Transgénero
La fuerza de la moda
La moda cumple una función de vanguardia para otros discursos relevantes en el plano social. La moda refleja el tema transgénero y logra que las fronteras entre lo masculino y lo femenino sean menos rígidas.
Cuando bosqueja una colección, William Fan piensa en telas y siluetas, en una combinación de materiales nobles como la seda y la lana y un corte de ropa de trabajo, funcional. No piensa en hombres ni mujeres, pues su estilo no tiene género. Fan diseña camisas clásicas, pantalones, chaquetas y abrigos casuales. La única concesión que hace son los talles, desde XS hasta XL, pues los cuerpos humanos tienen diferentes alturas y anchos.
La vestimenta que pueden usar tanto hombres como mujeres se llama unisex. Durante mucho tiempo ese concepto fue sinónimo de ropa poco sexy y tan deforme que casi cualquier cuerpo entraba en ella. Sin embargo, la idea recobra interés en una época que ya sabe que la oposición entre hombre y mujer no es algo tan natural. Personas que nacieron con características biológicas masculinas pueden sentirse mujeres, y al revés. La dicotomía masculino-femenino no reproduce la realidad sino que es una construcción cultural.
Juego con las identidades
“No le pongo a mi ropa la etiqueta ‘para hombres’ o ‘para mujeres’, eso ya no se corresponde con el espíritu de época”, dice William Fan, que vive en Berlín y Hong Kong y se cuenta entre los mejores diseñadores jóvenes alemanes.Cuando le preguntan si su moda es andrógina, la diseñadora Esther Perbandt, que también vive en Berlín, habla de “gender-bender models” [modelos que transgreden los géneros]. Se trata específicamente del “estar entre”. Para ella la moda es un cambio de identidades. “Es un juego y nadie reclama una pertenencia definida.” En un legendario desfile de su línea Sadak, el diseñador Saša Kovačević hizo subir a la pasarela a hombres vestidos con burkas de colores. Fue el show que más atrajo la atención en la Semana de la Moda de Berlín 2015.
También en la difusión de la moda la oposición entre hombre y mujer se ha vuelto menos rígida. Modelos transgénero forman parte de las campañas de las grandes casas y cadenas y aparecen en las tapas de las revistas más reconocidas. Un momento importante para una aceptación amplia del transgénero se produjo en noviembre de 2016: con Aydan Dowling pudo verse por primera vez a un hombre trans en la cubierta de la edición estadounidense de Men’s Health. Pocos meses después hizo lo propio la edición alemana y puso en la tapa al hombre trans Benjamin Melzer. La mujer trans Andreja Pejic es una supermodelo. En febrero de 2017, la revista Vogue puso en la tapa a la mujer trans brasilera Valentina Sampaio y tituló: “La beaute transgenre”, la belleza transgénero.
Es verdad que también antes hubo modelos transgénero, pero la problemática no estaba tematizada. Por otro lado, la cuestión de la identidad de género no es nueva. En los años setenta David Bowie jugó con la ambigüedad mediante su álter ego Ziggy Stardust, lo mismo que Amanda Lear, Grace Jones y, más recientemente, Conchita Wurst. El desvanecimiento de las identidades de género tiene una larga historia, por ejemplo en la tradición del travestismo y las drag queens.
Disolución de las fronteras de género
A la moda le corresponde un papel principal, al final y al cabo es ella la que nos da los códigos para reconocer, cuando estamos frente a un ser humano vestido, si es hombre o mujer, y es la que nos ayuda a mostrarnos como representantes del otro género. Disfrazarse y confundirse es un material muy utilizado en las comedias, desde Como gustéis de Shakespeare hasta Una Eva y dos Adanes de Billy Wilder.En consecuencia, la moda tiene la capacidad de definir los géneros. Y cumple un papel precursor cuando se trata de disolver sus fronteras. En 2006, Gertrud Lehnert, catedrática de la Universidad de Potsdam, editó con Maria Weilandt el libro Ist Mode queer? Neue Perspektiven der Modeforschung [¿Es la moda queer? Nuevas perspectivas en la investigación de la moda]. Lehnert se dedica desde hace tiempo a estudiar la moda y las fronteras de los géneros. “Lo queer es la subversión consciente e intencional de normas y apariencias”, dice. Y agrega: “Lo queer viene de la comunidad gay y lesbiana y significa vivir fuera de la heteronormatividad, sentirse diferente, producirse de modo diferente y generar imágenes diferentes. En el fondo puede decirse que lo queer es volver inestables los significados, las atribuciones, lo aparentemente natural.”
La moda aborda el tema de la identidad de género de diferentes maneras. Lo hace a su modo juguetón, pasajero y un poco superficial. Y sin embargo, dado que la moda, por su función de vanguardia, es un gran foco de atracción social, es un factor importante para difundir el tema transgénero y lograr más aceptación en la sociedad.