Procesos de producción sostenibles
La fábrica del futuro
Producir de manera rentable y proteger el medio ambiente: la industria está cada vez más bajo presión para hacer ambas cosas al mismo tiempo. Robert Miehe, del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Fabricación y Automatización IPA, explica si esto es posible y cómo.
De Petra Schönhöfer
Sr. Miehe, ¿cuáles son actualmente los temas de sostenibilidad más importantes en la industria alemana?
El cambio climático, por mucho. Una de nuestras encuestas muestra que el 70 por ciento de las empresas encuestadas quieren tener un efecto neutro para el clima en 2025. Esto va a provocar mucho presión en los próximos cuatro o cinco años. Otro tema importante es la economía circular, que solía incluir la mera gestión de residuos, pero que ahora se entiende cada vez más como un concepto integrador que incluye todos los pasos, desde el desarrollo del producto hasta la producción y el reciclaje. Y luego está la digitalización: la Industria 4.0 es considerada como la fuerza impulsora de la innovación, un tema futuro que la industria descubrió hará unos diez años. La sostenibilidad realmente no desempeñó ningún papel al principio, pero ahora hay cada vez más intentos de encontrar soluciones digitales, incluso para los temas de sostenibilidad.
¿Encajan la industria y la sostenibilidad, para empezar? ¿No son mutuamente excluyentes por naturaleza?
La relación entre industria y sostenibilidad es ambivalente. Por un lado, las empresas contribuyen a la contaminación ambiental y a los conflictos sociales. Por otro lado, en mi opinión, las soluciones sostenibles sólo pueden tener lugar en las empresas, a través de nuevas tecnologías e innovaciones. Para lograr esto, sin embargo, las empresas también deben permitir nuevas escuelas de pensamiento y nuevas formas de cooperación. Por ejemplo, tirar por la borda y cuestionar los patrones de pensamiento establecidos sobre el potencial de crecimiento y de escalación y sobre los tiempos de amortización: si, por ejemplo, sólo se proporcionan dos años de tiempo de amortización para máquinas y sistemas, esto limita las posibilidades de inversión a largo plazo. Mi percepción es que se reconoce claramente la necesidad en la industria, lo cual se debe al zeitgeist y a los esfuerzos por lograr un Pacto Verde.
¿Qué estrategias se pueden utilizar para hacer que la producción sea más sostenible?
Básicamente, se hace una distinción entre tres estrategias diferentes: Primero, la relación entre el input y el output. O bien se mejora el input para obtener la misma cantidad de output, o se crea más output a partir de la misma cantidad de input. Esto se llama eficiencia, y puede aumentarse, por ejemplo, mediante nuevas tecnologías. La energía es un ejemplo clásico: en el Instituto, por ejemplo, desarrollamos conceptos energéticos que permiten utilizar la oferta volátil de energías renovables en la producción sin interferencias y amortiguar los picos de demanda. En segundo lugar, está la estrategia de efectividad. Esto significa que uno se guía por los fenómenos naturales y persigue el objetivo de una economía circular. Esto se puede lograr, por ejemplo, a través de simbiosis industriales en las que todos los participantes trabajan juntos, por ejemplo, en un entorno urbano. Y finalmente, está la estrategia de suficiencia, a menudo desacreditada como una estrategia de renuncia. Sin embargo, esto también se puede aplicar muy bien en innovaciones técnicas. Por ejemplo, un diseño de producto adecuado puede prevenir defectos y aumentar la capacidad de reparación. La estrategia de suficiencia también incluye conceptos del uso conjunto de productos (palabra clave: car sharing).
Un reproche frecuente a la industria es que se enfoca demasiado en soluciones técnicas a corto plazo. ¿Qué opina al respecto?
Opino exactamente lo mismo. Pero también me cuesta culpar a las empresas porque, por supuesto, también funcionan dentro de un cierto marco. Como empresas establecidas o como corporaciones que emplean a varios cientos de miles de personas, no pueden convertir dos años de amortización en seis años de un momento a otro, para permitir inversiones a largo plazo. Entonces, en algún momento, ya no serían competitivas y tendrían que despedir a todo su personal. Es por eso que las empresas tienen que explorar los potenciales. Desde mi punto de vista, esto se logra, principalmente, a través de innovaciones técnicas y sistémicas, cooperación interdisciplinaria, nuevos mercados y nuevas tecnologías.
El Instituto Fraunhofer ha establecido un "Centro de Competencia de Biointeligencia", en el que 40 científicos de varias universidades e Institutos Fraunhofer realizan investigaciones sobre el tema de la biointeligencia. ¿Puede explicar cómo puede ayudar esto a la industria a lograr una producción sostenible?
IEl concepto de biointeligencia consiste en repensar completamente la producción. Por ejemplo, con unidades de producción celular que son mucho más pequeñas y menos centralizadas de lo que es el caso hoy en día. Queremos lograr una convergencia de las ciencias de la vida, las ingenierías y las ciencias de la información. Sistemas de valor agregado que producen de forma descentralizada, que consumen recursos locales, que vuelven obsoletas las grandes cadenas de suministro complejas. Esta es nuestra visión, la que tratamos de pensar para el futuro y la que guía nuestro trabajo. (Ejemplos en la galería de imágenes)
Desde una perspectiva empresarial, ¿cuáles son los argumentos a favor de invertir en la sostenibilidad?
Depende del área. Cumplir con la legislación ambiental y de sostenibilidad es inevitable, porque una empresa debe cumplir con los lineamientos para no perder el acceso al mercado. Otro argumento es la mercadotecnia. Las empresas están notando que los clientes se están involucrando cada vez más en temas de sostenibilidad, como Fridays for Future. Los informes de sostenibilidad, lamentablemente, a menudo no son más que una herramienta de mercadotecnia, que a mis ojos representan una realidad relativamente embellecida. Lo más importante, sin embargo, es el argumento de la eficiencia: los procesos se optimizan, el consumo de recursos se reduce, los costos se optimizan. Por ejemplo, pensamos en el lean management, es decir, el diseño de la cadena de valor, en combinación con la gestión ambiental.
Entonces, ¿qué debe cambiar para que la industria cambie?
Es difícil acusar a la industria de no cambiar si el marco político, los patrones de consumo y el comportamiento del consumidor no cambian. Mientras las condiciones marco no cambien drásticamente, por ejemplo, que se les ponga un precio efectivo a los impactos ambientales y que éste tenga una repercusión para los productores, como es actualmente el caso con el precio del CO2, la industria siempre encontrará formas de mantener los métodos de producción actuales a mediano plazo. Esto es difícil de resolver si no hay presión o subsidios para crear nuevas condiciones marco.
¿Cuáles son los mayores desafíos para la industria en el futuro?
Por ejemplo, la transparencia de las cadenas de suministro. Esto es esencial, independientemente de si se trata del cambio climático, el uso de contaminantes, conflictos o materias primas críticas, de factores sociales como las violaciones de los derechos humanos o el trabajo infantil, pero también de factores ecológicos como el potencial de gases de efecto invernadero o el potencial de eutrofización. También en la economía circular. Es un gran desafío, especialmente cuando hay pensar juntos en los productos desde su desarrollo hasta el reciclaje completo. La responsabilidad del producto recae en el fabricante: éste debe estar más obligado a suministrar procedimientos, pautas de desmantelamiento, etc. para sus productos. Otro desafío, al menos en Alemania, es el escepticismo de gran parte de la población hacia tecnologías futuras como la inteligencia artificial (IA) y la biotecnología. Como sociedad y como industria, no podremos evitarlos si queremos que la producción sea más sostenible, pero estamos observando enormes reservas al respecto. Si nosotros, como hub industrial, no logramos encontrar soluciones y margen de maniobra para las empresas y la investigación, entonces nos quedaremos atrás en un futuro previsible. En el sector de la IA, esto ya se está haciendo evidente. Cuando la industria ya no es competitiva, la demanda también migra.