Series alemanas en México
4 Blocks: ¡Berlín nos pertenece ahora!

Sin duda: 4 Blocks es, o mejor dicho fue, la serie de televisión en lengua alemana de mayor influencia en los últimos años. Desde entonces, cada gran canal o servidor en streaming quiere llevar a este país su propia historia de crimen urbano con olor a calles y raperos entrando en escena. Sin embargo: 4 Blocks va, por supuesto, más allá de ser simple y solamente la serie que demostró que al unir fuerzas con la escena alemana del hip hop se pueden crear series de televisión, también puestas en marcha por los chicos de Instagram y TikTok.

De Sascha Ehlert

4 Blocks es distinta, uno ya lo sabe a los segundos de haber comenzado la serie. Un joven está sentado frente a un puesto de comida, come, y al fondo hablan árabe. Otro joven en moto lo llama: “¡Yallah, ven acá!”. Uno mismo va también para allá y mira, como parte del público que los acompaña, cómo los dos tipos van a toda velocidad en la moto, a lo largo de la avenida Sonnenallee en el barrio Neukölln en Berlín y después hacia el barrio de Kreuzberg, donde, en el parque Görlitzer, intercambian drogas por dinero con narcomenudistas negros; al mismo tiempo suena un beat duro y sombrío, y Hasan K. ‒un músico del barrio Neukölln desconocido para los 4 Blocks‒ rapea: “los yonkis tienen isyan y pesar, sus drogas sustituyen el calor de la madre, él babea, ahora su alimento es el cristal”.

Lo que quizá puede sonar banal en un principio y como nada que no se haya visto antes, fue para el público alemán una pequeña revolución. Es importante saber que la televisión alemana significa, por regla general, que todo lo que no está presumiblemente en la llamada media de la sociedad, ha sido tradicionalmente mostrado como algo desorientado e inauténtico, ha sido caricaturizado sin piedad. Si aparecía un hombre no-blanco en la escena de un crimen, a menudo era presentado como un villano sin profundidad, tratado por completo sin la empatía de la cámara y la dirección. Desde el estreno de 4 Blocks en el 2017, se ha vuelto mucho más difícil en el panorama cinematográfico alemán, mirar con tanta ignorancia a las personas marginadas.
 
La técnica narrativa de 4 Blocks es un drama muy clásico del crimen organizado. Hay un obligatorio juego del gato y del ratón con el ejecutivo, están las predecibles peleas gangsta rap de empresas competidoras en el mismo medio, pero sobre todo, 4 Blocks es una historia de familia. La historia es puesta en evidencia por un grupo de hombres que a veces están más y a veces menos directamente emparentados entre sí, y ganan dinero con las drogas y la violencia, pero del mismo modo se muestra la vida de las personas que viven de y con el llamado dinero sucio ―novias, esposas y niños. Se le debe dar crédito a la serie, 4 Blocks trabaja este aspecto muy a conciencia. Ésta no es una serie en la cual la historia enmarcada está en realidad para llevar tanta violencia como sea posible a las pantallas. Por lo menos, la serie consigue mostrar por largos tramos a los humanos como humanos y no sólo como criminales y víctimas. También es interesante el debate sobre el poder y la influencia de las así llamadas “Grandes familias”; frecuentemente bandas familiares, musulmanes de origen libanés, que se reparten el poder de la vida nocturna local, incluidos todos los que pertenecen a ella, bandas de rock y otras organizaciones. El debate en Alemania se desató en realidad, sólo después de que 4 Blocks se volviera una de las series de televisión preferidas entre los adolescentes, y de que también todos los suplementos culturales escribieran sobre ella. Entonces Alemania vio algo que continuamente había querido pasar por alto. Porque daba miedo: desde décadas atrás, con astucia financiera y sin escrúpulos frente a la ley, personas estructuralmente desfavorecidas se habían hecho ricas y poderosas ―tan poderosas que su influencia no se limitaba sólo a la vida nocturna, sino que tocaba cada vez más de cerca a la sociedad. Una vieja historia, bien conocida por películas y series sobre la mafia italiana en los Estados Unidos, los cárteles de la droga sudamericanos, etc. Desde luego queda todavía una pregunta por responder: ¿4 Blocks no sólo es muy influyente e interesante en lo que provoca, sino también televisión de la buena? Pasando por su largo recorrido: sí. Sobre todo, en su segunda temporada ―después de que (cuidado con el spoiler) Frederick Lau en su papel de “el buen alemán” es asesinado al final de la primera temporada, y en consecuencia 4 Blocks se concentró en la presentación de la vida musulmana en Berlín con su variedad de grises tonalidades, entre el conservadurismo religioso por una parte y el cosmopolitismo moderno, por la otra. Al mismo tiempo, la serie aumentó en términos de acumulación de voltaje. Y, tan sólo después del dramático final de la segunda temporada, se dio algo así como un respiro. Luego, quienes estaban detrás de la serie quisieron, en apariencia, volverlo a dejar, pero fracasaron y descendieron por fin hacia donde 4 Blocks no debió nunca dirigirse (¿o sí?): a la trampa del acción-drama-cliché. Y, por lo tanto, la respuesta a la segunda pregunta ―¿se equipara 4 Blocks a sus modelos norteamericanos?― desafortunadamente es: no.

Ali Hamady, interpretado por Kida Ramadan, es el “Patrón” de la gran familia, y sus amigos lo llaman Tony; lo cual desde luego apenas es una mala alusión a Anthony, “Tony” Soprano, el tan amenazante como psicológicamente frágil jefe de la mejor serie que hay sobre el crimen organizado. Entre todos los cadáveres que produjo la serie, Los Soprano logró dibujar una imagen impresionantemente compleja de la sociedad, y además, deconstruyéndola por sí misma como otro tipo de virilidad tóxica, ya desde antes de que ese tópico estuviera en boca de todos. 4 Blocks señala la tristeza y la fragilidad escondidas detrás de las fachadas de esos hombres, pero desde el principio y la mayoría de las veces, sólo insistiendo en el simple cliché. Anthony Soprano y Christopher Moltisanti son personajes inolvidables, de quienes uno se acuerda casi como si fueran personas de carne y hueso. Personas a quienes se odia y se ama por igual. Ali y Abbas Hamady en cambio permanecerán como los personajes de una muy buena serie de televisión.

4 blocks temporada 1 - 3 / 19 episodios cada 45 - 60 minutos.
Director: Marvin Kren (6 episodios, 2017), Oliver Hirschbiegel (3 episodios, 2018), Özgür Yildirim (10 episodios, 2018-2019).
Desarrollado por Wiedemann & Berg Television y TNT Series. "4 Blocks" fue escrita originalmente por Hanno Hackfort, Bob Konrad, Richard Kropf y Marvin Kren, quien también dirigió la primera temporada. La tercera temporada fue escrita por Hackfort, Frédéric Hambalek y Niko Schulz-Dornburg, basada en el concepto de Hackfort, Konrad, Kropf y Eckehard Weis.