Novelas y cuentos
Manuel Vargas Severiche
De Manuel Vargas Severiche
Manuel Vargas Severiche (Huasacañada, Vallegrande, 1952). Ha publicando, más de una veintena de obras narrativas. Fue redactor de la Revista Infantil Chaski. Dirigió la revista de cuentos Correveidile. Ha preparado y publicado antologías como: Antología del cuento femenino boliviano, Antología literaria de castellano como segunda lengua, Antología del cuento boliviano (Biblioteca Boliviana del Bicentenario). Muchos de sus cuentos se han traducido al croata, inglés, sueco y alemán, y publicado en antologías. Algunas de sus obras: Andanzas de Asunto Egüez, Nocturno paceño, Bolivian spiritual, La Paceñita (novelas), Cuentos tristes (cuentos), Historia de Bolivia (ensayo) y numerosas narraciones para niñas y niños.
En una primera época escribí narraciones a partir de la nostalgia de mi infancia, vivida en el campo. De esa época es Andanzas de Asunto Egüez (1996) donde experimento con el lenguaje coloquial rural y el humor. Bastantes años después me sentí capaz de ampliar ese mundo a las ciudades adonde me trasladé. Nocturno paceño (2006) es una muestra: el humor se volvió ácido y el lenguaje directo, sin ser descarnado. Me quedaría con esas dos novelas, que se complementan.
El fragmento que hemos seleccionado juntos es de la novela La Paceñita, y la cuentas según la perspectiva de una mujer joven. ¿Cómo te surgió la idea?
Muchas veces los personajes de mis narraciones son mujeres; parece que tengo capacidad para escucharlas, en la realidad. Comencé escribiendo esta novela para reflejar la ignorancia de ciertas jovencitas con respecto a la vida: en sus tareas escolares escriben fantasiosas y disparatadas historias donde no falta el sexo, cargado de un sentimentalismo de novela rosa. Quise reflejar eso, pero después se complicó y conté casi la vida entera de una mujer gustosa.
¿Cuál es el mejor desafío en este momento para la literatura boliviana?
Las instituciones, el estado, las empresas editoriales, deberán cumplir su trabajo de facilitar y difundir la creación literaria. Eso le vendrá bien al creador. Salvo algunas excepciones, dicho ambiente no es el mejor. Pero el desafío principal está en el mismo escritor, o escritora. Este desafío se resume así: Persistir y persistir, ahora y siempre. Escribir con los dictados interiores y no dejarse llevar por las sirenas de la fama ni por falsos universalismos.