Novelas y cuentos
Liliana Colanzi
Foto: Lourdes Plata
De Liliana Colanzi
Liliana Colanzi nació en Santa Cruz de la Sierra el año 1981. Escritora, periodista y editora. Estudió Comunicación Social en su ciudad natal. Maestría en Estudios Latinoamericanos (Universidad de Cambridge); doctorado en Literatura Comparada (Universidad de Cornell). Ha publicado los libros de cuentos Vacaciones permanentes (2010), La ola (2014) y Nuestro mundo muerto (2016). Con este último fue finalista del premio de cuento Gabriel García Márquez en 2017. Ese año fue elegida entre los 39 escritores latinoamericanos menores de 40 años más destacados por el Hay Festival Cartagena, Bogotá39.
Me gusta una frase que le escuché decir a María Teresa Andruetto hace unos días: “Tenés que vaciarte de vos mismo para que el inconsciente te tire un hueso”. Sería aburrido limitarme a escribir solo a partir de mi experiencia vital; cuando escribo quiero que asome una voz que proviene de otra parte, y que puede ser marciana o animal. Me interesa la experiencia de las mujeres como material de escritura en tanto esto me lleva a explorar territorios desconocidos: en este momento me resulta más estimulante escribir sobre una adolescente en una colonia menonita o sobre una mujer de la época de las glaciaciones que escribir sobre una mujer que se parezca a mí.
¿Cómo te imaginas ser, como persona o como escritora, dentro de 20 o 30 años?
Cuando era niña y sufría de una timidez salvaje, me consolaba pensando que la ansiedad ante la gente se me quitaría con la edad; quizás la sorpresa más grande de la edad adulta fue descubrir que algunos de los terrores de la infancia vivos. Espero envejecer con las características de algunas de las personas que más admiro: curiosidad, sentido del humor, generosidad, sabiduría.
¿Cuáles son las mejores condiciones personales para poder escribir?
Muchas veces la escritura más urgente surge de circunstancias que te desafían o te incomodan o te exponen a situaciones límite. Dicho esto, necesito cierta continuidad y varias horas por delante para que la historia empiece a fluir.