Según la artista y curadora argentina Gabriela Golder, el “Manifiesto comunista” de Marx y Engels es “el abecé para entender el mundo”. Hablamos con Golder sobre su polémica videoinstalación “Conversation Piece” y sobre el papel que las ideas de Marx tienen en la vida de la artista y en el mundo actual.
“¿Qué es una revolución?” La pregunta sale de la boca de una chica de 8 años, que está leyendo junto a su abuela y a su hermana el Manifiesto comunista de Carlos Marx y Federico Engels en Conversation Piece (2012), una videoinstalación de la artista argentina Gabriela Golder. “Revolución viene de revuelto, de revolver. Cuando uno revuelve, se da vuelta todo. Una revolución significa que cambia la sociedad porque no me gusta que unos tengan mucho y otros poco, y hago una cosa totalmente diferente”, responde la abuela, interpretada por Beatriz Rajland, la madre de Golder.“Me propuse hacer un retrato de mi familia. Estuve investigando la idea de conversación y apareció el género de la pintura conversation piece que tiene tanta historia, donde están las familias en un momento en que comparten el espacio, y por ejemplo una mujer toca el arpa, el padre habla y el niño juega con un rompecabezas”, cuenta Golder. “Junté la idea de la conversación, del género pictórico conversation piece, y mi biografía, para hacer que se hable del Manifiesto comunista. Mi mamá es comunista y yo fui formada dentro de esa línea. Les propuse a mi mamá y a mis sobrinas, que en ese momento tenían ocho años, leer el Manifiesto comunista, en un ambiente victoriano. Y trabajé con la escenografía en un cruce entre lo contemporáneo y lo no contemporáneo”.
El comunismo siempre va a ser un fantasma, si se piensa que pretende una revolución.
Gabriela Golder
Gabriela Golder (Buenos Aires, 1971) dice que su mamá, que está por cumplir 80 años, es profesora en Derecho en la Universidad de Buenos Aires (UBA). “El ochenta por ciento de las preguntas son espontáneas: las chicas preguntan todo. Mi mamá, con mucha paciencia, les responde. Entonces está la deconstrucción del Manifiesto y eso de preguntar cosas obvias como ¿qué es un opresor?, ¿qué es un oprimido? o ¿qué es una revolución? Quizá en la deconstrucción de cada palabra –opresor, oprimido, lucha de clases– los conceptos se desarman y se vuelven a formar de otro modo. El video termina cuando se cierra el libro y baja la luz. La idea es que esto no es una escena, es así la vida: cierro un libro para volverlo a abrir. La deconstrucción de los textos me resulta más fácil pensarla cuando trabajo con niños; es como si el adulto ya tuviera todo digerido”, dice la artista.
No me interesa entretener ni divertir.
Gabriela Golder
¿Señora Golder, qué resonancias tiene el Manifiesto comunista a 200 años del nacimiento de Carlos Marx?
En el Manifiesto está explicado todo: el capital, el trabajador, la explotación, la pobreza; la resonancia es inmensa. Yo trabajo mucho en fábricas recuperadas, entonces estoy atravesada por la idea de las cooperativas y la posibilidad de la no explotación, que el capital no se separe del trabajador y que el trabajador tenga lo que produce. El Manifiesto es el abecé para entender el mundo.
¿Sigue siendo un fantasma el comunismo?
El comunismo siempre va a ser un fantasma, si se piensa que pretende una revolución. En tanto revolución, en tanto revertir las formas dadas, es un fantasma. Me parece que la palabra comunismo dejó de ser un peligro. Ahora las ideologías tratan de presentarse como no ideológicas, como si no hubiera ideología; no hay pensamiento dentro del mundo de las ideas, como si pensar estuviera desacreditado. Pensar el comunismo es una posibilidad de comprensión de un mundo que a muy poca gente le importa. El neoliberalismo arrasa con el mundo de las ideas.
Los niños me ayudan a deconstruir.
Gabriela Golder
¿Se propone como artista animar las conversaciones?
Sí. Conversation Piece es una provocación. Así como recibí buenos comentarios, también hubo muchos desubicados: por qué adoctrino a las chicas, qué necesidad hay de que lean el Manifiesto, como si estuviera haciendo una tarea de adoctrinamiento. “¿Por qué no vas a mostrarlo a Cuba?”, me dijeron. Aunque el arte tiene muy pocas posibilidades de cambiar las cosas, hay gente que toma una propuesta artística como si pudiera cambiar el mundo. Molesta la niñez y el comunismo. Hay algo ahí… Si fueran adultos, sería otra cosa. Yo hago obras que no se acomodan fácilmente ni en los tiempos ni en los espacios de arte. No me importa entretener ni divertir. No asumo el concepto de aburrimiento. Cuando tengo la posibilidad de decir, cuando tengo que enunciar algo, trato de quebrar algunas cuestiones.
¿Cuándo leyó por primera vez el Manifiesto comunista?
En el colegio secundario. En mi casa había muchas discusiones sobre el bloque socialista. Recuerdo la época de los brigadistas en Nicaragua, cosas que se hablaban en mi casa y que para mí eran comunes. Mi madre sigue militando en el Partido Comunista y viajó varias veces a la Unión Soviética. Ella está más cerca de los movimientos sociales ahora. A mí papá, que ya murió, le dolió la caída del comunismo. Mi mamá no se desencantó porque para ella el comunismo trasciende las experiencias concretas.
¿Por qué trabaja con niños en situación de lectura?
Los niños me ayudan a deconstruir. Los niños pueden deconstruir el mundo a través de una lectura que no es una lectura continua, que tiene fallas, intersticios, y eso ayuda a generar espacios de preguntas. Los chicos, con sus tiempos, generan preguntas. Los niños le sacan densidad a las palabras y con sus voces, con sus dificultades en la lectura, las llenan de preguntas. Los niños logran que todo sea más simple de comprender. Pero no tiene que ver con la inocencia. Son modos de asir las palabras.
SobrE gabriela golder
Gabriela Golder es una artista y curadora argentina. La mayor parte de su producción artística la ha realizado en el área del video experimental e instalaciones audiovisuales. Sus obras han recibido, entre otros premios, el “Sigwart Blum” de la Asociación de Críticos de Arte de Argentina, el Media Art Award del Zentrum für Kunst und Medientechnologie, Alemania, el primer premio en el Salón Nacional de Artes Visuales y el primer premio en Videobrasil 2003.
abril 2018