.
Unos pocos movimientos son suficientes para transportar a los visitantes del museo a un mundo completamente diferente. Primero se selecciona la aplicación en el smartphone, luego se sujeta el teléfono a la cubierta exterior de las gafas de realidad virtual, que se colocan en la cabeza. La definición de la imagen se puede graduar con una ruedilla. A través de una maciza escalera de piedra ingresamos –virtualmente– al interior del edificio. Atravesamos un vestíbulo, luego otra vez escaleras arriba, vamos por un corredor y entonces podemos decidir si visitaremos el museo según el recorrido propuesto, que lleva a las obras maestras, o si lo exploraremos según nuestra propia iniciativa.
La realidad virtual (VR), la inmersión en espacios virtuales interactivos generados por ordenadores, ha llegado a los museos alemanes. Esto puede verse, por ejemplo, en Zeitreise (Viaje en el tiempo), una aplicación de realidad virtual del Städel Museum de Frankfurt. Un equipo dirigido por Jochen Sander, vicedirector de la institución, desarrolló la aplicación. Para usarla se necesitan las correspondientes gafas de realidad virtual, fabricadas por Samsung. Lo especial de las visitas que se pueden hacer con la aplicación es que los espectadores no se mueven en una reconstrucción tridimensional del museo actual sino que conocen las salas tal como eran en 1878, cuando se inauguró a orillas del Meno.
Mientras pasea por los viejos salones, el visitante cree oír los crujidos del piso de madera. Ve los cuadros que en esa época se apretaban muy cerca unos de otros en las paredes. Y puede notar que algunas de las pinturas que entonces se exhibían como obras maestras, ahora están en el depósito desde hace años. La aplicación Zeitreise permite observar cómo la valoración de las obras artísticas ha variado con el correr de los años y también que en el siglo XIX el modo de exhibir el arte era completamente diferente del actual.
Proyecto de investigación Städel-app
Las visitas virtuales de la aplicación Zeitreise tienen como base los resultados de un minucioso proyecto de investigación para el cual Jochen Sander estudió al detalle la historia del acervo y de las exhibiciones del museo. Además de la aplicación, también surgió la página web zeitreise.staedelmuseum.de. Allí pueden verse los antecedentes del museo: antes de construir el edificio a orillas del Meno, el mecenas Johann Friedrich Städel exhibía su extraordinaria colección –celebrada con entusiasmo, entre otros, por su contemporáneo Johann Wolfgang Goethe– en sus diversas casas. Además hay mucha información de fondo sobre el proyecto de investigación. La página web profundiza en el pasado que la aplicación permite experimentar de modo lúdico.El Städel Museum de Frankfurt no es la única sala del ámbito germanoparlante que está experimentando con la tecnología de realidad virtual. En el otro extremo de la ciudad, en el Senckenberg Naturmuseum, se ofrecen desde mediados de noviembre gafas con cuya ayuda podemos hacer un viaje al pasado en la sala de dinosaurios. Una vez que nos ponemos esas gafas, el espacio se transforma en un paisaje de helechos y arbustos y repentinamente el esqueleto de un dinosaurio diplódoco comienza a moverse.
Y también el museo de ciencias naturales de Berlín resucitó a un dinosaurio mediante la tecnología de realidad virtual. Con sus más de trece metros de alto, el esqueleto del giraffatitan es uno de los mayores atractivos de la sala de dinosaurios. En una animación 3D el antiquísimo dinosaurio mueve su largo cuello por el recinto, mira de frente a los visitantes y lanza rugidos. A este giraffatitan virtual se lo puede ver también con una aplicación de google o como video de 360 grados en Youtube.
Una Técnología en expansión
Es larga la lista de los museos que a día de hoy ya trabajan con la nueva técnología. Proyectos de realidad virtual están siendo realizados en el Museo de Historia Natural de Viena, en el Museo de Historia Natural de Braunschweig, en el Ozeaneum de Stralsund o en el Stadtmuseum de Berlín. El Museo Nacional de Baviera, en Múnich, está experimentando con la técnología de realidad aumentada, en la que se mezclan la realidad virtual y la realidad material. Con el iPad se pueden observar diversas obras de la colección y en la pantalla aparece información complementaria sobre las piezas. Por ejemplo, en el caso de una figura del escultor Tilman Riemenschneider, en la pantalla puede verse completo el altar del que formó parte esa figura.Cada vez que los museos se atreven a ingresar en el mundo virtual, se plantea una pregunta: ¿no se perjudican los museos a sí mismos? ¿No perderán visitantes si ponen a disposición sus ofertas en el espacio virtual? Axel Braun, portavoz del Städel Museum no comparte esta preocupación. Al contrario, está convencido de que un proyecto como la aplicación Zeitreise puede ayudar a despertar interés por el museo. “Lo importante es que la realidad virtual aporta un beneficio complementario, no es una simple reproducción de una visita al museo.”