© Will Data (Greve), Foto: Luna Park
La televisión, ese mundo paralelo tan amado como odiado, marcó el siglo pasado y dio a los hombres alegría y pesar, superficialidad e inspiración, tensión y relajación. Ha convertido a personas muy comunes en héroes monumentales y ha reducido al hazmerreír a importantes personalidades. La historia real se ha reinterpretado y puesto en escena, o se ha soñado con un futuro utópico. Sus personajes principales son más conocidos que algunos jefes de Estado y forman una parte significativa de la discusión pública, como si fueran vecinxs o colegxs.
"Crecerá la sospecha de que la realidad que se ofrece no es la que pretende ser."
– Theodor W. Adorno
A esto dedicamos nuestra
serie sobre gente que uno solo conoce por la televisión, aunque sean totalmente reales. Una excepción es Cleo, de la película mexicana
Roma, pero también ella nace de la realidad. Los otros (Jerry Seinfeld, Jim Vance y John Oliver) son versiones de televisión de sí mismos, algo que hace un tanto más encantadora su imagen en Street Art.