El distrito de arte y entretenimiento de Silver Spring, al norte de Washington DC en el estado de Maryland, es considerado uno de los destinos de vida nocturna más vibrantes y diversos de la zona. En un concurso público se les dio a los residentes de las cercanías la opción de elegir una obra de arte para un muro que quedó al descubierto después de la demolición de un viejo edificio. El proyecto Traincharmachameleon de Goodloe Byron proveniente del cercano Frederickton, ganó la convocatoria.
La razón puede ser la astuta idea del artista de anunciar para la prevista apertura de una nueva línea de tren ligero en el 2023 un tren en forma de camaleón, aunque el mismo animal simboliza la transformación del centro de la ciudad. O quizás fue el hecho de que el motivo no hubiera podido ganar un concurso de belleza. Se para tembloroso sobre sus piernas torcidas, mira incierto y con miedo al futuro cercano. Quizás es justo la transformación en un tren ligero que lo aflige. Cambia de colores desde el verde claro de su cabeza hasta un verde oliva o marrón oscuro que rodea al tren gris plateado dibujado en el cuerpo, aunque no está claro si el cuerpo y el tren se fusionan o si por el tren entero se refiere posiblemente al alimento– después de todo los pasajeros son insectos.
Probablemente el pobre animal se atragantó con el tren. La estética de este mural no sigue ningún patrón convencional; es contradictoria. Las características del animal se pelean con su objetiva fealdad, el futuro como motivo se relativiza a través de su dudar evidente y tampoco se aclara la relación entre perpetrador y víctima. Un caso clásico de pretty ugliness, fealdad hermosa.
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