Filosofía afrodiaspórica  Por una mayor pluralidad del conocimiento

Latitude – Protesta contra un recorte masivo en el presupuesto de educación, Río de Janeiro, Brasil, 30 de mayo de 2019.
Personas llevan máscaras de Paulo Freire durante una protesta contra un recorte masivo en el presupuesto de educación realizado por la administración del presidente brasileño Jair Bolsonaro, en la plaza Cinelandia, en Río de Janeiro, Brasil, el 30 de mayo de 2019. Freire, fallecido en 1997, fue uno de los fundadores de la pedagogía crítica, un movimiento que promueve la "emancipación" de los estudiantes en las aulas y enfatiza la naturaleza política de la educación. Foto (detalle): Silvia Izquierdo © picture alliance / AP Photo

Cuando en 2003 al fin se estableció en Brasil, un país con una gran población afrodescendiente, la enseñanza de la cultura y la historia africanas en los programas escolares, quedó claro que la filosofía africana era poco conocida en el país. Ante semejante laguna, Wanderson Flor, profesor del Departamento de Filosofía de la Universidad de Brasilia, creó el sitio web Filosofía Africana. La plataforma está dedicada a divulgar la filosofía elaborada "desde África, con África y políticamente a favor de África", como dice Flor, teniendo como objetivo una mayor cercanía sur-sur en el campo de la filosofía.

¿Desde qué enfoques se han abordado las filosofías africanas en las universidades y entre investigadores en Brasil?
 
En aquellos lugares donde el debate sobre la existencia de las filosofías africanas ya se ha superado, la formación y la investigación institucionales las abordan desde distintos enfoques. Estos enfoques rara vez se basan en las perspectivas afrocentradas más radicales, que abogan por restringir el contacto entre el pensamiento africano y el occidental. Normalmente se busca un diálogo crítico y constructivo, a veces de índole decolonial, a veces de índole comparativa o incluso intercultural o multicultural. Lo que se celebra es el que se haga frente a los epistemicidios y racismos epistémicos que algunas veces invisibilizan y otras exotizan el pensamiento filosófico producido fuera del eje occidental. 

¿En qué medida la oralidad de ciertas tradiciones del continente representa una barrera para la aceptación de la filosofía africana? 
 
La oralidad es un elemento estructurante en la producción del conocimiento y del pensamiento filosófico de varios pueblos del mundo fuera del contexto académico occidental. Y adquiere esa condición debido al carácter vinculante e intersubjetivador, de contacto directo entre sujetos, que la palabra hablada ocupa en las sociedades tradicionales, incluyendo las del continente africano. La cuestión es que hay cierto prejuicio occidental en torno al carácter local y no universalizador de la palabra hablada, en contraste con la pretensión de universalidad o universalización del conocimiento que se difunde por escrito. Por otro lado, las tradiciones orales que atraviesan las filosofías africanas no rechazan —ni desconocen— la escritura. La centralidad de la palabra hablada tiene mucho más que ver con una relación ontológica con el lenguaje que con una cadena de ignorancias que forzaría a abandonar la escritura. En este sentido, el prejuicio occidental contra la oralidad africana no es sólo moralmente reprobable, sino también una muestra de ignorancia ligada al racismo.
 
En gran medida, la exclusión de la filosofía africana se debe a la relación colonialista Norte-Sur. ¿De qué manera las relaciones políticas, culturales y sociales entre pueblos del Sur Global pueden beneficiar al pensamiento filosófico originado en África, América Latina, Medio Oriente o Asia?
 
Toda relación de cooperación que procure hacer frente a las secuelas coloniales en la producción del conocimiento puede fortalecer de manera decisiva las perspectivas de aquellos pueblos que, a pesar de la colonización, nunca dejaron de pensar, de producir conocimiento, conceptos y prácticas. Si logramos superar los programas de estudio "occidentocéntricos", por usar el término difundido por la nigeriana Oyèrónkẹ́ Oyěwùmí, podremos fomentar otras políticas de circulación del conocimiento. Y esto es benéfico no sólo para los pueblos del Sur Global, sino para todas las sociedades que pueden beneficiarse de la pluralidad del conocimiento y de las formas de producirlo.
 
En ese contexto, ¿cuál es la importancia de un sitio web como Filosofía Africana para las relaciones entre Brasil y los países africanos?
 
Los países lusófonos del continente africano han consultado el contenido del sitio Filosofía Africana y colaborado con él, aportando materiales en lengua portuguesa a los que, por lo general, también es difícil acceder en esos países. Esto ha fomentado la circulación de materiales entre pensadores brasileños y del continente africano de manera mutuamente colaborativa. Además de la interacción a través del sitio, también han tenido lugar contactos por e-mail que han dado lugar a redes interesantes. Esto fortalece tanto el diálogo como la colaboración entre estos países.
 
La sección Textos Diaspóricos del sitio contiene más de 100 trabajos de académicos brasileños sobre filosofía africana y afrobrasileña. ¿Qué ha revelado esta producción académica de la Diáspora sobre la cercanía del pensamiento sur-sur?
 
Esta producción busca cada vez más intensificar la investigación colaborativa entre la Diáspora y el continente africano. Si hasta fines del siglo XX el destino de los investigadores que querían conocer el pensamiento africano era irse a algún centro de investigaciones sobre África en universidades europeas o estadounidenses, ahora hay mucho más interés en los doctorados con intercambio, posdoctorados o incluso estancias de otro tipo en países africanos. La llegada de investigadores africanos a Brasil es antigua, aunque poco conocida entre nosotros. Es frecuente la presencia de investigadores destacados, como Kabengele Munanga. Si no conocemos el trabajo de estos pensadores, eso se debe, una vez más, al viejo racismo académico.

¿Es posible señalar algunos rasgos que distingan a la filosofía africana del pensamiento filosófico de otros lugares?

Hay muchas maneras de pensar qué es la filosofía hoy, incluso la filosofía occidental. Algunas, por ejemplo, rechazan la ontología y la metafísica como campos filosóficos. De acuerdo con otros enfoques, la epistemología es mucho más una psicología del conocimiento que un campo filosófico. El debate dista de ser pacífico. Si esta dimensión se pone en relación con el pensamiento africano, la cosa se complica aún más. Si consideráramos la clasificación que hace el filósofo queniano Odera H. Oruka, habría muchas maneras de caracterizar aquello que es específico de las filosofías africanas, como el suelo cultural, los elementos no dualistas en la estructura de la realidad, el carácter colectivo del conocimiento y del pensamiento, etc. Pero si nos fuéramos, por ejemplo, a la filosofía profesional, que es la que se practica en las universidades y que también está contemplada en el análisis de Oruka, la estructura de la filosofía africana sería exactamente idéntica a la que se produce en Occidente, y sólo se distinguiría por los objetos geográficamente determinados. Uno de los marcos del pensamiento europeo idealista, por ejemplo, es la experiencia de la Revolución Francesa, mientras que en el caso de las filosofías africanas, en su gran mayoría, el marco es la experiencia de la colonización, y así sucesivamente. En mi caso particular, como divulgador de las filosofías africanas, no trabajo con marcos identitarios esencialistas. Para mí, las filosofías africanas son las que piensan desde África, con África y políticamente a favor de África, entendiendo por "África" el referente de un contexto histórico específico en torno a la multiplicidad del viejo continente negro.

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