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16:00

La Cenicienta - Kinderkino!

Cineclub a partir de 6 años | Dirección: Uwe Janson, 2011, 59 min., Alemania

  • Goethe-Institut Perú, Lima 11

  • Idioma Alemán con subtítulos en español
  • Precio Ingreso libre, sin inscripción, hasta agotar aforo

Aschenputtel © Copyright ARD Degeto

Aschenputtel © Copyright ARD Degeto

Este año el Goethe-Institut ofrecerá  de manera experimental, un ciclo con películas infantiles de su Cinemateca. Un sábado al mes invitamos a  disfrutar de películas alemanas dirigidas a un público infante y que abordan la vida y la realidad desde una perspectiva que es muy diferente a las que están acostumbrados los adultos.

El ingreso es libre. Las películas están subtituladas al español, (no contamos con versiones dobladas) sin embargo, en la mejor tradición del inicio del cine, los gestos y las imágenes logran contar historias que se entienden aunque no se entienda el idioma del todo.


La Cenicienta (Aschenputtel en el cuento original alemán), por Uwe Janson


Cenicienta vive con su madrastra y su hermanastra. Sin embargo, ambas no la tratan como a un miembro de la familia, sino que la obligan a hacer todo el trabajo. Pero las humillaciones de la madrastra no pueden impedir que Cenicienta también asista al gran baile donde el príncipe busca una esposa.

¡Mira el trailer aquí!


Sobre la película

La historia de Cenicienta existe en muchas culturas, y la versión de los hermanos Grimm es solo una de muchas adaptaciones de este motivo arquetípico. En los cuentos infantiles y domésticos de los Grimm, la familia de Cenicienta incluye también a su padre, quien no impide los abusos de la madrastra y las dos hermanastras. Así, Cenicienta llora en la tumba de su madre fallecida. El rasgo común de todas estas historias: la joven pobre, pero humilde y trabajadora, es maltratada, pero finalmente es recompensada con un príncipe. Cenicienta nunca se desespera por su situación, sino que siempre se mantiene bondadosa y cumple con las tareas que le imponen. Sin embargo, la adaptación cinematográfica de la ARD no sigue todos los clichés de Cenicienta. Aunque sigue siendo pobre, honesta y se siente menospreciada e injustamente tratada, su carácter encaja más en la época actual. No es una niña dócil, sino atrevida y decidida, y no conquista al príncipe solo con su belleza y gracia, sino también con su sinceridad y comentarios ingeniosos. La película de ARD recuerda a la encantadora versión checa del cuento, Tres avellanas para Cenicienta, que se emite regularmente en la televisión alemana durante la época navideña. En esta adaptación veraniega, Cenicienta también se encuentra varias veces con el príncipe antes de que se vean en el baile en el castillo y él comience la búsqueda de la dueña del zapato que ella perdió allí.

Antes de eso, sin embargo, la madrastra atormenta a Cenicienta. Debe lavar, limpiar y cuidar a los animales. La madrastra (Barbara Auer) la maltrata en todo momento. Solo una paloma blanca, enviada por sus padres fallecidos, la anima y le da el valor para soportar todas las injusticias. Una y otra vez, un árbol en la tumba de su madre deja caer pequeños regalos como por arte de magia.

Mientras tanto, la malvada madrastra quiere llevar a su propia hija, Anabella (Pheline Roggan), al trono. El rey ha organizado un gran baile, al que invita a todas las hijas solteras del reino para encontrar esposa para el príncipe. No le entregará la corona a su hijo hasta que este se haya casado. En este cuento, el rey (Harald Krassnitzer) es, ante todo, el futuro suegro de la protagonista.

Cenicienta también sueña con el baile mientras barre la casa y le pide permiso a su madrastra para asistir. Esta le impone una serie de tareas adicionales que debe completar primero. Cenicienta corta leña, limpia y lava las ollas. Luego va al molino a buscar harina y en el bosque vuelve a encontrarse con el joven, quien esta vez caza con una ballesta. Sin embargo, cuando se encuentran, ella está cubierta de harina y él no la reconoce.

Hasta el día de la gran celebración, Cenicienta ha cumplido todas sus tareas. Pero su madrastra nunca tuvo la intención de llevarla al baile. En el último momento, su hermana arroja lentejas en la ceniza, y la madrastra añade guisantes. Cenicienta debe recoger y separar todo cuidadosamente. Las palomas la ayudan cuando les dice: "Las buenas al puchero, las malas al buche." Sin embargo, la malvada madrastra no cumple su promesa y se va al castillo solo con su propia hija. Cenicienta busca consuelo en la tumba de sus padres y, de repente, del árbol cae un hermoso vestido de baile, mientras que un caballo blanco ya la espera ensillado.

En el castillo, las hijas del reino se presentan al príncipe (Florian Bartholomäi), pero ninguna parece ser la indicada. Entonces llega Cenicienta. Solo entonces se da cuenta de que el jinete y cazador desconocido que encontró en el bosque es el príncipe. El salón de baile está lleno de jóvenes mujeres que luchan por su atención. Su madrastra y su hermanastra intentan ahuyentar a Cenicienta, pero el príncipe la sigue. En su huida, el hermoso caballo blanco vuelve a convertirse en un burro gris y su elegante vestido de baile en su ropa sucia cubierta de cenizas. Cuando el príncipe llega a la casa, la madrastra insiste en que su hija Annabelle debe casarse con él y está dispuesta a cualquier cosa para lograrlo. Le corta un dedo del pie a Annabelle para que pueda entrar en el pequeño zapato que Cenicienta perdió en el baile. Pero una paloma advierte al príncipe que no se deje engañar por esta falsa prueba:

'rucke di gu, rucke di gu,
Blut ist im Schuh:
der Schuh ist zu klein,
die rechte Braut sitzt noch daheim.'


Solo a Cenicienta le queda el zapato a la perfección. Se va con el príncipe al castillo, dejando atrás su pasado y a la malvada madrastra

Renate Heilmeier
 


Lugar

Goethe-Institut Perú
Jirón Nazca 722
Jesús Maria
Lima 11
Peru

A partir de los 07 años (subtitulada)