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Desarrollos en la Inteligencia Artificial
El camino del marginado

¿Europa está retrasada respecto a China en el desarrollo de la IA? Pero en todo caso, este restaurante chino en Alemania utiliza robots inteligentes para el servicio.
¿Europa está retrasada respecto a China en el desarrollo de la IA? Pero en todo caso, este restaurante chino en Alemania utiliza robots inteligentes para el servicio. | Foto (detalle): © picture alliance/Zoonar/S. Ziese

Europa se ha quedado atrás en el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA). Esta desventaja, sin embargo, pronto podría ser una ventaja.

¿Qué tienen en común las iniciativas europeas de IA con el legendario saltador de esquí Eddie the Eagle? De hecho, un montón de cosas. Ambos parten, en lo que se refiere a recursos, capacidad y experiencias, muy desde atrás. Nadie tiene fe en ellos. Y ambos tienen que enfrentar a competidores que los superan en casi todos los aspectos imaginables.
 
Para reconocer esta situación basta observar dónde se fundaron las primeras empresas importantes. Mientras en China surgieron en los últimos años once y en los Estados Unidos hasta veintiocho unicornios, es decir start-ups con una capitalización mayor a los mil millones de dólares, en Europa están instaladas sólo cuatro. El mismo Thierry Breton, Comisario de la Unión Europea para el Mercado Interno, debió admitir hace poco que Europa había perdido la primera ola de oportunidades para la IA. Sin embargo, según Praskant Khedekar, analista de investigación senior de Inkwood Research, Boston, el sector europeo, compuesto aproximadamente por 1.600 empresas, lentamente está recuperando terreno. También el ecosistema europeo de start ups –cuyo centro es Gran Bretaña con sus quinientas empresas de IA– estaría madurando.
 
“Un gran problema para la industria europea de IA sigue siendo la financiación deficiente”, opina Khedekar. Mientras Europa invirtió en IA en 2018 y 2019 juntos alrededor de cuatro mil millones de dólares, en el mismo período China y Estados unidos pusieron en el desarrollo de IA y el aprendizaje automático 25 mil millones de dólares 36 mil millones respectivamente.

Esta disparidad también se refleja en la investigación. El ranking de las universidades y departamentos líderes de investigación y desarrollo de IA en empresas está liderado con una gran ventaja por Google, seguido de la Universidad de Stanford y el Massachusetts Institute of Technology (MIT). Entre las veinte instituciones de investigación más importantes se encuentran la Universidad de Tinsghua (número 15), de China, la Eidgenössische Technische Hochschule (ETH, número 17), de Suiza, y el Institut National de Recherche en Informatique et en Automatique (INRIA, número 20), de Francia, las únicas instituciones de investigación que no están instaladas en los Estados Unidos. “China y los Estados Unidos han desarrollado una enorme capacidad de innovación en IA y saben aprovechar la IA para aumentar la producción “, es el análisis de expertos del Boston Consulting Group (BCG). “Están a años luz de cualquier otro país del mundo.”

Carencia en muchos niveles

¿Cómo es que Europa llegó a semejante retraso? Un grupo de expertos del BCG investigó esta cuestión en 2020. Su respuesta: a Europa le falta casi todo lo necesario para desarrollar, probar, implementar y comercializar la IA. Algunos puntos esenciales:

Las empresas europeas se quedaron atrás en la digitalización
Si en Alemania el sector de la comunicación y la información representa aproximadamente el 1,7 por ciento del producto bruto interno, en China constituye el 2,1 y en los Estados Unidos el 3,3 por ciento. Una economía retrasada en la digitalización no está preparada para innovaciones de IA.

El mercado europeo está fragmentado
Aunque el mercado europeo para soluciones de IA es potencialmente grande, las iniciativas de la Unión Europea promueven preferentemente soluciones nacionales y estímulos regionales. En el mercado chino, por el contrario, las soluciones de IA pueden implementarse en cada ámbito y a gran escala. Como ejemplo mencionan los analistas del BCG la digitalización del comercio minorista: las plataformas online alibaba.com y JD.com han logrado, dicen, que en menos de dos años un tercio de los seis millones de tiendas del país estén digitalizadas y operen con la ayuda de la IA.

Faltan coordinadores del sistema
Según un relevamiento de 2018 de la Comisión Europea, el 60 por ciento de las empresas de Europa no comparte datos con otras; casi el mismo porcentaje tampoco usa los datos que recibe de otras empresas. Esto se debe, entre otras cosas, a las estrictas condiciones europeas de protección de datos, que se enfocan en la defensa de los consumidores y por eso limitan la distribución de datos personales. De este modo, no surge un ecosistema de datos, sino muchas islas de datos autónomas, lo que dificulta la aplicación de IA. Por eso no resulta sorprendente que no sea europeo ninguno de los gigantes tecnológicos como Google, Amazon o Facebook.

Falta la materia prima, faltan datos
“China se dio cuenta de que en un mundo impulsado por una IA los datos son un factor crítico y ha promocionado la construcción de una rama de etiquetado de datos”, escriben los expertos del BCG. El etiquetado de datos consiste en la categorización y clasificación de datos y la elaboración de grandes conjuntos. Tan sólo MBH, uno de los etiquetadores de datos más importantes de China, emplea a 300.000 personas que clasifican los datos de modo que pueden servir de materia prima para los algoritmos.

¿Infraestructura? Ausente
Después de gigantescas inversiones en infraestructura, China posee hoy más del 40 por ciento de la capacidad mundial de computadoras cuánticas, que, por ejemplo, tienen por lejos mucho mejor rendimiento que las computadoras clásicas en el reconocimiento de modelos. Esto representa una capacidad tres veces mayor que la de todas las computadoras de todos los países europeos juntos. Según estimaciones de los analistas del BCG, incluso la más reciente iniciativa de la UE, Quantum Flagshipi, que a lo largo de una década repartirá mil millones de euros para el desarrollo de computadoras cuánticas, no producirá cambios importantes. A modo de comparación: China está invirtiendo actualmente ocho mil millones de euros en su Laboratorio Nacional de Ciencias de Información Cuántica.

Cambiar de estrategia en vez de intentar emparejarse

Respecto al desarrollo de la IA y a su aplicación en la vida cotidiana, pues, en muchos aspectos Europa no parece bien posicionada si se la compara con China y los Estados Unidos. Sin embargo, no puede decirse que los motivos –por ejemplo, una protección de datos más estricta– sean absolutamente negativos. Así opina Karen Yeung, profesora de derecho, ética e informática de la Universidad de Birmingham: “Es asunto de la opinión pública europea debatir y decidir en qué valores creemos, qué prácticas consideramos aceptables y en qué sociedad queremos vivir. Y hecho esto, deberíamos vivir conforme a nuestros principios, nuestras normas y nuestros estándares.”

En otras palabras: corresponde a los europeos decir qué aplicaciones extranjeras de la IA podrán cruzar sus fronteras y cuáles desarrollarán ellos mismos de acuerdo a sus estándares éticos. Precisamente esto se propone llevar adelante la Comisión Europea con la estrategia de IA que adoptó en 2020. Para establecer al continente como un “precursor de una Inteligencia Artificial confiable”, en el marco del programa de investigación Horizon Europe, se destinarán dos mil quinientos millones de euros a la introducción de plataformas de datos y de aplicaciones de IA confiables.
 
La esperanza: aparte de la China manejada por el Estado y los Estados Unidos encendidos por la Big Tech, Europa podría establecer un “tercera vía” en la Inteligencia Artificial, una que incluya los intereses de los consumidores y la protección de datos. “En el corto plazo puede que nuestra regulación europea, que es más estricta en comparación con China y los Estados Unidos, reduzca nuestro potencial de operaciones”, opina Camilla Rygaard-Hjalsted, jefa de la ONG Digital Hub Denmark. “En el largo plazo, sin embargo, nuestro foco en una ‘IA para los seres humanos’ puede convertirse en una ventaja competitiva y en un modelo para el mundo.”
 
Queda por verse si este cálculo es correcto. Pues en un rubro en el que los datos de libre disposición son el combustible más importante para las innovaciones, la protección de datos representa inevitablemente una desventaja competitiva. Europa entra en la competencia mundial con un hándicap enorme, dice Mark Scott, corresponsal de tecnología del periódico estadounidense Politico. Sin embargo, dice, la UE no debería abandonar sus valores en la gran competencia digital. “¿Los europeos estarán mejor protegidos en la red que los demás? Sí. ¿Ayudará esto a que la región alcance a China y los Estados Unidos? Con toda probabilidad, no.”

Con todo, una de las ventajas de los marginales consiste en su alto potencial de crecimiento. Según pronósticos del Observatorio Europeo de la Tecnología de la Información (EITO), el volumen de operaciones del mercado europeo de IA podría crecer de unos tres mil millones de euros en 2019 a diez mil millones de euros en 2022. Igual de esperanzador es el título del estudio del EITO. Dice, en un estilo parecido al de Eddie the Eagle: “Ready for Take-off”.

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