Escucha consciente
Disfrutar la música

Disfrutar música conscientamente
Disfrutar música conscientamente | Foto (detalle): © Adobe/Spectral-Design (63923914)

En nuestra época, tan orientada al consumo, suele haber demasiado de todo. Esto también vale para la música: hoy en día es posible consumir música en todas partes y de manera ininterrumpida; la escucha consciente con frecuencia se queda corta. Pero también hay contramovimientos.
 

De Wolfgang Mulke

¿Cómo se puede redescubrir la música clásica? Gebhard von Gültlingen dirige la Escuela Musicosophia en un pequeño pueblo en la Selva Negra. Junto con sus colegas, quiere enseñar a músicos, maestros y amantes de la música clásica cómo escuchar conscientemente. Para ello utiliza un método auditivo desarrollado especialmente para principiantes musicales: la escuela ofrece seminarios para amantes de la música, pero también a los músicos profesionales versados en técnica les transmite un sentido por el estado anímico de quienes los escuchan. “La música tiene la respuesta para las grandes preguntas del destino, la alegría, la felicidad, el amor”, afirma su director. Sin embargo, como en la cotidianidad solemos dejarnos bombardear por los sonidos sin escuchar realmente, con frecuencia se nos escapan estos mensajes.

La mayoría sólo escucha de manera pasiva

Según el “Estudio sobre el futuro de la utilización de la música”, de la Universidad de Hamburgo, una mayoría abrumadora de los seres humanos escucha música únicamente de manera pasiva, con frecuencia como streaming en el smartphone o en la laptop, mientras que al mismo tiempo realizan otras actividades, como trabajar o hacer deportes. Sólo mientras que van manejando su auto, muchos escuchan de manera consciente, según respondió casi cada tercera persona encuestada en el estudio. Sólo una minoría se dedica de manera intensiva a escuchar música sentado cómodamente en un sillón mientras toma una copa de vino. Por eso no sólo los maestros de la Escuela Musicosophia se han impuesto como objetivo volver a animar a las personas a tener una experiencia musical consciente.
 
Desde 2005 existe el No Music Day, que se festeja el 21 de noviembre de cada año. “No se cantan himnos, en la radio no se transmite música”: así empieza el manifiesto del músico y artista conceptual británico Bill Drummond, iniciador del No Music Day. Pasar un día entero sin música debe volver a dirigir el sentido del oído hacia lo esencial. A veces no es sino la ausencia de algo lo que le devuelve el valor que le corresponde. La revista especializada en música Rolling Stone se atrevió a predecir en 2005: “Quizá la música vuelva a cambiar el mundo algún día, cuando la volvamos a escuchar de manera más consciente.”
 
Ésa es también la esperanza del músico y gestor cultural muniquense Federico Sánchez, quien por esta razón dio inicio a un nuevo formato de presentación: “La idea básica consistió en presentar música de manera similar a como se presentaría una función de cine”, recuerda. El resultado fue “La audición”: desde octubre de 2016 Sánchez invita fuera de la zona urbana, sin seguir un ritmo regular y en lugares que van cambiando, a la presentación de nuevos discos de música. Por lo general se trata de estrenos mundiales, y los discos se tocan completos. Al final de la presentación, los músicos responden las preguntas del público. “Lo que queremos es conservar la integridad del disco”, explica. Y continúa diciendo que las estaciones de radio por lo general tocan un solo título y no transmiten el carácter general de una obra.

Optimizar los espacios de audición

La música moderna y más compleja, es decir, la que se conoce como Música Nueva, desempeña un papel especial. Estas obras rompen con las armonías y las estructuras acostumbradas y por ello no son adecuadas para el consumo rápido, ni siquiera como música de fondo. Muchos consideran que esta música es inaccesible. El director del Festival de Mecklemburgo-Antepomerania, Markus Fein, desarrolló para la Fundación Körber un formato especial para escuchar este tipo de música. En “Escuchar x 2” se toca dos veces en vivo una obra de música contemporánea. Entre ambas presentaciones se sostiene una conversación con los músicos. La idea es desmontar de esta manera las reticencias frente a la Música Nueva. Entretanto este formato se utiliza en muy diferentes salas de concierto tanto dentro como fuera de Alemania, por ejemplo, en la Konzerthaus de Berlín y en el Mozarteum de Salzburgo. Es una invitación a confiar más en los propios oídos.
 
Los Días HIFI en Alemania Central se dedican más bien al aspecto técnico del goce musical consciente, y se realizaron por primera vez en noviembre de 2017. La intención de los organizadores de esta feria anual es ofrecer la mejor reproducción posible de música: sistemas de sonido optimizados para un sonido de altísima calidad. Es claro que esta feria se lleva a cabo, entre otras razones, por el interés comercial de los productores, pero igual puede considerársele como un paso más para una escucha consciente: contra lo que está disponible en masa, con frecuencia con una calidad menor, y a favor del gozo musical de la más alta calidad.
 
Una señal de un creciente interés por un disfrute consciente de la música pueden serlo también los altos números de ventas de discos de vinil, que según la Asociación Federal de la Industria Musical alemana aumentó entre 2007 y 2017 de 8 a 74 millones. Un desarrollo considerable, sobre todo si se toma en cuenta que a fines de la década de 1990 se había declarado la muerte del disco de vinil. Quien se tome el tiempo de poner un disco de vinil, de librarlo del polvo, de limpiar la aguja del tocadiscos con un pincel, de colocar con mucho cuidado el brazo en la posición correcta –para repetir todo esto a más tardar cada 30 minutos– también está listo para el disfrute concentrado y sin límites de la música que escucha. Lo mismo se puede decir de quien asiste a un concierto, pues esto suele ser algo que se planea con antelación.
 

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