Estilo de vida  Sandra, la alemana promedio

Figura de teatro en dirndl (traje tradicional alemán) con corazón de pan de jengibre Foto (Detalle): © Adobe

¿Cómo viven y trabajan los alemanes, cuáles son sus cosas favoritas? Hemos estudiado a fondo las estadísticas sobre los alemanes y sus modelos de vida para encontrar el prototipo alemán.

Alemania es famosa por ser el país del principio Thomas: la dirigen hombres blancos de mediana edad llamados Thomas, que a su vez emplean a otro Thomas. Pero el alemán promedio es en realidad una mujer. Olvídese de Thomas y conozca a Sandra, la ciudadana media de Alemania. Seguro que ya se ha cruzado con ella, en la peluquería o en el supermercado, aunque el encuentro haya sido por naturaleza muy mundano. ¿Fue en Fürth? ¿Fue en Moers? ¿O tal vez en Eisenach? Como el 41% de los alemanes, Sandra vive en una zona de densidad de población media, es decir, en una ciudad de tamaño medio en un entorno rural, o en un pueblo pequeño. Ahora tiene 45 años.
Jugar a la pareja sentados en la naturaleza Con su marido Michael, Sandra se muda a una bonita casita unifamiliar a las afueras de la ciudad. | Foto (Detalle): © Adobe Sandra pertenece a la generación que disfrutó de todos los beneficios del segundo movimiento feminista: tiene el Abitur (título de acceso a la enseñanza superior en Alemania, equivalente al bachillerato). Pero, después de todo, la universidad era demasiado, así que, como otros treinta y tres millones de alemanes, prefirió hacer el aprendizaje de un oficio. Y eligió el tema de aprendizaje más popular entre las mujeres alemanas a mediados de los noventa: vendedora al por menor. Pero no tiene que dedicarse a la venta de alimentos en Karstadt durante mucho tiempo, porque Michael entra en su vida. Se muda con él a una bonita casita familiar en las afueras. Es cierto que al menos una cuarta parte de sus ingresos se va en el alquiler, porque, contrariamente al cliché alemán de la construcción de viviendas, la mayoría de los alemanes no viven en una casa propia. Y, por supuesto, está el coste de tener hijos.

Uno o dos hijos son parte del trato

Las figuras de juego representan una escena en el concesionario de coches Michael sigue trabajando a tiempo completo, Sandra a tiempo parcial desde el nacimiento de sus hijos. | Foto (Detalle): © Adobe Dos hijos, opina Sandra, son parte esencial de lo que la vida conlleva. Leon y Marie, esos eran los nombres que les ponían a sus hijos en los años 2000. Ella esperó un tiempo antes de tener hijos: tenía 29 años cuando tuvo a Leon, y 32 cuando nació Marie. Y porque es lo correcto y es más agradable para los niños, se casó con Michael cuando tenía treinta y dos años también (en una oficina del registro civil, pues ella no profesa ninguna religión). Uno de cada tres matrimonios acaba en divorcio, así que Sandra volvió a tener suerte en ese sentido. Pero las tareas cotidianas le llevan mucho tiempo. El caso es que Sandra se ocupa de la mayor parte de las tareas domésticas, lo que le lleva más de cuatro horas al día; Michael, en cambio, invierte unas buenas dos horas y media. Sandra pasa el doble de tiempo cocinando y limpiando, es casi la única responsable de lavar y planchar, mientras que Michael se encarga casi por completo de las reparaciones. Por supuesto, el género no tiene nada que ver, simplemente es así. Y luego está el trabajo: Sandra sigue trabajando tiempo parcial, Michael tiene un empleo de tiempo completo.

Figura de juego sentada en un autobús de camping Una semana y media de vacaciones en verano es pura relajación. | Foto (Detalle): © Adobe Y, sin embargo, las cosas no les van tan mal. Hoy en día, uno de cada seis alemanes está en riesgo de pobreza y uno de cada siete no puede permitirse unas vacaciones. Tienen suficiente dinero para el día a día de la familia, e incluso pueden hacer una escapada de diez días en verano. Además, no les apetece ir muy lejos, porque Alemania es el lugar más agradable. Normalmente, Sandra y Michael se llevan a los niños de vacaciones al Mar del Norte o a la costa del Báltico, a la playa y quizá a un museo, porque eso es lo que hace la gente. Pero ya han estado en la Toscana y, por supuesto, en Mallorca. Un viaje al extranjero no es una necesidad en la vida.

Mucha televisión y algo de deporte

La agenda familiar es muy apretada, pero Sandra se las arregla para encontrar un poco de tiempo para sí misma. Dedica veinte minutos al día a su trabajo voluntario como tesorera de la asociación local de horticultores, cuarenta minutos a sus contactos sociales y, al menos, una hora al deporte y las aficiones. Puede que Alemania se considere la nación del fútbol, pero éste sólo ocupa el décimo lugar en la lista de deportes favoritos. A Sandra le gusta andar en bicicleta, va a Zumba (para mejorar su figura) y a veces también practica la natación. Pero su pasatiempo favorito, por mucho, es la televisión. Mientras los jóvenes están en las redes sociales, Sandra ve sobre todo los canales ARD y ZDF: en su casa la tele está encendida tres horas y media al día. Al arte y la música les va algo peor, naturalmente, con una media diaria de tres minutos. Se acuesta a las 22:30 en punto: ocho horas y media de sueño son imprescindibles para ella.

Los personajes se sientan a la mesa y comen juntos Últimamente, la familia de Sandra come más sano. | Foto (Detalle): © Adobe Ahora los niños se dirigen hacia la edad adulta: asisten a una secundaria de ingreso selectivo, por supuesto, como el 65% de los hijos de gente que completó el bachillerato. Sólo el 6% de los niños cuyos padres fueron a una secundaria orientada al trabajo práctico lo consiguen. Leon podría querer estudiar negocios o derecho. Ahora que tiene más tiempo, Sandra cree que a veces debería cocinar comidas más sanas. Consume ochenta y dos kilos de productos a base de cereales al año, una cantidad muy superior a la de años anteriores, así como muchas más verduras congeladas y alrededor de un tercio más de alimentos procesados en comparación con los diez años previos. En lugar del clásico alemán, la papa ―de la que sigue comiendo casi sesenta kilos al año―, tiende a consumir cada vez más productos preparados a base de ésta, como las frituras. Después de todo, su comida favorita es la Currywurst, o salchicha al curry, con papas fritas. Pero ahora también le gustan los döner kebabs. Últimamente, Sandra come más sano: menos alcohol, menos carne y más fruta. Sus frutas favoritas son una mezcla de productos locales alemanes y de todo el mundo: manzanas y plátanos.

Todo esto podría continuar eternamente, pero incluso la vida de Sandra tiene que llegar a su fin algún día. Antes de su muerte podría ser viuda durante algún tiempo: su expectativa de vida es de 84 años, mientras que la de Michael es tan sólo de 79. ¿De qué morirá ella? Es muy probable que se deberá a algún problema cardiaco.

Un personaje sale a pasear, otro se sienta en un banco del parque con su perro atado Al final de su vida, Sandra volverá a vivir sola. | Foto (Detalle): © Adobe


 

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