Equipos femeninos, clubes de ciegos, fans gays: el fútbol muestra su potencial integrador sobre todo lejos de los grandes escenarios. La película Elf Mal Morgen repasa once historias diferentes del fútbol en Alemania.
Suena el balón. La portería hace ruido. Chilla el silbato. Y unos hombres con los ojos vendados gritan "voy, voy, voy, voy, voy, voy". Con esta sonora escena arranca uno de los once cortometrajes de una recopilación titulada Elf Mal Morgen ("Once mañanas"). Vemos a Jannick, un adolescente que se une al FC Ingolstadt 04, un equipo de fútbol de ciegos. Su historia es representativa de los millones de aficionados al fútbol que reúne este deporte.Este mensaje atraviesa toda la película, y el tono se establece desde el principio: "Cuando pensaba en fútbol, pensaba en hombres rugiendo en el estadio y en Cristiano Ronaldo volando a Arabia Saudí en un jet privado. También pensaba un poco en el fútbol femenino. En lo que no pensaba en absoluto era en que Alemania sigue siendo un país futbolero. Que casi no hay otro país en el mundo que tenga tantos clubes de fútbol".
En el fútbol amateur alemán no sólo hay muchos clubes: el panorama y los clubes también son diversos. Y esto es exactamente lo que observan los cortometrajes de Elf Mal Morgen, que forma parte del programa de arte y cultura del Campeonato Europeo de Fútbol Masculino 2024 y celebró su estreno en la Berlinale 2024. Se muestra a once clubes de fútbol y a sus jugadores: en el campo, en el vestuario y en la vida cotidiana. Los retratos documentales fueron realizados por estudiantes de la Universidad de Televisión y Cine de Múnich. Son once enfoques estéticos diferentes, pero en el fondo tienen algo en común: el potencial integrador del fútbol.
El fútbol siempre ha sido político en Chemnitz, sólo que a la derecha.
Miembro del grupo de fans de Proletik Sonnenberg
El club SG Crostwitz también contribuye de forma importante a mantener la diversidad en el panorama futbolístico alemán. El club está situado en el núcleo de población de los altos sorabos, en el este de Sajonia. Junto con los frisones, los daneses y los sinti y romaníes, los sorabos son una de las cuatro minorías nacionales reconocidas en Alemania. Cultivan sus propias costumbres y hablan su propia lengua, algo con lo que también está comprometido el club SG Crostwitz, que nunca se cansa de contrarrestar la hostilidad y de hacer campaña por la pervivencia de su cultura.
Futbolistas ciegos del FC Ingolstadt 04 escuchan los sonidos de la orientación | Foto (detalle): © Internationale Filmfestspiele Berlin
La historia del pequeño Tymofii demuestra que los acontecimientos mundiales también se reflejan en el fútbol. Llegó a Alemania en 2022 y se incorporó al club de fútbol KS Polonia, de Hamburgo. Tras una sesión de entrenamiento, le vemos hablando con su padre por teléfono. "He marcado dos goles", dice Tymofii con orgullo, mirando el teléfono móvil en el que se ve a su padre, a miles de kilómetros de distancia, en primera línea de combate. Tymofii es uno de los 80 jóvenes ucranianos que ahora juegan en el KS Polonia y, por tanto, no sólo forman parte de un equipo de fútbol, sino también de una sociedad.
Una sociedad cuya fuerza reside precisamente en la diversidad que el fútbol es capaz de promover, y la película Elf Mal Morgen debe entenderse también como un alegato de este tipo: Como una invitación a ver el fútbol como un espacio de encuentro e intercambio que trasciende las fronteras de clase, cultura y religión y fomenta la cohesión.
junio 2024