Columna sobre el lenguaje
¿Cómo se integra al Duden una palabra extranjera?

Illustration: Fingerzeig
¿Cómo integra la lengua alemana palabra extranjeras? | © Goethe-Institut e. V./Ilustración: Tobias Schrank

La influencia del inglés en el alemán es considerable, Kathrin Kunkel-Razum lo sabe. Sin embargo, considera exagerado preguntarse, por ejemplo, si ahora en Alemania se habla una mezcla de inglés y alemán. Sobre la integración de palabras extranjeras en la obra de referencia para la ortografía alemana.

Aunque los anglicismos tienen una presencia estable en la lengua hablada y escrita, en el Duden de ortografía siguen predominando los extranjerismos provenientes del latín. Entre las nuevas palabras aceptada en la última edición hay muchas palabras de origen inglés, es verdad, pero todavía no llegan al número de los latinismos. La mayoría de los extranjerismos del Duden tienen raíces latinas, después siguen, como lenguas de origen, el inglés, el griego, el francés, el italiano, el árabe, el español, el hebreo, el holandés y el ruso.

La integración puede funcionar

La integración de palabras extranjeras es un proceso apasionante. Mi ejemplo favorito es fluffig (esponjoso), derivado del inglés fluffy. Ahora la palabra ya es alemana por su acento, su ortografía, por la clase de palabra a la que pertenece y por las flexiones que le corresponden. Sin embargo, no puede ocultar su origen y creo que es un muy buen ejemplo de integración. Y puedo dar otro: hace poco alguien nos preguntó cómo se escribe Instagrammer, si con una m o con dos, en Internet aparecían las dos formas. Basándonos en el inglés, donde la ortografía de la palabra está más fijada, recomendamos las dos m. Además, esta forma de escribirla se corresponde mejor con la costumbre alemana. En tales ejemplos puede verse que la admisión de palabras extranjeras siempre trae consigo una serie de interrogantes de contenido, ortográficos, gramaticales y, a veces, también fonéticos. 

Sobre el tratamiento de los anglicismos

El debate de fondo es, por supuesto, –al igual que en las redacciones de diccionarios de otros países no anglosajones– en primer lugar, cuántas de esas palabras queremos tener en nuestros idiomas y, así, en nuestros diccionarios. A diferencia de, por ejemplo, Francia o España, no hay en Alemania una institución nacional como la Académie française o la Real Academia Española, que se pronuncian de modo vehemente contra la admisión de anglicismos y difunden activamente el uso de palabras españolas o francesas en lugar de aquellos.
 
Entre otras razones, como aquí no existe un organismo que ejerza esa política lingüística centralista, la admisión de anglicismos se da de modo mucho más espontáneo. Si bien se han conformado iniciativas que, en parte, se pronuncian de modo vehemente contra los anglicismos, estas tienen poca influencia. Como sea, en la redacción del Duden no vemos motivos para alarmarse y respondemos con un claro “no” cada vez que nos preguntan, y es frecuente, si pronto hablaremos todos una mezcla de inglés y alemán. El problema, en realidad, no es la admisión de palabras inglesas aisladas sino su uso irreflexivo y masivo en los textos. Por eso lo que nos importa es aconsejar a las personas que producen textos un uso de palabras extranjeras moderado y limitado según el grupo destinatario.

¿Fake News o Fakenews?

A veces no nos resulta fácil decidir qué ortografía(s) indicar en el Duden para una palabra extranjera. En la última edición tratamos largamente la expresión Fake News y tras intensos debates decidimos dar las tres variantes posibles. En consecuencia, ahora tenemos en el Duden Fake News, Fake-News y Fakenews. Recomendamos la variante Fake News y estamos observando cuál de ellas se impondrá en el uso escrito. En el caso de Uluru, de igual significado que Ayers Rock, la famosa montaña de Australia, por el contrario, investigamos mucho la pronunciación. ¿Cómo la pronuncian los nativos? ¿Cómo, las personas de habla alemana?
 
La admisión de palabras extranjeras siempre nos aporta, además, mucho conocimiento y enriquece nuestro idioma. A propósito, de la edición número 27 del Duden, mi nueva palabra extranjera favorita es hyggelig, palabra danesa que significa “acogedor”.