ANUAR ELÍAS PÉREZ
“SIMULACRO DE MUDANZA”
Nunca imaginamos llegar al punto
en el que tocaría
renovar la loza —venida a menos
por el uso— o el plaqué
sin filo
que muy bien nos sirvió de arma
contra el hastío
entonces nos veremos
caminando sobre los blancos pasillos
del supermercado
agitados frente a lo irresistible
que siempre nos parecieron las ofertas
¡Un juego de cuchillos en rebaja!
—nos diremos entre dientes
al llegar a casa
abriremos la caja dominados
por el nervio de quienes
frente a los metales nuevos
no contienen el impulso
de afilarlos —por primera vez
con el aliento
segundos después
—y sólo entonces
en el reflejo de sus finas hojas
nos daremos cuenta
que las cicatrices ya empiezan
entre tantas arrugas
a disimularse.