Respirar, hablar, caminar, reír, decidir... todo empieza en la cabeza.
Nuestro cerebro determina las percepciones, las acciones, los pensamientos y los sentimientos, e incluso nuestro carácter. Las predisposiciones genéticas desempeñan un papel tan importante como las experiencias propias y las influencias del entorno y de los demás seres humanos. La información llega a nuestro cerebro a través de los sentidos, como la vista, el tacto, el oído o el gusto. Solo ahí surge una imagen única e individual del mundo. En un momento dado, en el cerebro de una persona tienen lugar innumerables procesos conscientes e inconscientes. Esto también cambia al propio cerebro.
Los avances cruciales en microscopía y otras técnicas de imagen muestran cada vez con más precisión cómo funciona nuestro cerebro. Pero este órgano extraordinariamente complejo sigue planteando muchos interrogantes a los científicos. Los resultados de la investigación sobre el cerebro no solo son importantes para la medicina, sino que también repercuten en ámbitos sociales como la educación, la pedagogía y la jurisprudencia.
Lóbulo frontal
El lóbulo frontal es toda la parte frontal de la corteza. A partir de aquí, se controla el movimiento consciente, especialmente la velocidad, la dirección y el desarrollo de la fuerza. Muchos científicos también sitúan aquí las funciones mentales superiores del ser humano y se refieren al lóbulo frontal como el «portador de la cultura». La zona más avanzada del lóbulo frontal es responsable de la atención, el pensamiento, la toma de decisiones y la planificación, y se considera la sede de la personalidad.
Lóbulo temporal
La función más conocida del lóbulo temporal es la audición. Los centros auditivos ocupan casi toda la superficie del lóbulo temporal. El habla y la música probablemente requieran una «potencia de cálculo» muy elevada. Pero el lóbulo temporal también es necesario para muchas otras cosas: oler, hablar, comprender, reconocer imágenes y formar recuerdos.
Hipocampo
El hipocampo es un trozo «enrollado» de la corteza y una parte central del sistema límbico. Es importante para almacenar los conocimientos y la experiencia: si te falta, no puedes recordar nada nuevo. El hipocampo es una de las pocas zonas del cerebro donde se generan nuevas neuronas a lo largo de la vida.
Sistema límbico
El sistema límbico es un grupo de áreas cerebrales de gran importancia para el desarrollo y el procesamiento de las emociones y para los procesos de memoria. Los más importantes son el hipocampo, la amígdala, el giro cingulado y el giro parahipocampal. Estas áreas del cerebro están estrechamente interconectadas. El sistema límbico controla nuestros sentimientos y nuestra sexualidad y evalúa la importancia de la información sobre el mundo exterior.
Hipotálamo
El hipotálamo controla funciones tan importantes como la reproducción, la nutrición, la regulación de la temperatura y la medición del tiempo. Es un centro superior del sistema nervioso autónomo que controla los procesos inconscientes, como la respiración o los latidos del corazón. La parte posterior del hipotálamo pertenece al sistema límbico.
Glándula pituitaria
La glándula pituitaria solo tiene el tamaño de un guisante, pero es vital. Como «reina de las glándulas», determina el sistema hormonal del organismo. Está controlada por el hipotálamo y libera hormonas en la sangre. De este modo, regula funciones corporales como el crecimiento y la reproducción y el metabolismo.
Cerebelo
El cerebelo está situado en la parte posterior del cráneo. Evolutivamente, es una parte muy antigua del cerebro. Las conexiones entre las células nerviosas son mucho menos complejas que en el cerebro. El cerebelo coordina las habilidades motoras, es decir, la postura y el caminar, pero también los movimientos complejos, como escribir. A pesar de su pequeño tamaño, el cerebelo está formado por cuatro veces más células que el resto del cerebro.
Tallo cerebral
El tronco cerebral está directamente conectado a la médula espinal y es algo así como el «centro técnico» del cerebro. No más grande que un pulgar, el tronco encefálico controla y regula los procesos inconscientes y vitales del cuerpo, como la circulación, la respiración o el sueño. Desde el punto de vista del desarrollo, es la parte más antigua del cerebro. Por lo tanto, las diferencias entre los humanos y los animales son comparativamente pequeñas en este caso.
La comunicación lo es todo
Nuestro cerebro es una compleja red de unos miles de millones de células nerviosas que se comunican permanentemente entre sí. Constantemente, las conexiones entre las células nerviosas se establecen o se separan, se refuerzan o se debilitan. Este es también el requisito previo para que aprendamos y olvidemos. Las células nerviosas reciben estímulos eléctricos a través de las dendritas y los conducen al cuerpo celular. Desde allí, se envían a través del axón a otras células nerviosas. La transmisión de una célula a la siguiente se produce en las sinapsis. Aquí, el impulso eléctrico se traduce en un impulso químico. Hay células nerviosas en el cerebro que reciben señales de hasta 10 000 otras células nerviosas y las que transmiten señales a otras miles.
Las células nerviosas del cerebro están dispuestas en capas. Estas capas y sus numerosas conexiones son el requisito previo para el procesamiento rápido de la información.