Entrevista con Petra Grimm
“Internet no podrá funcionar sin ética.”
Comentarios difamatorios, imágenes impactantes... ¿Nos hacen falta nuevos estándares éticos para el mundo digital? Una entrevista con Petra Grimm, profesora de Ciencias de la Información y directora del Instituto de Ética Digital de Stuttgart.
Sra. Grimm, desde enero de 2014 existe en Alemania el Instituto de Ética Digital, el primero en toda Europa. ¿Tan mal cariz tiene la situación en lo relativo a cómo tratan a los demás los alemanes en la red?
Quizá podría pensarse así si consideramos el actual debate sobre comentarios de odio xenófobo en Facebook y otras redes sociales. Pero, de hecho, no es un problema meramente alemán. Nos encontramos ante un desafío que es una cuestión de principio absoluta: establecer ya para el ámbito digital determinados estándares del trato mutuo tal como los tenemos definidos para el contacto personal y, en el marco de la ética mediática, para los medios clásicos de comunicación de masas.
¿Lo que nos hace falta, pues, es que en la red haya un comportamiento moral?
Cuidado, nuestro objetivo no es difundir preceptos morales. La ética, de hecho, no es lo mismo que la moral. Por ética se entiende una disciplina científica que reflexiona sobre la moral. La moral por sí misma tiende a veces a establecer criterios morales sin fundamentarlos. La ética, por el contrario, intenta siempre argumentar por qué sería deseable determinado estándar. Por supuesto, dentro de la comunidad alemana de Internet se da una intensa pulsión de defender la denominada libertad de la red. Algo absolutamente comprensible, pues, como sabemos, tal libertad está sometida ahora mismo a fuertes presiones. La consecuencia, en cualquier caso, es que una ética digital genera inmediatamente sospechas generalizadas de censura.
Tal como usted lo ve, ¿sería deseable censurar en la red comentarios difamatorios y manifestaciones abiertamente insultantes?
Creo que la cuestión es intentar ponerse de acuerdo en unos estándares éticos determinados. La ética no tiene nada que ver con la censura, sino que es lo que nos da la posibilidad de llegar a algún consenso en un plano de la discusión. Internet sin ética, o sea sin normas de comunicación, no podría funcionar de ninguna manera. Y así lo están reconociendo hoy amplios sectores de la comunidad internauta.
En Alemania han empezado ya a actuar diversos activistas de la red que dejan públicamente en evidencia a los autores de los denominados "comentarios del odio". ¿Qué opinión le merece este intento de defender la ética de la comunicación on line?
Me parece bastante problemático. Para los casos de los que estamos hablando existen disposiciones legales totalmente claras. En la legislación alemana, los casos fundamentados de incitación al odio contra sectores de la población están castigados penalmente. Que proveedores como Facebook tengan, por lo visto, problemas de personal u organizativos a la hora atajar rápidamente casos semejantes no es razón por sí sola, ni mucho menos, por la que nadie deba recurrir entonces a tomarse la justicia por su mano. Pienso que aquí el fin no debería justificar los medios.
Cómo manejar imággenes
Esta discusión ética se da también en relación a imágenes impactantes, por ejemplo la foto de un niño refugiado ahogado, que se ha difundido profusamente por Internet.También aquí la cuestión de que se trata es siempre: ¿tengo autorización y, ante todo, estoy en condiciones para utilizar dichas imágenes para un buen fin? Porque, precisamente, no me parece al respecto que las cuentas cuadren. Es necesario tener siempre claro que las imágenes hacen emocional el asunto. No pueden ser sustituto de la argumentación. Dejando eso a un lado, aquí se está convirtiendo a víctimas en objetos mediáticos, los muertos pierden su dignidad. Y, cuanto más circulen estas imágenes, tanto más grande será también el peligro de insensibilizarse. Llegados a un punto, lo único que queda ahí es pornografía bélica.
¿Qué sabemos de verdad sobre los mecanismos que llevan a semejante manera de desinhibirse al postear fotografías y comentarios?
El factor más importante es, con seguridad, el anonimato. Nos las habemos aquí con un mecanismo psicológico bien investigado; se habla de "miopía empática". Por lo que puede comprobarse, muchas personas, tan pronto están conectadas a Internet, pierden la capacidad de sentir qué efecto ejerce en el interlocutor lo que manifiestan. Y eso, por supuesto, está relacionado ante todo con creerse que no hay que temer consecuencias: a fin de cuentas, el internauta sigue siendo un desconocido.
Diferencias culturales
En los medios de comunicación alemanes se observa también que están apareciendo ya muchos comentarios difamatorios publicados con nombres reales. ¿Tendríamos que repensar la tesis de la desinhibición por el anonimato?No, no lo creo. Lo que tenemos aquí son personas que, por lo que parece, opinan que al manifestarse pueden contar con el respaldo de un amplio número de personas que piensan lo mismo que ellas. No creo tampoco que haya dejado de ser pertinente aquí la teoría de la denominada "espiral de silencio". Según dicha teoría, se abstienen de manifestarse las personas que no coinciden con la opinión mayoritaria. Pero lo que piensan estas personas es que están representando una opinión mayoritaria.
Ya hemos hablado de que muchos proveedores de Internet parecen tener problemas a la hora de borrar comentarios de este tipo. ¿Quizá no se trate tanto de tecnología, sino de diferencias culturales?
En el ámbito público estadounidense quizá la tendencia predominante sea que la libertad de opinión proteja también comentarios que rayan con el nivel mínimo de calidad. Aquí en Alemania, por razones de tipo histórico bien comprensibles, se da una reacción muy sensible tratándose de opiniones del espectro más derechista de la población. Muy otro es el comportamiento en el área de la sexualidad y el erotismo. Aquí aplicamos una actitud muy tolerante, mientras que en los EE.UU. se censura intensamente.