Dirección: Maren Ade, 2016, 162 min., Alemania
Pese a todas sus maniobras, Winfried Conradi, profesor de música jubilado, sufre de soledad. Sobre todo le preocupa su hija que prosigue tenazmente su carrera profesional como asesora de empresas en el extranjero. Cuando muere el perro de Winfried, éste viaja espontáneamente a Bucarest a ver a Ines. Pero poco se alegra ella de la presencia del padre que de inmediato se inmiscuye en su vida y en su trabajo, causa bochornos llevando disfraces ridículos, y de ser necesario, actúa también como descarado impostor. Esta insólita tragicomedia de padre e hija conmueve porque en todo momento la conducta de ambas partes es comprensible.
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Sobre la película
Pese a todas sus maniobras, Winfried Conradi, profesor de música jubilado, sufre de soledad. Sobre todo le preocupa su hija que prosigue tenazmente su carrera profesional como asesora de empresas en el extranjero. Cuando muere el perro de Winfried, éste viaja espontáneamente a Bucarest a ver a Ines. Pero poco se alegra ella de la presencia del padre que de inmediato se inmiscuye en su vida y en su trabajo, causa bochornos llevando disfraces ridículos, y de ser necesario, actúa también como descarado impostor. Esta insólita tragicomedia de padre e hija conmueve porque en todo momento la conducta de ambas partes es comprensible.
¿Qué ha sido de los viejos del 68? Winfried Conradi, profesor de música jubilado, vive solo con su perro, mientras su hija prosigue tenazmente su carrera profesional como asesora de empresas en el extranjero. ¿Acaso la educación de la hija en aquel entonces no aspiraba también a esa autonomía segura de sí misma? Ahora es evidente que Ines no quiere saber nada más de él. Y Winfried apenas logra combatir el aislamiento mediante sus maniobras.
Tras la muerte de su perro, Winfried viaja espontáneamente a Bucarest a ver a Ines, lo que poco la alegra. Ella presiente que su padre se inmiscuirá en todo y se asusta cuando él declara que cuenta con cuatro semanas para la visita. Al parecer él desconoce la discreción. Ines lo lleva a una recepción en la embajada de EE UU, no sin antes advertirle que en ningún caso acepte si su jefe los llega a invitar a una copa después de la recepción. Winfried no tiene ningún reparo en hacer bromas tontas ni causar bochornos. Es un bufón astuto que con sus disparatadas ocurrencias en realidad toma el pelo a los demás. Tiene también pasta de ingenioso impostor, bajo el nombre Toni Erdmann se hace pasar por embajador alemán, por compañero de tenis de Ion Tiriac, el legendario representante de Boris Becker, o por exitoso negociante. Y se divierte a mares usando osados disfraces, una peluca de greñas salvajes, unos prominentes colmillos y un traje de Kukeri monstruosamente peludo, proveniente del folclore búlgaro.
Lo peor para Ines es que las chanzas de su padre alcanzan hasta las jerarquías de su puesto de trabajo, pudiendo obstaculizar su carrera profesional. Además, porque a veces ella lo considera simplemente bochornoso. Pero la hija sabe aprovechar las circunstancias: Ines lo utiliza como negociante alemán con el fin de llevar a cabo un dudoso proyecto para la externalización de una gran empresa rumana, aunque sin éxito. Juntos visitan el último pozo de petróleo de la empresa. Aun muy absorto en su papel de magnate alemán, Winfried amonesta a un obrero por desatender los reglamentos de seguridad, y queda perplejo ante lo que ocasiona con esto: el obrero es despedido de inmediato. En el camino de regreso, Ines le reprocha a su padre su “mentalidad ecológica”. Pero de él también aprende a ser audaz: Su fiesta de cumpleaños, que en su empresa ella pregona como medida para desarrollar espíritu de equipo, la declara “fiesta nudista”, tan espontánea como provocativamente, y hasta su jefe accede a participar. Por cierto que también Winfried aparece allí, en traje de Kukeri, como gigantesco monstruo peludo. Al ver a los invitados desnudos, emprende rápidamente la huida. Ines corre tras él en bata de baño, lo alcanza, grita “¡papá!” y se lanza a los brazos del monstruo velludo y sin rostro. Este es el primer momento de real ternura entre padre e hija.
“Con su espontánea y atrevida metamorfosis, Winfried intenta resolver la antigua relación padre e hija. La creación de Toni Erdmann proviene de una desesperación. El humor suele ser una vía para superar algo y como tal siempre se extrae del dolor. El padre es incapaz de relacionarse con la hija de otra manera. (…) Con Toni, Winfried se libera de este infortunio al hacer esta radical oferta. El humor es su única arma y comienza a usarlo de lleno. De ahí surge un juego más duro, y como Ines también es tenaz, de pronto él emplea un lenguaje que ella es capaz de entender.“ (Maren Ade)
Pese a numerosas elipsis, la directora se toma mucho tiempo para su historia. Esto confiere a la película su calma exterior, lo que beneficia la narración de los constantes movimientos internos. Al final ocurre una muerte, pero quien muere no es Winfried, cuya salud peligra cada vez más, sino su anciana madre, la abuela de Ines. Ella ha renunciado a su puesto en Bucarest para irse a una empresa más grande en Singapur, y vuelve a encontrarse con su padre visitando la funeraria. Luego se reúnen los miembros de la familia – en sorprendente cantidad, considerando la soledad de Winfried – en casa de la fallecida. Winfried e Ines miran muchas viejas cosas que la abuela no ha querido desechar. Ines se pone el anticuado gorro de la abuela y sale al jardín con su padre, quien vuelve a la casa para traer una cámara fotográfica. La cámara permanece enfocando a la joven que parece muy pensativa.
Sobre la Directora
Maren Ade nació en 1976 en Karlsruhe. De 1998 a 2004 estudió en la Escuela Superior de Cine y Televisión de Munich. Su película de graduación LOS ÁRBOLES NO DEJAN VER EL BOSQUE recibió numerosos premios internacionales, entre ellos el “Special Jury Award” en el Festival Cinematográfico Sundance. En 2007 fue cofundadora de la empresa productora “Komplizen Film”. Ha participado en la producción numerosas películas para cine. TONI ERDMANN, su tercer largometraje después de ENTRE NOSOTROS, ganó el Premio FIPRESCI en Cannes, el British Academy Award, cinco premios cinematográficos europeos, cinco premios cinematográficos alemanes y fue nominada para el Óscar como “mejor película de habla no inglesa”.
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