Política exterior feminista
Diversidad en lugar de discriminación
En el acuerdo de la coalición de 2021, el gobierno federal de Alemania se declaró a favor de perseguir una política exterior feminista, con lo que se unió a una tendencia global. Además de Alemania, también Suecia, Canadá, Luxemburgo, Francia, México, España, Libia, Chile y Países Bajos habían afirmado que toda su política exterior o partes de ella tendría un enfoque feminista. Sin embargo, ¿qué se entiende por ese enfoque en Alemania y cómo se convierte en praxis política?
De Anna-Katharina Fischer
Contexto histórico
La llegada al mundo de la política exterior feminista se remonta a hace más de cien años: en 1915, más de mil mujeres* provenientes de doce países diferentes se reunieron en el Congreso Internacional de Mujeres de La Haya. Esas activistas estaban insatisfechas con la política exterior y de seguridad de su época, sobre todo tomando en cuenta la Primera Guerra Mundial y sus secuelas. Al final del congreso, publicaron una resolución con veinte puntos y demandas sobre la manera en la que debía pensarse la política exterior para impedir conflictos, lograr una paz duradera y volver más incluyente la política internacional. A pesar de que la resolución de 1915 casi no recibiera atención, sí sentó las bases para los sucesos venideros y para una política exterior y de seguridad con enfoque feminista. Al pasar de los años, los y las feministas continuaron abrevando de las ideas y demandas contenidas en la resolución, y las siguieron desarrollando. Hoy en día, algunas de sus demandas ya se encuentran en la Carta de las Naciones Unidas, en la Agenda 2030 y en tratados a favor de los derechos de las mujeres.¿Qué es la política exterior feminista?
La política exterior feminista critica el statu quo patriarcal de la política exterior y de seguridad, pues tanto ella como la diplomacia tradicionalmente han sido campos dominados por hombres. Pone en tela de juicio esas estructuras y exige que se incluya a las mujeres* y a los grupos marginados (por ejemplo, indígenas, refugiados y personas de la comunidad LGBTQI+) en todos los procesos políticos, económicos y sociales, y que se les haga visibles al interior de ellos. Así, no solo se toma en cuenta la discriminación por género, sino también por origen, orientación sexual y por credo.La política exterior feminista se declara, entre otras cosas, a favor de la igualdad de géneros, el fortalecimiento de los derechos de las mujeres y una mejor defensa de las mujeres* y los grupos marginados. Es común que las mujeres se vean afectadas por la inseguridad de manera distinta que los hombres. El concepto feminista de seguridad es más que la ausencia de guerra; contempla también dimensiones como la protección ante feminicidios y el acceso a comida y servicios médicos. El desarme nuclear y la desmilitarización también forman parte de sus demandas centrales. Su objetivo es la transformación del sistema político, de modo que la política exterior represente los intereses de todos y consiga más seguridad para todos los grupos poblacionales.
© Goethe-Institut Mexiko
La política exterior feminista en Alemania
Luego de que el gobierno federal se declarara a favor de una política exterior feminista en el acuerdo de la coalición de 2021, el servicio exterior, bajo la dirección de la ministra Annalena Baerbock, publicó en marzo de 2023 las pautas para una política exterior feminista alemana. Estas discutían las metas y la ejecución en los ámbitos de la política de paz y seguridad; ayuda humanitaria y gestión de crisis; derechos humanos; clima y energía; economía exterior, y cultura y educación exteriores. A ello se le añaden protocolos y estructuras que deberían convertir el servicio exterior en un organismo más diverso e incluyente.Sus metas se resumen con las "tres R": derechos, representación y recursos (en alemán: Rechte, Repräsentanz und Ressourcen). El punto "derechos" abarca la defensa y el fomento de los derechos de las mujeres* y los grupos vulnerables en todo el mundo. Ahí se incluye, por ejemplo, promover el respeto a los tratados a favor de los derechos de las mujeres a nivel internacional o abolir leyes que impidan que las mujeres* ejerzan los mismos derechos que los hombres. Con el punto "representación", se aspira a la participación y representación igualitaria de las mujeres* en todos los ámbitos de la sociedad y los procesos de toma de decisiones. Eso abarca, entre otras cosas, fortalecer su representación en el Bundestag, en el servicio exterior y también en las organizaciones internacionales y en las negociaciones. Con el punto "recursos" se entiende el acceso igualitario de las mujeres* y los grupos marginados a los recursos personales, financieros y naturales. Esto incluye, por ejemplo, el acceso al mercado laboral y a la educación. Esas tres metas deben perseguirse en todos los ámbitos de la política exterior alemana y ser prioritarios en todas las negociaciones internacionales. Para la política cultural y social, eso significa fomentar la participación de esos grupos en el arte, la cultura, la investigación, la ciencia, la educación y los medios, y fortalecer su visibilidad en esos ámbitos. Al tratarse de institutos culturales alemanes en el extranjero, los Goethe-Institute aplican las "tres R" en su trabajo operativo, por lo que fungen como una suerte de espacios seguros ("safe spaces"). Si queremos fomentar y fortalecer la diversidad en la sociedad, es necesario crear espacios seguros para que también las mujeres* y los grupos marginados puedan expresar su opinión libremente, formar redes y trabajar en conjunto.
© Goethe-Institut Mexiko
Kristina Lunz, "Die Zukunft der Außenpolitik ist feministisch", Econ 2022