Bienal de Arquitectura de Venecia  Trabajar con lo que está a disposición

El lema del Pabellón de Alemania en la Bienal de Arquitectura de 2023: “Open for Maintenance – Wegen Umbau geöffnet”.
El lema del Pabellón de Alemania en la Bienal de Arquitectura de 2023: “Open for Maintenance – Wegen Umbau geöffnet”. Foto (detalle): © ARCH+ SUMMACUMFEMMER BÜRO JULIANE GREB

¿Qué queda de una bienal? Por ejemplo, quedará el material de construcción para el Pabellón de Alemania en la 18a Exposición Internacional de Arquitectura, la Bienal de Venecia. El pabellón de 2023 se construirá en su totalidad a partir de restos de la bienal anterior. La curaduría del pabellón está a cargo de la revista de arquitectura Arch+ t y los estudios Summacumfemmer y Büro Juliane Greb. En este entrevista, el jefe de redacción de Arch, Anh-Linh Ngo explica cuál es el principal interés de él y su equipo.

Usted está realizando junto con un gran equipo la curaduría del Pabellón de Alemania en la Bienal de Arquitectura de Venecia. ¿Con qué idea inicial abordaron el proyecto?

Al principio de nuestro trabajo nos preguntamos: ¿qué queda al final de los grandes eventos como las bienales de arte o arquitectura? ¿Qué queda cuando los pabellones cierran, las instalaciones se desmontan, los visitantes y los artistas ya han partido?

Una pregunta por el sentido, que, asumo, persigue a todo curador...

Pero nosotros la planteamos de modo muy concreto, con miras a lo material. Es decir: ¿qué queda materialmente en ciudades como Venecia después de terminados esos eventos? Y comprobamos que lo que queda son toneladas de basura. Eso nos dio que pensar. Y aun si dejamos el nivel de lo concreto y observamos los desarrollos urbanos, exposiciones como la Bienal tienen efectos positivos pero también muchos efectos negativos en la ciudad y sus alrededores: hacen subir los precios, los espacios se mercantilizan, aumenta el valor de la propiedad. Y los pobladores quedan solos para enfrentar las consecuencias de nuestro accionar. Por eso dijimos: queremos hacer cosas que tengan un valor, que permanezcan, sean útiles y relevantes para la gente del lugar.
El equipo curatorial del Pabellón de Alemania (de izquierda a derecha y de arriba a abajo): Christian Hiller, Melissa Makele, Anne Femmer, Petter Krag, Juliane Greb, Anh-Linh Ngo, Franziska Gödicke, Florian Summa. El equipo curatorial del Pabellón de Alemania (de izquierda a derecha y de arriba a abajo): Christian Hiller, Melissa Makele, Anne Femmer, Petter Krag, Juliane Greb, Anh-Linh Ngo, Franziska Gödicke, Florian Summa. | Foto (detalle): © Jelka von Langen/ARCH+ SUMMACUMFEMMER BÜRO JULIANE GREB ¿Cómo se integraron esas reflexiones iniciales al trabajo en el pabellón?

Nuestro concepto se regía por el lema “Open for Maintenance – Wegen Umbau geöffnet” [Abierto por mantenimiento]. De ese modo abrimos otra perspectiva en el debate sobre la sostenibilidad: por un lado, en la arquitectura debemos apartarnos de la práctica de estar siempre derribando y construyendo de nuevo. Este punto es objeto ahora de un debate muy amplio. Pero nosotros lo conectamos también con un debate social: si queremos tener en cuenta la conservación de edificios, debemos tematizar todos esos trabajos que suelen quedar en un segundo plano detrás de la arquitectura. Me refiero al cuidado, al saneamiento y la limpieza de los edificios. Todo esto colabora en cierto modo a la producción del espacio, aunque esas actividades a menudo sean invisibles. Por eso también cooperamos con el programa Performing Architecture del Goethe-Institut, y así junto con el Institute of Radical Imagination pondremos en escena una performance discursiva con trabajadores de la industria cultural y de servicios. Un componente de nuestro aporte es volver visible ese trabajo de cuidado.

¿Qué papel cumplen ahí los restos, que usted mencionó, de las bienales anteriores?

Ese es el segundo aspecto de nuestro trabajo, que se refiere a cómo podemos gestionar las reservas: en cuanto a las reservas, no podemos simplemente suponer que en el futuro siempre tendremos disponibilidad de todo. Deberíamos limitarnos un poco más y trabajar con lo que ya está ahí a mano, y que tal vez ya fue objeto de un proceso y en lo que ya se puso mucha energía y fuerza de trabajo. Por eso dijimos: no vamos a llevar nuevo material a Venecia para nuestro pabellón.

¿Cómo funcionará eso?

Trabajando con lo que encontremos en el lugar, con los residuos de la bienal del año pasado. Apenas estuvo claro que recibiríamos el suplemento de este año, nos pusimos en contacto con más de cincuenta pabellones y exposiciones del año pasado y al final más de cuarenta nos cedieron el material. Nuestro equipo lo reunió en las semanas posteriores al final de la bienal de arte, y con esfuerzo lo trajo por los canales o los puentes de Venecia hasta el Pabellón de Alemania, y lo guardaron allí. La sostenibilidad no es una noción para aplicar en sermones sino que es trabajo físico duro que cuesta mucho tiempo.
En diciembre de 2022, los trabajadores depositaron en el Pabellón de Alemania los restos de la Bienal de Arte 2022. En diciembre de 2022, los trabajadores depositaron en el Pabellón de Alemania los restos de la Bienal de Arte 2022. | Foto (detalle): © ARCH+ SUMMACUMFEMMER BÜRO JULIANE GREB ¿Y trabajarán con esos residuos?

En este contexto me gustaría dejar de usar la palabra “residuos”. Por el contrario, con nuestros pabellones queremos dejar claro que esos materiales no son basura, sino más bien elementos reutilizados, espolios, para usar un término de la historia del arte. Al fin y al cabo, todos esos materiales constituyen nuestra producción cultural, fueron partes de instalaciones de arte, de stands de exposiciones, y nosotros queremos transmitir ese valor. La pregunta de cómo podemos trabajar de modo creativo con aquello que comúnmente se declara basura es un aspecto importante de nuestro abordaje de la arquitectura del futuro.

Volviendo al aumento de los inmuebles en la ciudad turística que es Venecia. ¿Cómo piensa que se puede controlar la situación?

En primer lugar, no es nuestra intención presentarnos como los que lo saben todo. No venimos a Venecia con el equipaje lleno de soluciones para la sostenibilidad, ni buenas prácticas “made in Germany”. No, los problemas son de naturaleza global y no pocas veces las soluciones ya están en las sociedades locales. También en este tema trabajamos con lo que está a disposición: elaboramos para nosotros una red de iniciativas de la sociedad civil local, que se ocupan de temáticas vinculadas a la sostenibilidad social y ecológica.

¿Qué tipo de iniciativas?

Una es, por ejemplo, la Assemblea Sociale per la Casa, que se ocupa en Venecia del derecho a la ciudad y de la cuestión habitacional. La población del centro de Venecia disminuye de modo continuo, ahora está por debajo de cincuenta mil. ¿Por qué? La mayoría de la gente no pueden pagar una vivienda y se muda a tierra firme, porque su lugar natal sufre las consecuencias del turismo. A la vez, hay cientos de viviendas públicas vacías, con el argumento de que no hay dinero para sanearlas. Ahí entra en juego la Assemblea, por ejemplo, “ocupasaneando” esas viviendas que están vacías y se deterioran. Es algo parecido a lo que se hacía en el barrio de Kreuzberg en Berlín en los años ochenta. Queremos fortalecer esas soluciones resaltándolas en el escenario internacional que es la Bienal

 

Los problemas son de naturaleza global y no pocas veces las soluciones ya están en las sociedades locales.

Si me permite, repito la pregunta del comienzo: ¿qué ha de quedar de su pabellón? ¿Qué reacción o recepción espera tener?

El mayor efecto que podríamos tener sería mostrarle a la Bienal como institución que es posible reducir el derroche de recursos. Por ejemplo, se podría crear un espacio donde se archive todo el material de las exposiciones y se haga un inventario, para que los futuros curadores se puedan servir de él. Ese depósito material se podría completar con una herramienta digital, una especie de inventario virtual, en el que estén enumerados todos los materiales. Ahora estamos desarrollando esa herramienta, y si hiciera escuela, sería estupendo.

¿Y qué posibilidad hay, cree usted, de que se produzca ese cambio en el modo de pensar?

La Bienal es un evento muy grande y una vieja institución que tiene sus propias dinámicas y su propio horizonte temporal. Pero si realizamos nuestro pequeño aporte para que haya un avance, no sólo para generar una reflexión sino para volver concretos algunos caminos de solución, habrá valido la pena.

Performing Architecture

El Goethe-Institut acompaña la 18a Bienal de Arquitectura con un programa especial. Bajo el título “Performing Architecture 2023” llevará a Venecia discursos performativos y presentará los contenidos del Pabellón de Alemania en una experiencia artística y sensorial. Con ese fin el Goethe-Institut utilizará el particular espacio urbano de Venecia para abordajes artísticos y discursivos. Trabajos de artistas locales, debates e instalaciones tendrán su lugar en el Pabellón de Alemania, pero también en espacios teatrales y plazas y calles públicas. Desde el punto de vista de los contenidos, estos eventos estarán en línea con la exposición y las actividades del Pabellón de Alemania con sus temas: cuidado, reparación y saneamiento.

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