Se avecina una nueva revolución industrial: la expresión “industria 4.0” se refiere a la creciente automatización de la producción y la logística. En la actualidad, computadoras minúsculas pueden dirigir máquinas e instalaciones y reemplazar a los humanos que hasta ahora hacían ese trabajo.
Según un estudio del Foro Económico Mundial (WEF) los seres humanos realizan todavía el setenta y uno por ciento del trabajo global. Pero esto cambiará., y lo hará pronto: ya en 2025 las máquinas efectuarán más trabajo que los hombres, pronostica el Foro Económico Mundial. La razón es la digitalización de la producción industrial, en otras palabras, la industria 4.0.
“Concretamente esto significa el montaje en máquinas, instalaciones o en algunos de sus componentes de pequeñas computadoras que luego se conectan entre sí mediante tecnología de Internet”, explica el experto en automatización Olaf Sauer, del Instituto Fraunhofer de Optrónica, Tecnología de Sistemas y Análisis de Imágenes. Esas computadoras se harán cargo del trabajo que hasta ahora hacen los seres humanos: operarán las máquinas y las instalaciones. En algunas empresas los hombres y las máquinas se complementarán. Por ejemplo, esto ya ocurre en el caso de WS System, un instalador de componentes de Baja Sajonia, en el que los trabajadores usan gafas de datos a través de las cuales una computador puede comprobar y aumentar la exactitud y la velocidad del proceso de producción.
El espectro va de las impresoras 3D y los robots transportadores autónomos a sistemas inteligentes de distribución de energía, producción ciberfísica, la producción individualizada y el mantenimiento automático: según un estudio Bitkom, ya en 2016 una de cada dos plantas industriales alemanas usaban aplicaciones de la industria 4.0. Casi un veinte por ciento de ellas planeaban integrar esas aplicaciones la producción. La Bundesverband der Deutschen Industrie (Federación de la Industria Alemana) prevé hasta 2025 un potencial de valor agregado de cuatrocientos veinticinco mil millones de euros.
Potencia de cálculo en los Alpes
El ascenso de los robots significa una completa revolución del mundo laboral tal como hoy lo conocemos. Según el Foro Económico Mundial, se perderán setenta millones de puestos de trabajo, pero a la vez surgirán nuevos en mayor cantidad: se calcula que serán ciento treinta y tres millones. Pues la industria 4.0 no sólo automatiza los procesos productivos conocidos sino también permite que surjan ramas enteramente nuevas.
Un ejemplo es la empresa Hydrominer, fundada por las hermanas Nadine y Nicole Damblon en 2017. Dado que con la creciente digitalización aumenta constantemente la demanda de capacidad de cálculo, Hydrominer trabaja con dos centrales hidroeléctricas para minar respetando el medio ambiente en dos localidades de los Alpes austríacos. Es decir, pone a disposición capacidad de cálculo para algoritmos de Blockchain. Un año después de su creación Hydrominer emplea a dieciséis personas y tiene casi cuatro veces ese número en asesores externos.
“Actualmente el personal proviene de rubros totalmente diferentes y las barreras de ingreso aún son muy bajas”, dice Nadine Damblon. Hasta ahora las dos directoras no han comprobado la necesidad, señalada por Olaf Sauer, de una formación permanente y amplia para que los trabajadores puedan seguir el ritmo a las transformaciones: en su rubro, dicen, hay buenas oportunidades para los entrenados en logística y los operarios de almacén que aportan conocimiento técnico para construir y mantener la granja de minado.
Secretos industriales en la nube
Olaf Sauer considera que la industria 4.0 ofrece grandes oportunidades para la industria alemana. “Si enriquecemos las capacidades y la experiencia que Alemania tiene en la construcción de máquinas con tecnologías de la información, podremos conservar o inclusive ampliar nuestra posición dentro de la competencia mundial.” Como grandes desafíos menciona, sin embargo, la seguridad informática y la formación de nuevas generaciones de especialistas. En el caso de empresas conectadas resulta una tarea especialmente delicada la protección correcta de los datos sensibles y los secretos industriales. Además, según Sauer, hay que entusiasmar a los jóvenes para que sigan una formación tecnológica. La industria 4.0 necesita una afluencia constante de egresados de las carreras MINT (Matemática, Informática, Ciencias Naturales y Tecnología) que entrenen a los robots y los alimenten con algoritmos.
Según el presidente del Deutschen Gewerkschaftsbund (Confederación Sindical Alemana) Reiner Hoffmann, en todo este proceso lo importante es no perder de vista lo siguiente: los robots deben trabajar para los seres humanos, no en lugar de ellos. La industria 4.0 “será aceptada y tolerada por los hombres, sean estos empleados o consumidores, sólo si la tecnología está a su servicio y no al revés”, declaró recientemente al periódico Die Welt.