Arquitectura brutalista
De regreso al concreto
![Don Bosco en Augsburgo | Thomas Wechs Don Bosco en Augsburgo | Thomas Wechs](/resources/files/jpg575/donboscoaugsburg_wohlrab_695-formatkey-jpg-w491.jpg)
Gris, tosca, misantrópica: la arquitectura brutalista no tiene muy buena reputación. Pero esto está cambiando. Los monstruos de concreto de los años 1950 a 1970 se pueden observar y describir de manera distinta: como inconfundibles esculturas monumentales, palpitantes, directas y valientes.
“No hay nada falso en estos edificios. Ellos muestran su material, ya sea concreto, ladrillo o acero, de forma pura y abierta. Aquí nada es hueco, como aquellas fachadas de aislamiento térmico de hoy en día. Aquí no hay nada disfrazado, refinadado o pulido. Esta arquitectura se encuentra en la mitad misma de la vida”, dice Oliver Elser, aficionado al brutalismo y curador del Museo Alemán de Arquitectura en Fráncfort del Meno.
St. Trinitatis en Leipzig | Bauakademie
| Foto: Uwe Pilz
Provenientes del Reino Unido, en la década de 1950 surgieron los primeros edificios brutalistas como respuesta a los repetitivos frentes de vidrio y las fachadas lisas de la arquitectura de la posguerra europea. El brutalismo, sostiene Oliver Elser, es más una actitud que un estilo. Una actitud que hizo de los materiales de construcción en bruto (béton brut) un elemento de diseño. Bordes de contacto, vetas y nudos de las cajas de madera en las que se vierte el hormigón, no son pulidos y por lo tanto son visibles.
Templos espectaculares
Un notable número de iglesias son brutalistas. Por ejemplo el Mariendom (La Catedral de María) de Gottfried Böhm en Neviges, Renania del Norte-Westfalia, una espectacular estructura de concreto plegado que recuerda a tiendas de campaña una dentro de otra, y que tiene capacidad para 6.000 personas. O la Iglesia de St. Agnes de Werner Düttmann en Berlín, con su apariencia de bloque cerrado y que actualmente se utiliza como galería. También se cuentan entre los ejemplos la cúpula de concreto de la Iglesia de Don Bosco de Thomas Wechs en Augsburgo, así como la antigua iglesia de St. Trinitatis en Leipzig, construida por la Academia de Arquitectura de la RDA.![Mariendom en Neviges | Gottfried Böhm Mariendom en Neviges | Gottfried Böhm](/resources/files/jpg575/neviges_seierseier_491-formatkey-jpg-default.jpg)
Fábrica de aprendizaje monumental
De esta manera se erigió la Universidad del Ruhr en Bochum entre 1963 y 1970, como faro de una campaña de educación democrática. El arquitecto Helmut Hentrich diseñó la universidad como un “puerto en el mar del conocimiento”: trece edificios de gran altura de hormigón armado, cada uno de nueve pisos de altura y 100 metro de largo, simbolizan barcos transatlánticos que han anclado en este puerto. Debajo de ellos se extiende la red, de varios kilómetros de largo, del sistema de parqueo subterráneo. Escaleras y pasillos cubiertos unen niveles intermedios. No todos los 41.000 estudiantes se sientan cómodos en su universidad, y el diario “Die Welt” incluso describió el complejo como una “fábrica de aprendizaje de sobresaliente monstruosidad”.![Universidad del Ruhr en Bochum | Helmut Hentrich Universidad del Ruhr en Bochum | Helmut Hentrich](/resources/files/jpg575/ruhrunibochum_491-formatkey-jpg-default.jpg)
Olas de redescubrimiento
Sin lugar a dudas, los colosos grises constituyen impresionantes motivos fotográficos. ¿Pero cuán adecuadamente se puede realmente vivir, aprender y trabajar en edificios brutalistas? “Muy bien”, dice el experto en brutalismo Oliver Elser y nombra como ejemplo el Centro Barbican en Londres o la ya muy codiciada Villa Olímpica de Múnich. “La calidad de la arquitectura brutalista, su carácter drástico, directo, está siendo redescubierto actualmente.” Y por cierto no sólo en redes sociales, libros de fotografía o congresos arquitectura. Un número creciente de propietarios y usuarios de edificios brutalistas sabe apreciar, según Elser, el valor de lo tosco y voluminoso. Esta revalorización forma parte de la “ola de redescubrimiento”, típica de la historia de la arquitectura. Según Oliver Elser, “por ejemplo las calumniadas casas de la Gründerzeit, del tiempo entre 1920 y 1970, son muy codiciadas hoy en día”.![Residencias en Chorweiler | Gottfried Böhm Residencias en Chorweiler | Gottfried Böhm](/resources/files/jpg575/chorweiler_wetzig_cclizenz_491-formatkey-jpg-default.jpg)
![Villa Olímpica en Múnich | Heinle Wischer und Partner Villa Olímpica en Múnich | Heinle Wischer und Partner](/resources/files/jpg575/olympiadorf_bernhardbetancour_491-formatkey-jpg-default.jpg)
![St. Agnes en Berlín | Werner Düttmann St. Agnes en Berlín | Werner Düttmann](/resources/files/jpg575/st.agnes_berlin_491-formatkey-jpg-default.jpg)