¿Quién no ha mirado este reloj? Hasta finales del siglo XIX no existía en toda Gràcia una torre de reloj claramente visible para los habitantes que indicara la hora o diera las horas de forma que se pudiera escuchar desde lejos. Así que se encargó al arquitecto Antonio Rovira i Trias que dibujara los planos de construcción del campanario, que se construyó entre 1862-1864 y que ahora es un símbolo del barrio.
El arquitecto diseñó una base maciza con una fuente sobre la que colocó una torre octogonal con cuatro relojes y una campana en la parte superior. Se añadieron elementos decorativos, el más destacado es el friso con los 12 signos del zodiaco. La campana procede del taller de Isidre Pallarès y el reloj fue encargado al relojero suizo Albert Billetter. Funcionó hasta 1943, después el mecanismo fue sustituido por uno más moderno.
Un relojero y manitas de Suiza
Albert Billeter nació en 1815 en Männedorf, cerca de Zúrich, trabajó como relojero en Chaux-de-Fonds, probablemente pasó unos años en Italia y luego se instaló en la Villa de Gràcia, donde vivió prácticamente toda su vida con su familia hasta su muerte en 1895.
Su fábrica de relojes para torres de iglesias y estaciones de ferrocarril, así como de relojes para fábricas y casas señoriales, estaba situada en la calle Montseny. Todavía se puede ver uno de los cuatro relojes en la torre de su casa, pero lamentablemente sólo se pueden imaginar los otros tres.
El reloj invisible de la catedral
BILD
En 1863, la ciudad de Barcelona encargó un reloj y dos nuevas campanas para el campanario oriental del portal de San Ivo de la catedral. Albert Billeter construyó el entonces ultramoderno y preciso mecanismo de relojería, que aún hoy funciona y sigue siendo uno de los relojes más precisos de Barcelona. Sin embargo, no es posible leer la hora: una esfera visible desde lejos habría sido demasiado grande y habría perturbado la estética de la catedral. Pero como por primera vez el 4 de noviembre de 1866, ambas campanas siguen repicando hoy en día, la campana pequeña Eulalia puntualmente cada cuarto de hora y la campana grande Honorata a la hora.
El reloj astronómico del Congreso de los Diputados en Madrid
Una de las obras maestras de Billeter fue creada en el taller de Gràcia en 1854-1857: el reloj astronómico para la Cámara de Diputados de Madrid, una obra de encargo. El reloj muestra la hora local en Madrid y en otras 20 ciudades, además de un calendario perpetuo, un termómetro, un barómetro y un higrómetro. Pero quizá lo más fascinante sean los mecanismos que muestran la constelación de los planetas, el movimiento de la tierra y la luna alrededor del sol y el cambio de las estaciones. El reloj sigue haciendo tic tac en la Cámara de Diputados de Madrid.
Una obra maestra, pero sin comprador
Mientras que sólo tardó tres años en construir el reloj astronómico para la Cámara de Diputados, Albert Billeter trabajó durante más de 10 años en el reloj astronómico que ahora se expone en la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona. No es de extrañar si se observan bien los detalles.
La caja del reloj, de 3 metros de altura y 2 metros de ancho, realizada por el ebanista Agustín Moragas, de madera de palisandro y con incrustaciones de nácar es impresionante por sí sola. Lo primero que llama la atención es un gran círculo con los signos del zodiaco: enmarca el sistema Sol-Tierra-Luna, donde se pueden ver las posiciones de los tres astros en relación con los demás y con el zodiaco en cada momento. También muestra las fases de la luna y la posición del eje de la tierra en relación con el sol, por lo tanto también las estaciones.
El péndulo de la izquierda muestra la hora local, la esfera de la derecha indica los amaneceres y las puestas de sol.
En la parte inferior del reloj hay otro zodiaco, dentro del que se representa el sistema planetario. Sólo gira cada 84 años. Alrededor del sistema planetario hay otras esferas en las que se puede leer la hora de 24 ciudades del mundo.
Entre otras muchas funciones, Albert Billeter también incorporó un calendario en el que se podía leer la fecha con el correspondiente día de la semana hasta 1939. El sistema mecánico tiene en cuenta el salto automático de los meses con menos de 31 días y los años bisiestos. En el centro del calendario, Albert Billeter colocó una placa: "Inventado y construido por Albert Billeter en Gracia de Barcelona 1869".
Sin embargo, el reloj, impresionante hoy como entonces, tiene una historia algo triste. En 1859, la reina Isabel II había encargado el reloj astronómico para el Senado. Cuando Albert Billeter terminó por fin, tras 10 años de trabajo, Isabel II ya no era reina y el Senado ya no quería comprar el reloj. A pesar de las exposiciones, los admiradores y los premios, el reloj no tenía comprador. Finalmente, Albert Billeter dejó el reloj en manos de los ebanistas de Moragas, que lo depositaron en las salas de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts. Afortunadamente, la Reial Acadèmia compró posteriormente el reloj por un precio bastante simbólico. Así el reloj ha permanecido en Barcelona y todavía se puede admirar allí esta obra maestra del arte de la relojería.
Por cierto
Hoy en día es difícil imaginar la importancia que tenían los relojes en los espacios públicos de entonces. Aparte de que cada ciudad tenía su propia hora, que se basaba en la hora solar media local, los relojes dentro de una ciudad tampoco estaban coordinados. Este fue también el caso de Barcelona. La ciudad puso remedio a esto introduciendo un horario uniforme en 1891: El reloj de la fachada de la Reial Acadèmia indicaba a partir de entonces la hora oficial según la que se ajustaban todos los demás relojes y por la que los viajeros podían orientarse.
En enero de 1901 se introdujo un sistema de medición del tiempo uniforme para toda España basado en la hora solar media del meridiano de Greenwich y calculada por primera vez en 24 horas. Hasta entonces, Madrid y Barcelona, por ejemplo, tenían una diferencia horaria de media hora.
Fuentes:
sobre Albert Billeter,
Wikipedia
sobre sus relojes
Astronómodas
sobre la torre del reloj
Redescubriendo mi Barcelona
Hora oficial en Barcelona:
Reial Acadèmia
Hora de Greenwich:
Xataca
Video del reloj en el congreso de los diputados
© texto: Annette Gutmann, traducción: Cristina Molina