En Alemania, los gobiernos están formados casi siempre por alianzas entre partidos. En las últimas décadas, dichas coaliciones han mostrado un número muy limitado de variantes. Con las elecciones de este año al Parlamento Federal, el juego en torno al poder se presenta más intrigante que nunca.
Lo que ocurrió en la primavera de 2016 en el estado federado alemán de Baden-Württemberg habría sido casi imiginable tan solo unos años atrás. Tras las elecciones se produjo una coalición de partidos a los que durante mucho tiempo se había considerado enemistados. Se trataba del grupo socialecologista Los Verdes y la conservadora Unión Democristiana (CDU).
El acuerdo fue posible por el acercamiento creciente entre ambas agrupaciones: así, el responsable del gobierno de Baden-Württemberg, hasta la fecha único Presidente verde en los 16 estados federados alemanes, conduce hoy un gran Mercedes diésel y apoya a la industria automovilística. La CDU, por su parte, dio este verano la sorpresa de hacer realidad una de las principales exigencias de Los Verdes: el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Dos votos por votante
Si en Alemania los partidos hacen coaliciones, la causa hay que buscarla también en la legislación electoral. Cuando los ciudadanos alemanes elijan un nuevo Parlamento Federal el 24 de septiembre de 2017, deberán emitir dos votos: con la primera cruz hecha en la papeleta, designarán a uno de los candidatos de las 299 circunscripciones. Pero con su otro voto, más importante, estarán eligiendo un partido, más exactamente: una lista nacional. Los candidatos de esta lista los determinan los partidos políticos. Esta proporcionalidad en la votación es la pieza maestra de la democracia representativa, pues de este modo también partidos pequeños como Los Verdes tienen la oportunidad de lograr representación en el Parlamento Federal, en las 16 cámaras regionales o en los consejos de gobierno local, siempre, eso sí, que consigan un cinco por ciento de los votos emitidos.
El Bundestag fue en un principio un parlamento de tres partidos: los dos grandes partidos nacionales Unión Democristiana de Alemania en compañía del partido hermano bávaro Unión Socialcristiana (CSU), que concurren a las elecciones conjuntamente en forma de “Unión”, ubicables políticamente dentro del centro-derecha; la agrupación de centro-izquierda Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), y, más pequeño, el Partido Democrático Libre (FDP). Este último participó alternativamente en coaliciones con la Unión y el SPD, hasta que las últimas elecciones al Parlamento Federal, en 2013, se vio fuera del Bundestag al no superar el listón del cinco por ciente.
En 1983 Los Verdes habían conseguido entrar en el Bundestag. Tras la Reunificación en 1990, desde la parte oriental del país, la antigua República Democrática de Alemania, integrada en la órbita soviética, se les añadió otro partido más: eran los sucesores del partido estatal de antaño, que hoy se denominan Die Linke (La Izquierda).
¿Se disuelven los grandes partidos nacionales?
Por otra parte, los parlamentos de los 16 estados de la federación acogían a otros pequeños partidos, entre ellos agrupaciones de electores independientes, pero también partidos de carácter muy conservador o de extrema derecha. La aparición de los minoritarios hizo que, al poco tiempo, en las ciencias políticas empezara a oírse hablar de la “disolución de los grandes partidos nacionales”. Por una parte, los conservadores CDU/CSU y el SPD no dejaban de perder afiliados. Por otra, iba descendiendo también la participación en las elecciones al Parlamento Federal: del 91,1 por ciento del año 1972, se ha pasado al 71,5 por ciento en la última votación de 2013. Además, cada vez más personas recurren a otras formas de participar en los asuntos comunes: colaboran con asociaciones o iniciativas ciudadanas, asisten a manifestaciones, organizan consultas populares... Hay quienes sienten frustración con el sistema de partidos y con Europa. Y prefieren un voto más radical.
En septiembre de 2017, Alternativa por Alemania (AfD), a la que se ha asignado el azul como color representativo, se convertirá probablemente en el primer partido populista de derecha que consiga entrar en el Parlamento Federal. Como las perspectivas también vuelven a ser buenas para los liberales del FDP, puede que se llegue por primera vez a un parlamento con seis partidos. Lo cual trae consigo más posibilidades de coaliciones postelectorales que nunca.
La coalición entre los conservadores de Unión y los liberales del FDP es el acuerdo que se ha dado con más frecuencia en la historia de la Alemania federal. Ya el primer Canciller, Konrad Adenauer (CDU), incorporó a su coalición a los liberales demócratas. Los gobiernos negro-amarillos han estado en el poder 25 años, entre ellos el periodo de 2009 a 2013 bajo la dirección de la Canciller Angela Merkel. En dicha época, sin embargo, el FDP gozó de pocas preferencias. Los electores no solo fueron sacando de los parlamentos regionales a la coalición negro-amarilla. En 2013, el FDP se ausentaba también por vez primera de los escaños del Parlamento Federal. A fecha de hoy, la coalición negro-amarilla ha vuelto a lograr presencia en un Land, en concreto el de Renania del Norte-Westfalia.
El acuerdo entre los socialdemócratas del SPD y los liberales del FDP en el plano federal subsistió desde 1969 hasta 1982. Los Demócratas Libres, hasta entonces fieles siempre a la Unión conservadora, se decidieron por ayudar a conseguir el gobierno a un canciller del SPD, en la persona de Willy Brandt. La coalición social-liberal propugnaba la democratización en el interior del país y, en el exterior, el acercamiento a la RDA, o sea la otra Alemania con régimen socialista situada detrás del Muro. El acuerdo terminó cuando el FDP le retiró al SPD su confianza en 1982, haciendo así caer el gobierno. Muchos Demócratas Libres abandonaron entonces la agrupación, que siguió existiendo ahora con una orientación entre el liberalismo económico y el neoliberalismo. Desde 2006 no ha vuelto a darse regionalmente ninguna alianza entre socialistas y liberales.
En 1998 llegó al poder el primer gobierno en el que participaban el SPD y los Verdes. Lo presidió el Canciller Gerhard Schröder. Era un gabinete que propugnaba el reformismo social y la política medioambiental. Decidió el abandono de la energía atómica. En este momento, están gobernadas por coaliciones rojiverdes las ciudades libres Hamburgo y Bremen. Caso especial fue la alianza rojiverde en el estado de Baden-Württemberg desde 2011 a 2016: allí, el partido “pequeño” Los Verdes había logrado más votos que el “gran partido”, el SPD. Un verde, pues, asumió la presidencia del gobierno regional.
Se denomina “Gran coalición” la alianza de los grandes partidos nacionales, CDU/CSU y SPD. Se produjo por primera vez en 1966, aunque solo duró tres años. Los expertos en ciencias políticas consideraron entonces que no era un acuerdo bueno para la democracia, pues generaba un gobierno con demasiado poder y una oposición débil reducida a mínimos. Había ciudadanos, en efecto, que protestaban en las calles; se denominaban la “oposición extraparlamentaria”. Pero fue justamente esta misma alianza la que eligió en 2005 a Angela Merkel como primera Canciller de la República Federal. De los doce años que lleva ya en el gobierno, ocho han transcurrido “con grandes coaliciones”. En estos momentos, la CDU y el SPD gobiernan aliados no solo la federación, sino también los estados de Mecklenburgo-Antepomerania, Sajonia y el Sarre.
“Coalición rojirroja” es el término que señala la alianza entre el SPD y el partido democrático-social “La Izquierda”. El modelo está presente sobre todo en la parte oriental del país, donde La Izquierda goza de bastante pujanza. Ciertamente, una vez caído el Muro el SPD se negó durante largo tiempo a gobernar con La Izquierda. Con ello tuvo que ver también la campaña desarrollada por sus competidores políticos: la CDU advertía a grandes voces contra los “calcetines rojos”, en alusión al pasado comunista de La Izquierda. Hubo que esperar hasta 1998 para que apareciese la nueva coalición rojirroja en el estado de Mecklenburgo-Antepomerania, y después en la ciudad libre de Berlín. En este momento, hay un gobierno rojirrojo en Brandeburgo.
Esta es una combinación que durante mucho tiempo resultaba impensable. Que los verdes hayan abandonado sus reservas frente a los demócrata-cristianos guarda relación también con la figura de Angela Merkel. La canciller ha modernizado la CDU/CSU en muchos ámbitos: durante su gobierno se ha abolido el servicio militar obligatorio, introdujo la subvención para padres de recién nacidos, se ratificó la despedida de la energía nuclear y, finalmente, se abrió la puerta al matrimonio entre homosexuales. Por su parte, Los Verdes se dirigen cada vez más a un electorado burgués que va descubriendo su propia conciencia medioambiental. En este momento, la CDU gobierna en coalición con Los Verdes en el estado de Hesse; en Baden-Württemberg, es más, el gobierno está en manos de un presidente verde en colaboración con la CDU como aliado minoritario. Esta última se denomina también “coalición kiwi”.
Llevó tiempo llegar a la coalición rojirroja, pero aun más hasta que se dio por primera vez en algún estado federado la de los tres partidos de izquierdas, SPD, Verdes e Izquierda: el momento llegó en 2014 en el estado de Turingia. La Izquierda colocó allí en el gobierno a su único presidente regional hasta la fecha, que cuenta con los aliados minoritarios SPD y Los Verdes. La coalición tiene un andamiaje vacilante, y cuenta con una leve mayoría de tan solo un voto. Otra coalición rojo-rojo-verde gobierna hoy en la ciudad de Berlín, aunque en este caso bajo el liderazgo del SPD. Si en el plano nacional no se ha dado nunca aún esta alianza, ello guarda relación también con las grandes diferencias de los tres partidos en política exterior: La Izquierda es crítica con la política europea y la OTAN, y propugna intensificar el acercamiento a Rusia. Los Verdes y el SPD disienten en cada uno de dichos tres puntos.
SPD, FDP y Verdes es una combinación de gobierno nunca vista hasta hoy en el ámbito federal. Los tres elementos se combinan actualmente en un único Land, el de Renania-Palatinado. Antes de ello, el fenómeno se había dado solo dos veces en el ámbito regional. Hubo otros intentos, pero fracasaron por por la negativa del partido liberal, que no gusta de gobernar en compañía de SPD y Verdes (veáse coalición rojiamarilla), prefiriendo seguir aliándose con los conservadores de la CDU/CSU. A ello se suma que los dos partidos de izquierdas reniegan de la política económica del FDP, que consideran neoliberal.
Se trata aquí de la alianza entre la Unión, el FDP y Los Verdes, denominada así por la bandera de Jamaica: dos partidos de orientación liberal-conservadora, más el partido ecologista. Son Los Verdes los que solían dar por perdido el modelo ya en la fase de negociación. Pero hoy el pequeño partido alternativo se ha hecho más flexible. En efecto, hay zonas de intersección más que claras: la CDU/CSU propugna el “giro energético”, los liberales del FDP son también luchadores por los derechos civiles y advierten de la omnipotencia de Facebook. La primera coalición Jamaica apareció en 2009 en el Land alemán más pequeño, el Sarre (Saarland), por lo que se la denominó humorísticamente “Saarmaika”. Hoy, esta alianza tricolor se da solamente en el estado de Schleswig-Holstein.
Otra alianza denominada en alusión a una bandera nacional, en este caso la de Kenia. La coalición entre CDU, SPD y Los Verdes es una rareza extrema, vista hasta la fecha únicamente en el estado oriental de Sajonia-Anhalt. En las elecciones regionales de 2016, el SPD sufrió una intensa pérdida de votos. El éxito sorpresa fue para AfD, populistas de derecha, que con un resultado del 24 por ciento se convirtieron en la segunda fuerza política tras la CDU, dejando el tercer lugar para La Izquierda. Como la vencedora Unión no estaba dispuesta a coaligarse con ninguno de ambos partidos, se alió con el empequeñecido SPD y con Los Verdes.
Coaliciones con probabilidades tras las elecciones al Bundestag 2017 (estado a 28 de agosto 2017)
Se puede formar gobierno a partir del 50 por ciento de los votos.
1 Gran coalición (CDU + SPD) (63,3 por ciento)
2 Coalición Jamaica (CDU + FDP + Verdes) (55,3 por ciento)
3 Coalición negro-amarilla (CDU + FDP) (47,8 por ciento)
4 Coalición negro-verde (CDU + Verdes) (46,8 por ciento)
5 R2G: coalición rojo-rojo-verde (SPD + Izquierda + Verdes) (40,5 por ciento)
6 Coalición semáforo: rojo-amarillo-verde (SPD + FDP + Verdes) (40,0 por ciento)