Desde comunidades remotas en los Andes peruanos o la costa del Pacífico en Colombia hasta espacios urbanos de Santiago y Medellín: las películas sudamericanas exhibidas en la Berlinale abordan cuestiones que afectan a toda la región.
Las calles de Santiago dominan la pantalla en dos producciones chilenas. Una de ellas, el largometraje Oasis, dirigido por Tamara Uribe y Felipe Morgado y exhibido en la sección Forum, registra el proceso de reescritura de la nueva Constitución chilena desde el punto de vista de diferentes cineastas que integran el colectivo MAFI (Mapa Fílmico de un País). Desde las protestas que llevaron a una oportunidad de cambio hasta los debates y negociaciones en torno a las nuevas leyes, la película va contraponiendo los anhelos de los chilenos –por garantías respecto a la educación, derechos de los pueblos originarios, protección ambiental, derechos humanos– con el deseo de los sectores más conservadores y neoliberales de la sociedad que desean asegurarse sus privilegios. Después del proceso de redacción de la nueva Constitución, que de por sí ya provocó muchas frustraciones en los sectores más progresistas, la población terminó por rechazar en un plebiscito los cambios propuestos. El sentimiento de tierra quemada encuentra una metáfora perfecta en la escena en la que dos helicópteros intentan apagar un incendio forestal con cubos de agua.Amor y fragmentos urbanos
En Al sol, lejos del centro, también producción chilena y dirigida por Luciana Merino y Pascal Viveros, que compite por el Oso de Oro en la categoría de cortometrajes, dos mujeres buscan un lugar al sol para vivir su amor en calles casi vacías de un barrio popular de Santiago. Con abundancia de planos picados, la cámara se desliza por un laberinto de fragmentos urbanos que recuerdan el texto Las ciudades invisibles, de Italo Calvino. Con una fotografía amarillenta y una imagen trabajada digitalmente para perder resolución, el corto despierta nostalgia por algo que todavía no sucedió.Deseos olvidados
La coproducción chileno-colombiana La piel en primavera, largometraje de estreno de Yennifer Uribe Alzate, también transcurre en el barrio popular de una gran ciudad, esta vez Medellín. En la película, Sandra, la protagonista, comienza un nuevo trabajo como guardia de seguridad en un centro comercial.
La piel en primavera, Colombia/Chile, 2024. Dirección: Yennifer Uribe Alzate. En foto: Alba Liliana Agudelo Posada. Berlinale, sección Forum.
| © Monociclo Cine
En su camino diario, Sandra conoce a Javier, conductor de un bus. La relación entre ambos y la relación entre Sandra y sus nuevas compañeras de trabajo, que se convierten en sus amigas, hacen que Sandra redescubra sus deseos olvidados mientras cuidaba sola a un hijo adolescente. En tono intimista y sutil, la película sigue a Sandra en su proceso de liberación y autonomía.
Rituales africanos
También en tono intimista se desenvuelve la trama Yo vi tres luces negras, una coproducción de Colombia/México/Francia/Alemania, con dirección de Santiago Lozano Álvarez, exhibida en la sección Panorama. La película transcurre en una comunidad afrodescendiente de Aguaclara, un pueblo situado en el medio de la selva en la región del Pacífico colombiano, y rescata la última jornada de José de los Santos en busca de un lugar para morir en paz.
Yo vi tres luces negras, Colombia/México/Francia/Alemania, 2024. Dirección: Santiago Lozano Álvarez. En foto: Jesús María Mina. Berlinale, sección Panorama.
| © Christian Velasquez / Contravía Films
José aprendió los ritos fúnebres de sus familiares, descendientes de africanos esclavizados, y vive sus días rescatando y velando cuerpos de jóvenes asesinados por grupos armados de empresas mineras ilegales, que se disputan la región. Al adentrarse en la selva en busca de sus ancestros, donde quiere morir, José debe enfrentar la violencia y los atropellos de los grupos armados.
Disputa desigual
La minería también es el telón de fondo de la coproducción chileno-peruana Raíz, exhibida en la sección Generation, con dirección de Franco García Becerra. El largometraje de ficción transcurre en los Andes peruanos y su protagonista es Feliciano, un niño de ocho años que está muy entusiasmado con la posible clasificación de Perú a un Mundial de Fútbol.
Raíz, Perú/Chile, 2024. Dirección: Franco García Becerra. En foto: Alberth Merma. Berlinale, sección Generation.
| © Johan Carrasco
Feliciano pasa sus días pastoreando alpacas en un paisaje idílico entre montañas y lagos. Su modo de vida, y también el de sus familiares y su comunidad, empieza a ser amenazado por las presiones que una minera impone en su pequeña localidad. Después de la matanza de algunas alpacas, única fuente de ingresos de muchas familias, los pobladores resuelven unirse y bloquear la ruta que usa la empresa. Esto aumenta la tensión en el lugar y preanuncia un futuro de disputas entre poderes desiguales.
febrero 2024