Casas de los maestros de la Bauhaus  El completamiento

Meisterhaus Gropius Foto (detalle): Christoph Rokitta, 2014, Fundación Bauhaus Dessau

Desde mayo de 2014, las antiguas casas de los maestros de la Bauhaus Walter Gropius y László Moholy-Nagy en Dessau están reconstruidas y abiertas al público. Después de años de disputa por la futura apariencia general que debía darse al mundialmente famoso conjunto de casas de la Bauhaus, la ciudad de Dessau y la fundación Bauhaus Dessau se decidieron por el proyecto del estudio arquitectónico berlinés Bruno Fioretti Marquez. Mientras en la reconstruida vivienda de Gropius se ha instalado un centro de visitantes, la vivienda-taller de Feininger y Moholy-Nagy, concebida originalmente como casa pareada, es utilizada por la Fundación Kurt Weil. Antes de la reconstrucción, sólo podía usarse una mitad de la casa.

Fue en estos edificios modelo de la Modernidad que vivieron desde 1926 los directores de la Bauhaus con sus familias: primero el fundador Walter Gropius, y luego sus sucesores Hannes Meyer y Ludwig Mies van der Rohe, y los maestros Lyonel Feininger y László Moholy-Nagy, Paul Klee y Vasili Kandinski, Georg Muche y Oskar Schlemmer. Los directores ocupaban la casa unifamiliar; los maestros de la Bauhaus se instalaban en las tres casas pareadas, cuyo diseño incluía también un taller para cada mitad. Walter Gropius ya había concebido la idea de espacios de vivienda y trabajo para los integrantes de la Escuela Estatal Bauhaus en Weimar, donde junto con Fred Forbat y Adolf Meyer y, a partir de 1922, con los estudiantes Farkas Molnár, Georg Muche y Marcel Breuer, planeó una urbanización propia.

Prototipos del Nuevo Construir y Habitar

Sin embargo, fue en Dessau donde en 1925 los planes de Gropius tuvieron una oportunidad real, ya que la ciudad financió las cuatro casas para los maestros de la escuela. Una vez finalizadas en 1926, las casas se convirtieron en prototipos del Nuevo Construir y Habitar de los años veinte, cuya ambición en el campo del diseño llegaba hasta los accesorios más pequeños. Esta voluntad de configurar puede verse claramente en la parte filmada entre 1926 y 1929 de la serie de películas sobre la Casa Gropius titulada Wie wohnen wir gesund und wirtschaftlich (Cómo vivimos de modo saludable y económico). En 1932, cuando se cerró la Bauhaus de Dessau, no se les renovaron los contratos de alquiler a los maestros y en las casas se instalaron como nuevos inquilinos empleados de la fábrica de aviones y motores Junkers.
 

Reconstrucción incierta

En marzo de 1945 los edificios resultaron severamente dañados por un bombardeo de la aviación británica y después de la guerra se los reparó sólo en lo imprescindible. Sobre la destruida vivienda del director se levantó una simple chalet a dos aguas. Sólo después de la reunificación de 1989, las casas de los maestros se fueron reconstruyendo en etapas para que volvieran a su estado original. Durante mucho tiempo no estuvo claro si la reconstrucción sería fiel en los detalles o no. En 2010, con la participación del arquitecto británico David Chipperfield, se encontró una solución en una nueva convocatoria y con un nuevo jurado. El concepto de "reconstrucción vaga" formulado por el estudio arquitectónico ítalo-argentino Bruno Fioretti Marquez convenció a los jueves. La reconstrucción no sería una reproducción exacta sino una nueva interpretación a partir del recuerdo incierto que se conservaba del original.

Se reconstruyó el muro original de dos metros de altura que se extendía por la esquina y en el cual Ludwig Mies van der Rohe había instalado en 1932 un quiosco de bebidas. La construcción es cúbica, angulosa y reducida; un gris claro domina la fachada, las aberturas de las ventanas sin marcos y sucintamente encajadas pueden interpretarse como paredes luminosas que, opacas, velan la vida interior; a esto se suman balcones no accesibles y sin antepecho. Los espacios del nuevo centro de visitantes ya no son lugares de vivienda y trabajo sino que funcionan como mediateca y sala de exposiciones.

Sueños de máquinas habitacionales

Las perspectivas verticales y horizontales, completamente transformadas, ya no copian aquellas divisiones pequeñas y habitables de Gropius sino que con sus espacios de igual altura que todo el edificio, con sus puentes y sus galerías, reflejan los sueños modernos de máquinas habitacionales. En el material y los detalles los arquitectos satisfacen el deseo, característico del Nuevo Construir, de rigor purista y sencillez: ahí están las ventanas laqueadas o las paredes de revoque ya liso ya poroso del artista Olaf Nicolai, que en cuanto texturas refractan la luz de modos variados.

Sin embargo, en los dos nuevos edificios al visitante de hoy ya no se le revela la relación entre espacio interior y exterior, entre arquitectura y paisaje, relación que se definía como de compensación y era elemental para el Nuevo Construir y las Casas de los Maestros. Las construcciones están visualmente cerradas y pueden experimentarse más bien como esculturas estéticamente impresionantes o modelos abstractos de la modernidad. Las nuevas casas están reducidas al mensaje principal del Nuevo Construir. Pero no resulta nítida ni clara su posición como espacios de conocimiento y aprendizaje sobre el cambio del paisaje arquitectónico que se inició en 1925. De todos modos, esta reconstrucción ofrece en el abordaje actual de la modernidad un aspecto nuevo y digno de consideración.

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