biblioteca para pacientes
“La biblioteca fue mi salvación”
Andrea D. descubrió la biblioteca para pacientes en la primavera de 2017. Como muchas personas con una dolencia grave, estaba sola con sus pensamientos. La lectura la distrajo de sus miedos y la ayudó a concentrarse en cosas nuevas.
Soy enfermera y, desde 2003, también archivista médica, vivo y trabajo en Berlín. A principios de 2017, comencé a tener síntomas que me dieron mucho miedo: pérdida de sensibilidad en los dedos, hormigueo en los brazos, dolor en los hombros. Como lo que menos me dolía era estar acostada de espaldas, pasé semanas en el sofá. Lo único que podía hace en ese tiempo sin sentir demasiado dolor, era leer: sumergirme por algunas horas en paz en otro mundo.
El diagnóstico definitivo demoró dos meses: tenía una hernia discal en dos vértebras cervicales. Durante ese tiempo pasé muchas horas en el hospital Charité Mitte, y un día me topé con un carro en el que transportaban libros. Era el servicio de reparto de la biblioteca para pacientes, me dieron un papel con los horarios y una cálida invitación a darme una vuelta.
La lectura puede colocar las cosas en una perspectiva histórica. |
| Foto (Detalle): © Beate Detlefs
La biblioteca es parte de un antiguo edificio del hospital en el complejo de la Charité, medio escondido entre parras y con aire de lugar encantado. Mis visitas a la biblioteca me ayudaron a tener un ánimo más positivo. Me concentré sobre todo en libros cuyo contenidos me distrajeran del pánico. A mí siempre me había gustado leer novelas policiales y en la biblioteca del hospital me encontré con un estante dedicado especialmente a ese tipo de literatura. La biblioteca se cerró a mi alrededor como un caparazón propio y me sentí segura. Era una atmósfera agradable para una experiencia muy intensa.
Aquí descubrí muchos autores nuevos. A menudo la lectura me emocionaba mucho, sobre todo cuando los libros estaban escritos con sutileza. Leer ese tipo de libros es un placer. El servicio de la biblioteca está totalmente orientado a las necesidades de los pacientes. Por ejemplo, cuando pregunté si sería posible completar una trilogía, lo hicieron de inmediato. El catálogo es muy actual.
De mi lesión ya estoy mucho mejor, gracias a una fijación que me colocaron en las vértebras del cuello. Entre la fisioterapia y los controles, tengo que venir varias veces a la semana al hospital y aprovecho de cambiar los libros en la biblioteca. Casi todas las semanas hay nuevos títulos, cuando otro paciente o algún funcionario se me adelantan, me coloco en la lista de espera. Y así de a poco me he ido paseando por todo el catálogo.
Un catálogo diverso ayuda a la sanación. |
| Foto (Detalle): © Beate Detlefs
Por las noches me asaltaba la angustia de la lesión de mi cuello, pero durante el día, la lectura me ayudaba a olvidar el temor. Ahora puedo incluso concentrarme en otras cosas. Las personas que sufren una enfermedad grave se encierran a menudo a solas con sus temores. Es como si el acceso a los mundos que en condiciones normales constituyen la vida estuviera bloqueado. La biblioteca ofrece una ventana a través de la cual se abre un nuevo horizonte. Con cada libro se penetra en un nuevo mundo. ¡Ese era el impulso que yo necesitaba!
El banco delante de la biblioteca: un apreciado lugar para la lectura cuando hay buen tiempo
| Foto (Detalle): © Beate Detlefs
La Biblioteca de los pacientes del Campus Charité Mitte (CCM) es una de las dos bibliotecas de ese tipo que el hospital tiene en Berlín. Su catálogo comprende 14.000 títulos y es atendida por personal contratado y voluntario. Por las mañanas, un carro recorre 20 secciones del hospital llevando libros a los pacientes y recogiendo las devoluciones. A partir de las 12 del mediodía, la biblioteca abre físicamente sus puertas.
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