Este año Lotte Reiniger, pionera alemana del cine de animación, cumpliría 125 años, y la homenajeamos con dos proyecciones de su largometraje Las aventuras del príncipe Achmed en el marco de las celebraciones por los 75 años de la Cinemateca Argentina.
Este ciclo se lleva a cabo en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530) entre el 13 de noviembre y el 17 de diciembre. El ciclo es organizado por el Complejo Teatral de Buenos Aires, dependiente del Ministerio de Cultura de la Ciudad, junto con Fundación Cinemateca Argentina y el Goethe-Institut Buenos Aires.
Lotte Reiniger creó el primer largometraje de animación de la historia del cine entre 1923 y 1926 ―diez años antes del primer largometraje de Disney― y desarrolló técnica y estéticamente este género hasta la perfección artística ya en los años veinte. Sin embargo, su obra permaneció desconocida para el gran público durante mucho tiempo.
Las aventuras del príncipe Achmed
(
Die Abenteuer des Prinzen Achmed; Alemania, 1926, 65 min).
Dirección: Lotte Reiniger y Carl Koch
“Desde hace siglos el Príncipe Achmed, como personaje de
Las mil y una noches, vivía feliz y contento con su caballo mágico, gozando de gran popularidad. Esa existencia pacífica se vio interrumpida un buen día cuando a una sociedad cinematográfica se le ocurrió la idea de utilizar sus aventuras y otras muchas similares de la misma fuente para la realización de una película animada. Con este fin hubo de 'renacer', como muchos otros compañeros de infortunio de otras fuentes literarias y, por cierto, con mucha más minuciosidad de la que suelen requerir otras filmaciones, donde se elige a intérpretes que se correspondan más o menos con el carácter del protagonista de la historia y se les enseña dicho papel. Pues tenía que ser una película de siluetas, por la sencilla razón de que la realizadora de esta, obsesionada con la idea, es decir, yo, no sabía hacer sino películas de siluetas… Si bien hasta la fecha sólo había hecho películas de ese tipo de diez minutos de duración,
Las aventuras del príncipe Achmed debía durar más de una hora, por lo que para el guion tuvimos que emplear muchos otros argumentos del rico tesoro que albergan
Las mil y una noches. Al príncipe Achmed mismo tuvimos que darle forma humana, dibujarlo, recortarlo, darle movimiento, iluminarlo, moverlo y filmarlo. Todo ello tuvo lugar en los años 1923 a 1926 en Berlín; fue el período que se necesitó para realizar la película. ¿Por qué? Porque por cada segundo de una película semejante deben tomarse 24 imágenes individuales. Y dejo a la capacidad algebraica del lector el cálculo de las imágenes necesarias para un opus de más de una hora de duración. Y no es ésta la única razón. A lo largo de ese trabajo hubo que realizarse sobre la marcha y probarse constantemente nuevos inventos para representar la trama fantástica. Cuanto más duraban las tomas para
El Príncipe Achmed, tanto más exigente eran sus deseos. El cine animado estaba haciendo en aquel entonces sus primeros pinitos, todavía no existía el ratón Mickey. Por cierto, sí que había artistas desperdigados que buscaban sus propios caminos”. (Lotte Reiniger).
Sobre Lotte Reiniger y sus películas
“Nacida en el barrio de Charlottenburg de Berlín el 2 de junio de 1899, Lotte Reiniger ya en su infancia mostró interés por todo lo creativo, inspirada por sus padres, aficionados al arte. También era aficionada al cine, en una época en que el ‘séptimo arte’ aún era una novedad”.
“Su capacidad técnica y humorística siempre a flor de piel salva a los personajes de los cuentos de caer en un sentimentalismo vacío”.
“La obra artística de Lotte Reiniger comprende 40 películas de siluetas, que en parte fueron más conocidas en el extranjero que en su patria. Sus inigualables cualidades no han encontrado parangón”.
Christel Strobel
Periodista de cine
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