La "Solidaritätslied", escrita para la película Kuhle Wampe, es una de las canciones clásicas del movimiento obrero. En la película, el término se refiere sin lugar a dudas a la unidad entre la clase trabajadora.
Pero ¿qué significa la solidaridad en nuestros tiempos? Un artículo sobre la actualidad social de la canción.
Kuhle Wampe
La trama de la película es tan sencilla de entender como ideológicamente significativa: una familia berlinesa, que sufre las consecuencias de la crisis económica de 1929, pierde su departamento y se muda al campamento improvisado Kuhle Wampe, que está a las afueras de la ciudad. La hija encuentra apoyo en una asociación comunista y se involucra en la organización de un festival deportivo obrero. Hay momentos filmados de forma particularmente impresionante, como cuando cientos de obreros y obreras cantan en coro durante el festival o cuando regresan juntos en tren suburbano y acaban en un altercado con los pasajeros no comunistas. Al pertenecer al género de las "películas proletarias" —obras de propaganda comunista provenientes de los turbulentos últimos años de la república de Weimar—, la cinta fue prohibida rápidamente por el censor tras su aparición en Alemania (el estreno fue en Moscú).La "Solidaritätslied", con letra de Brecht y música del compositor Hanns Eisler, es una pieza central de Kuhle Wampe. Recorre la película como Leitmotiv.
La canción obrera
Desde entonces, la canción pertenece a la tradición del movimiento obrero socialista, que ha estado inundado de "canciones obreras" semejantes desde finales del siglo XIX. Esas canciones, entre las cuales se encuentran "La Internacional" y "Brüder, zur Sonne, zur Freiheit", estaban pensadas para fortalecer la solidaridad entre los trabajadores y trabajadoras y nombrar a su oponente común, a su "enemigo de clase". Se cantaban a coro en las asambleas, y más tarde se difundieron en grabaciones.La "Solidaritätslied", obviamente (significa literalmente "canción de la solidaridad"), también llama a la solidaridad: fomenta la unidad de los pueblos del mundo para, acorde con la ideología comunista, derribar las relaciones de poder capitalistas y, con ellas, las bélicas, por medio de una revolución. Sus preguntas centrales repiten temas nucleares de la teoría marxista, preguntas por la propiedad de la tierra y los medios de producción, así como por la disposición del propio tiempo, la concepción de la historia y el futuro:
"Adelante y nunca olvidemos / la pregunta planteada a todos: / ¿Quieres comer o pasar hambre? / ¿A quién le pertenece el mañana? / ¿A quién le pertenece el mundo?". La constancia del "adelante" que inicia cada estribillo representa el despertar, la movilización de masas, el progreso y la visión de una sociedad comunista.
Alles, was uns fehlt, ist die Solidarität.| Lo único que nos falta es solidaridad.
La "Solidaritätslied" siguió siendo una parte fundamental del canon político de la RDA, mientras que en la república federal la cantaban sobre todo cantautores de izquierda como Hannes Wader (1977). Sin embargo, a partir la reunificación, cada vez ha desaparecido más del imaginario colectivo y sólo aparece como fantasma: "¿Qué hay en mi plato? ¡Solidaridad! ¡Qué hambre tengo!", dice un tema de house de Marc Ushmi y Reverend Galloway (Marcus Schmickler y Stephen Galloway), de 2002.
El hecho de que el fin de la era del socialismo de Estado en Europa fuera declarado por un movimiento autodenominado precisamente "Solidaridad" puso de cabeza la premisa de la "Solidaritätslied" como expresión de esa consciencia obrera, según la cual un partido de Estado, como garante de los intereses de la clase trabajadora, es quien cumple cualquier promesa de solidaridad: cuando en 1980 el Acuerdo de Gdańsk, Polonia, permitió por vez primera un sindicato autónomo en un país socialista —el Solidarność—, surgió vehementemente una pregunta que aún no ha perdido actualidad: ¿a quién le pertenece la solidaridad?
La solidaridad como concepto político
Si bien en Kuhle Wampe la solidaridad se refería unívocamente a la unidad de la clase trabajadora, a partir de entonces se ha convertido en un concepto político que ya no está limitado a la ideología de la lucha de clases. Hoy en día, la solidaridad forma parte de distintos análisis sociales que no se agotan con términos como "justicia social", "antirracismo", "justicia climática" o "de género", sobre todo porque esas preocupaciones acaban sobrepuestas en el contexto de la práctica y la teoría interseccionales. Rara vez surge la clase trabajadora como el "sujeto de la Historia" revolucionario del internacionalismo. Y la idea esperanzadora de una "multitud" como unión de "singularidades que actúan en conjunto" para encontrar la solidaridad, como por ejemplo en "Empire" (2000), la obra de referencia de Antonio Negris y Michael Hardt sobre el movimiento antiglobalización de esa época, prácticamente no se ha cumplido, sobre todo por el individualismo neoliberal que debilita el pensamiento comunitario.
Además, los conceptos de derecha como el del "patriotismo solidario" y sus canciones correspondientes, que sirven de nexo entre posturas sociales y nacionalistas, se suman a las consignas internacionalistas originales de la "Solidaritätslied". De cualquier manera, al menos en las cámaras de eco de la red, no hay mucho espacio para canciones.
Sin embargo, debido precisamente al presente basado en algoritmos que genera polarizaciones, es urgente responder las preguntas por la propiedad o por la disposición del tiempo y del futuro. Quien quiera saber si la IA generativa puede adaptar la "Solidaritätslied" a las condiciones políticas actuales y así desarrollar un concepto de solidaridad adecuado y dirigido al futuro, puede iniciar el experimento. Adelante y nunca olvidemos / ¡La pregunta planteada a todos!