“Trauma, sueño y fuga” es el tema de la próxima Bienal del Mercosur, que se realizará en 2022, en Porto Alegre. El curador Marcello Dantas habla sobre su propuesta y explica la importancia de lo onírico en el arte contemporáneo.
La 13ª Bienal del Mercosur está a cargo de Marcello Dantas, curador interdisciplinario que trabaja la frontera entre arte y tecnología en museos, exposiciones y proyectos de Brasil y el exterior. Para esta edición de la Bienal, Dantas eligió el tema “Trauma, sueño y fuga”, alrededor del cual se articularán las exposiciones. “Esos tres elementos son materias primas del arte”, afirma. En busca de inspiración, el curador apuesta a la potencia del estado de suspensión que produce el sueño. “La activación de lo onírico, de los sueños y delirios tiene un impacto en el imaginario común que abre vías para escapar a una condición impuesta a todos nosotros”.El tema de la próxima Bienal del Mercosur es “Trauma, sueño y fuga”. ¿Cómo se articulan esos tres conceptos?
Trauma, sueño y fuga son tres articulaciones de lo indecible. El trauma no es el episodio que le ocurre a alguien sino la incapacidad de hablar sobre ese episodio. El sueño es una manifestación de nuestra consciencia que no conseguimos expresar en palabras expresas, sino que manifestamos en la dimensión subconsciente. Y la fuga son las arquitecturas de las cuales no hablamos para que puedan mantener su objetivo de encontrar un nuevo recorrido o sentido. Esos tres elementos son materias primas del arte. El arte se alimenta de lo indecible, de aquello a lo que no logramos acceder con palabras. Estamos buscando obras y proyectos que ayuden a dar volumen a esa ecuación poética.
¿Cómo piensa el sueño? ¿En sentido psicoanalítico, cosmológico, de planos de futuro, en términos de utopía?
Lo que más me interesa es el estado de suspensión que produce el sueño. No tengo una lectura del sueño como futuro ni como utopía, sino de dimensión paralela de existencia que no conseguimos verbalizar. El sueño deja de ser sueño en el momento en que se convierte en proyecto.
¿Cómo están trabajando los artistas el sueño hoy?
La mayor parte de las expresiones artísticas que he visto sobre el sueño hablan sobre esa dimensión creativa que también pueden manifestar los enteógenos, las sustancias psicodélicas y los rituales. No se trata de llevar el arte a lo irracional sino de reconocer que necesitamos acceder a otros lugares, buscar algo que revele dónde estamos y encontrar nuevas respuestas. Esa me parece que es una preocupación de nuestro tiempo. Ante la distopia que estamos viviendo, precisamos una inspiración para salir del agotamiento de modelos simplemente lúdicos.
¿El uso de tecnologías digitales en el arte contemporáneo ayuda, de alguna manera, a inventar nuevas formas de soñar o a crear de forma onírica?
El espacio tecnológico ocupa hoy la mayor parte de la existencia humana. Es imposible que eso no se refleje en nuestro imaginario y en nuestro campo onírico. Nuestra memoria se expandió gracias a Internet, el acceso a nuestro mundo es una interface táctil, nuestras relaciones humanas están mediadas por un algoritmo. Sería utópico pensar que el arte no recibe un profundo impacto de la tecnología, cuando nuestros sueños están infectados de ella.
¿Cuáles son los desafíos de pensar una Bienal en la estela de la pandemia?
El desafío es no limitar el alcance al tema cotidiano de la pandemia, sino de entender nuestro tiempo de modo más transversal. La pandemia es algo muy importante que pasó dentro de un momento histórico. Sin embargo, resultan más interesantes los procesos que ella reveló sobre la condición humana, la desigualdad, los impactos psicológicos de aislamiento y la revelación del mundo agotado y fragmentado que surge después. Es difícil despertar en este momento distópico pero es necesario creer que de todo esto va a surgir algo nuevo.
Por primera vez la Bienal del Mercosur abrió una convocatoria pública a través de un aviso que amplió la participación de artistas. ¿Qué tipo de propuestas están buscando para esa muestra específica?
Es una manera de dejar una puerta abierta, inclusiva, que sirve para que surjan nuevos talentos y nos permite estar receptivos a lo azaroso. Además de ser abierta, la propuesta era una selección a ciegas, no sabíamos quiénes eran los postulantes y eso generó, de hecho, una muestra increíble del espíritu de nuestro tiempo. No puedo hablar de los trabajos, que todavía están en proceso pero me gustaron los planteos que propusieron.