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Escritor y guionista
Daniel Kehlmann

Daniel Kehlmann
© Beowulf Sheehan

El humor, la sátira, la parodia y la invención de escenas y situaciones alejadas de la realidad son recursos típicos de Kehlmann, quien se toma la libertad creativa muy en serio.

De Jhon Mesa

Daniel Kehlmann escribe a mano para poder contemplar algo distinto a una pantalla y para no distraerse con las cosas urgentes como revisar el correo electrónico o hacer una búsqueda en internet. Resulta sorprendente imaginar que ha escrito a mano novelas de cientos de páginas. Pero sí, parece que Kehlmann es capaz de esto y de mucho más.

En 2009, a propósito de la publicación de Ruhm (Fama), el periódico alemán Neue Zürcher Zeitung afimaba: “Daniel Kehlmann parece poder hacerlo todo”. Las loas, los epítetos y las comparaciones son abundantes: “digno descendiente de los grandes literatos vieneses”, un escritor que “lo arrastra a uno inexorablemente al vórtice de la narración, como Maupassant” [1] y cuyo estilo es comparado con el de Umberto Eco. Una veintena de títulos, una decena de premios literarios, varias adaptaciones de sus libros al teatro y al cine e invitaciones constantes a ferias del libro y festivales han logrado que la crítica literaria coincida en que Daniel Kehlmann es el escritor contemporáneo más importante y exitoso de lengua alemana.

Obviamente, una gran parte de estas formulaciones es producto del éxito que ha tenido en el mercado editorial, y algunas de ellas han sido pronunciadas con respecto a obras específicas, no sobre su obra en conjunto. De hecho, resulta a veces difícil calificar su carrera entera, tanto por los temas como por las técnicas narrativas que utiliza.

En una buena parte de sus obras, Kehlmann se aproxima a personajes o eventos históricos desde la ficción. Pero aproximarse a la historia no quiere decir siempre que se tiene que escribir con un tono serio, todo lo contrario.

Nació en Múnich en 1975, hijo de una actriz de teatro y de un director de teatro y cine; en 1981 su familia se mudó a Viena, donde estudió filosofía. Su fama mundial llegó en 2005 con la publicación del aclamado libro La medición del mundo (Die Vermessung der Welt), una doble biografía ficcional del matemático y astrónomo Carl Friedrich Gauß y del célebre científico y naturalista Alexander von Humboldt. Rápidamente esta ficción novelada, que ha sido traducida a más de 40 idiomas, se convirtió en un bestseller y ostenta el título de ser la obra escrita en lengua alemana más vendida, después de El perfume (Das Parfüm), de Patrick Süskind. Para Kehlmann, se trata de su primera novela en sentido estricto, aunque ya antes hubiera publicado novelas cortas o relatos como Beerholms Vorstellung (La noche del ilusionista, 1997); Unter der Sonne. Erzählungen (Bajo el sol. Narraciones, 1998); Mahlers Zeit (El tiempo de Mahler, 1999); Der fernste Ort. Novelle (El lugar más lejano. Novela corta), y Ich und Kaminski (Yo y Kaminski, 2003).

En una buena parte de sus obras, Kehlmann se aproxima a personajes o eventos históricos desde la ficción. Pero aproximarse a la historia no quiere decir siempre que se tiene que escribir con un tono serio, todo lo contrario. El humor, la sátira, la parodia y la invención de escenas y situaciones alejadas de la realidad son recursos típicos de Kehlmann, quien se toma la libertad creativa muy en serio. Aunque escribe a partir de hechos reales, los lleva con sutileza y sarcasmo a extremos ridículos. El ególatra narrador en primera persona de Yo y Kaminski es Sebastian Zöllner, un historiador del arte contratado de para ser el biógrafo de un pintor veterano más o menos famoso. Zöllner sueña que la muerte del pintor Manuel Kaminski lo catapultará a un éxito editorial, que se casará con su hija y heredará la fama y el legado del pintor ciego. Quien lo lee, siente repulsión inmediata por el narrador, de quien sin embargo no puede escapar: toda la novela está contada en primera persona a través de Sebastián Zöllner y desde el título aparece como un Yo apabullante y megalómano, antes que Kaminski. Pero luego se comprende que este narrador configura una ridiculización del mercado del arte contemporáneo y que no se trata de un relato realista, sino exagerado y cómico.

La más reciente novela de Kehlmann es Tyll, una ficción histórica de un personaje recurrente del folclor alemán al que Kehlmann rescata del olvido para aproximarse a través suyo al contexto de la guerra de los treinta años en Europa a mediados del siglo XVII. La novela está basada en el personaje literario Till Eulenspiegel, una especie de bufón itinerante quien, según la tradición folclórica, ejecutaba trucos de magia y realizaba actos y rutinas cómicas a lo largo y ancho de las actuales Alemania y Dinamarca. Tyll, en la obra de Kehlmann, adquiere carne, hueso, historia, recuerdos, familia y aparece como un recurso para narrar una época y una visión de mundo religiosa, rural, de enfrentamientos ideológicos. Lo sorprendente es, una vez más, la elección por la risa y la parodia: Kehlmann no elige una narrativa lineal ni “oficial”, sino una especie de popurrí de historias entrelazadas y llenas de escenas mágicas, hilarantes para recrear a su manera la vida cotidiana de entonces y en las que se usa el humor carnavalesco como crítica de la razón y la lógica. De ahí su comparación con obras históricas como El nombre de la rosa, de Umberto Eco, pero también con obras consideradas como el origen de la narrativa novelesca europea llenas de humor y sarcasmo, como Jacques, el fatalista, de Denis Diderot, Tristram Shandy, de Laurence Sterne o con Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes.

Kehlmann también se ha aproximado al cine como guionista de series y películas, y su libro Yo y Kaminski fue llevado al cine en 2015, donde el reconocido actor Daniel Brühl interpretó al despreciable Sebastian Zöllner. En 2021 Kehlmann se lanzó finalmente con el guion original, justamente para la primera película como director de Daniel Brühl, titulada Nebenan (La puerta de al lado). En esta historia se remarca el interés por adentrarse en la intimidad de personajes famosos -en este caso un actor interpretado por Brühl-, ficcionando sus vidas privadas para llevar a l*s espectador*s, a través del humor, a un drama vital que cuestiona el sentido de la existencia.
 

Daniel Kehlmann

Daniel Kehlmann nació en München en 1975. A los seis años su familia se mudó a Viena, en donde fue a la escuela y donde más tarde estudiaría Germanística y Filosofía. Trabajó como profesor de poética en Mainz y Wiesbaden. Su primer libro, Beerholms Vorstellung (La noche del ilusionista), apareció en 1997. Luego de varias ediciones continuó con Ich und Kaminski (Yo y Kaminski), del año 2003, que tuvo un gran éxito internacional. Die Vermessung der Welt (La medición del mundo) apareció en 2005, hasta ahora su pieza más representativa. La novela fue traducida a 40 idiomas y es una de las novelas en lengua alemana más exitosas. Daniel Kehlmann ha sido galardonado con numerosos premios literarios. Vive en Viena, Nueva York y Berlín.

[1] Bulirsch, Roland: Weltfahrt als Dichtung. Laudatio. In: Literaturpreis 2006: Daniel Kehlmann, Konrad-Adenauer-Stiftung, Sankt Augustin 2006, 15.
 

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