KATTERINA LÓPEZ ROSSE G.
Piedras
Mujer nidal
mujer canto
mujer viento
mujer niebla
mujer árbol
mujer piedra
soy antigua
nunca olvido
Nosotros los solos
estuvimos allí
las piedras cíclopes nos vieron
deslizar los pies sobre sus ojos abiertos
sin apuro
nos adentramos
a la oscuridad inicial
conjuro temprano del desconsuelo
quietud invisible de brevedad estancada
las antepasadas caminaron con nosotras
eran hongos o niñas santas
llenas de caídas habitadas durante siglos
estiramos manos de precipicios
traíamos raíces colgando de las palmas
aprendizajes lentos, hierbas olorosas
inocencia en los cabellos blancos
esperar entre dos vidas
volver a nacer
partir del canto de cuervos
lo no visto lo no evidente
abrir nueve puertas
azufre, mercurio, sal
lo que no somos lo que no seremos