„White supremacy is killing me" de Jessica Sabogal
Pero St. Henri también muestra diversidad política: una aguerrida escena subterránea de izquierda ha se ha hecho responsable del vandalismo dirigido específicamente contra tiendas y restaurantes recién inauguradas, símbolo de la creciente gentrificación de un tradicional barrio obrero. Así pues, resulta tanto más sorprendente que este entorno diverso y abierto al mundo muestre también un aspecto muy diferente desde el punto de vista político.
Pero St. Henri también muestra diversidad política: una aguerrida escena subterránea de izquierda ha se ha hecho responsable del vandalismo dirigido específicamente contra tiendas y restaurantes recién inauguradas, símbolo de la creciente gentrificación de un tradicional barrio obrero. Schmiererei auf Sabogals Werk | © Julien Capôte Así pues, resulta tanto más sorprendente que este entorno diverso y abierto al mundo muestre también un aspecto muy diferente desde el punto de vista político.
En el marco del festival Voix insoumises / Unceded Voices, una bienal organizada por la escena del arte urbano autóctono, que se llevó a cabo del 13 al 21 de agosto de 2019, se creó la obra White Supremacy Is Killing me, de la artista colombiana-estadounidense Jessica Sabogal. El mural muestra a una mujer indígena que sostiene un letrero con el mensaje “White Supremacy is Killing Me” (La supremacía blanca me está matando), lo cual desgraciadamente tiene un trasfondo sombrío: Un estudio realizado durante la década de 1970 en Canadá tuvo el resultado terrible e inquietantemente vago de que en los años pasados “entre 1000 y 4000 mujeres indígenas desaparecieron sin dejar huella”. El estudio fue suspendido sin que se hubiera tomado ninguna medida al respecto. Esto arrojó la evidente pregunta de si esta información se hubiera descartado tan fácilmente si otro sector de la población hubiera sido el afectado.
Gracias a la creciente presión de la opinión pública, este estudio fue reiniciado en septiembre de 2016 por el primer ministro Justin Trudeau. Pocos días después de la inauguración del mural, atacantes desconocidos lo embadurnaron con las palabras “Anti White” (antiblanco). El trasfondo claramente racista de este ataque hizo que los quebequenses cobraran conciencia de una escena subterránea derechista radical. Activistas locales limpiaron la obra. Hasta el día de hoy ésta ha sido atacada tres veces. Nunca se pudo descubrir a los culpables.
Jessica Sabogal
Jessica Sabogal | © Jamie Thrower