El sueño de infancia de Alexander von Humboldt era realizar un viaje de investigación en Sudamérica. En 1799, el naturalista prusiano pudo cumplir este sueño. Junto con el médico y botánico francés Aimé Bonpland, Humboldt viajó entre 1799 y 1804 primero a Venezuela, Colombia y Ecuador, luego a Cuba, Perú y México.
Las impresiones de este viaje lo marcarán por el resto de su vida. En sus diarios, Humboldt registra sus observaciones sobre animales, plantas, climas, vegetación, pero también sobre cuestiones sociopolíticas, la esclavitud, la explotación de la población indígena, la degradación ambiental, el agotamiento de recursos y los efectos del colonialismo. La mirada de Humboldt es analítica, detallada, humanista y sistémica. Donde otros ven sólo fenómenos individuales, Humboldt describe conexiones. Reconoce en Sudamérica lo que acertadamente expresó en uno de sus pensamientos más famosos: “Todo está interconectado”.Ahora bien, la persona histórica de Alexander von Humboldt no es el tema central de este especial. Más bien, aquí intentamos aplicar aquella visión a la Sudamérica del presente. ¿Cómo reflexionan artistas, científicas y científicos de Sudamérica y Alemania sobre la relación actual entre el ser humano, los animales y el medio ambiente, entre la economía y la ecología? ¿Cómo examinan a las sociedades sudamericanas actuales en términos de equidad y sostenibilidad?
El concepto de Humboldt de “cosmos” representa el deseo, formulado por él mismo, de captar el mundo en su totalidad. De Humboldt aprendemos: si todo es interacción, entonces todo lo que hacemos nos afecta. ¿En qué medida surgen acciones de esta idea? Las autoras y los autores involucrados en este especial ofrecen diferentes respuestas.