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"Idealismo en Colores" de Atentamente una Fresa
Un mural como “Idealismo en colores” ofrece varias posibilidades de interpretarse. Para su autora, la artista urbana Atentamente una fresa, su obra nos habla sobre tecnología, identidad, del país en el que vive y al que pertenece.
Pero también toca otros temas, tales como la eliminación de clases sociales, educación, reconocimiento individual, acceso a la información; acceso a los medios de comunicación, diferentes formas de expresión, socialismo.
Según las propias palabras de la artista, estos fueron sus principales retos respecto al proceso de creación de su mural:
“El pintar esta obra fue realmente difícil, por la altura principalmente y, obviamente, porque en este caso en particular, no podíamos ingresar una grúa, ni una plataforma eléctrica, porque es un edificio un poco antiguo en el que estamos pintando. Entonces teníamos que usar andamios y pues eran muchísimos metros y una altura muy difícil. Era escalar todo el día y cargamos la pintura, bajo el sol. Entonces en cuanto a los retos la altura, era la parte difícil, es un deporte”
Como parte de los antecedentes de Atentamente una fresa, ella estudió la licenciatura en diseño industrial y se especializó en escultura, animación y pintura, comenzó a intervenir paredes para llevar a sus espectadores de viaje a mundos surrealistas, el estilo conocido como “pop surrealismo” y Lowbrow art* están presentes en toda su obra.
*Lo característico de Lowbrow es el procesamiento lúdico-humoroso y la mezcla de objetos de la cultura pop a la manera del surrealismo y realismo fantástico.
Todos estos elemento se encuentran también dentro de su pieza "Idealismo en colores", en la que se aprecia a un gran personaje que cuelga de un Quetzalcóatl blanco y negro. Sostenido por sus piernas, el personaje de pantalones mostaza y suéter de color azul agua extiende sus brazos para soportar a otros dos personajes, que se ven con libro y computadora en mano.
Su primer mural fue pintado en casa de su madre, luego siguieron otros en la universidad. Pero su verdadero aprendizaje comenzó cuando conoció a Senco: "trabajé con él durante varios meses y así conocí la escena, otros artistas que me apoyaron y se convirtieron en mis amigos", explicó.
Quien conozca la obra de Atentamente una fresa no la olvidará, pues sus figuras son muy especiales, irreales especiales. Figuras estiradas o encogidas que en esta fachada posan mientras leen un libro o miran hacia este rincón creado por la pintora.
Según las propias palabras de la artista, estos fueron sus principales retos respecto al proceso de creación de su mural:
“El pintar esta obra fue realmente difícil, por la altura principalmente y, obviamente, porque en este caso en particular, no podíamos ingresar una grúa, ni una plataforma eléctrica, porque es un edificio un poco antiguo en el que estamos pintando. Entonces teníamos que usar andamios y pues eran muchísimos metros y una altura muy difícil. Era escalar todo el día y cargamos la pintura, bajo el sol. Entonces en cuanto a los retos la altura, era la parte difícil, es un deporte”
*Lo característico de Lowbrow es el procesamiento lúdico-humoroso y la mezcla de objetos de la cultura pop a la manera del surrealismo y realismo fantástico.
Todos estos elemento se encuentran también dentro de su pieza "Idealismo en colores", en la que se aprecia a un gran personaje que cuelga de un Quetzalcóatl blanco y negro. Sostenido por sus piernas, el personaje de pantalones mostaza y suéter de color azul agua extiende sus brazos para soportar a otros dos personajes, que se ven con libro y computadora en mano.
Sobre la artista
Atentamente una fresa es una artista mexicana que comenzó su carrera de la mejor forma que pudo: “Comencé en territorios locales. A diferencia de otros artistas que comenzaron su trabajo ilegal”, comenta, pero más que por no atreverse a pintar un muro, fue tal vez “porque como mujer corres un gran riesgo aquí cuando estás haciendo algo al borde de la ilegalidad, aunque sea arte”.Su primer mural fue pintado en casa de su madre, luego siguieron otros en la universidad. Pero su verdadero aprendizaje comenzó cuando conoció a Senco: "trabajé con él durante varios meses y así conocí la escena, otros artistas que me apoyaron y se convirtieron en mis amigos", explicó.
Quien conozca la obra de Atentamente una fresa no la olvidará, pues sus figuras son muy especiales, irreales especiales. Figuras estiradas o encogidas que en esta fachada posan mientras leen un libro o miran hacia este rincón creado por la pintora.
Info extra
Pintar una pared a una altura de once metros es un desafío, especialmente cuando el clima es un factor. "Aparte de la magnitud y la altura, tuve que enfrentarme a la lluvia porque pinté en septiembre", comenta Atentamente una fresa. Al final, la altura es uno de los factores que más atañen a los muralistas en su trabajo:“La altura es muy chistosa y te obliga a pintar bajo mucha presión, no de estrés, pero sí de adrenalina”, declara.“...cuando tú dejas tus miedos atrás te vuelves parte de toda la sociedad, aceptas la crítica, aceptas los comentarios y aceptas todo, creces de manera exponencial y, entre más compartas, más creces”
Atentamente una fresa