La moda cumple una función de vanguardia para otros discursos relevantes en el plano social. La moda refleja el tema transgénero y logra que las fronteras entre lo masculino y lo femenino sean menos rígidas.
Cuando bosqueja una colección, William Fan piensa en telas y siluetas, en una combinación de materiales nobles como la seda y la lana y un corte de ropa de trabajo, funcional. No piensa en hombres ni mujeres, pues su estilo no tiene género. Fan diseña camisas clásicas, pantalones, chaquetas y abrigos casuales. La única concesión que hace son los talles, desde XS hasta XL, pues los cuerpos humanos tienen diferentes alturas y anchos.
“No le pongo a mi ropa la etiqueta ‘para hombres’ o ‘para mujeres’, eso ya no se corresponde con el espíritu de época”, dice William Fan, que vive en Berlín y Hong Kong y se cuenta entre los mejores diseñadores jóvenes alemanes.
Cuando le preguntan si su moda es andrógina, la diseñadora Esther Perbandt, que también vive en Berlín, habla de “gender-bender models” [modelos que transgreden los géneros]. Se trata específicamente del “estar entre”. Para ella la moda es un cambio de identidades. “Es un juego y nadie reclama una pertenencia definida.” En un legendario desfile de su línea Sadak, el diseñador Saša Kovačević hizo subir a la pasarela a hombres vestidos con burkas de colores. Fue el show que más atrajo la atención en la Semana de la Moda de Berlín 2015.
Es verdad que también antes hubo modelos transgénero, pero la problemática no estaba tematizada. Por otro lado, la cuestión de la identidad de género no es nueva. En los años setenta David Bowie jugó con la ambigüedad mediante su álter ego Ziggy Stardust, lo mismo que Amanda Lear, Grace Jones y, más recientemente, Conchita Wurst. El desvanecimiento de las identidades de género tiene una larga historia, por ejemplo en la tradición del travestismo y las drag queens.
Disolución de las fronteras de género
A la moda le corresponde un papel principal, al final y al cabo es ella la que nos da los códigos para reconocer, cuando estamos frente a un ser humano vestido, si es hombre o mujer, y es la que nos ayuda a mostrarnos como representantes del otro género. Disfrazarse y confundirse es un material muy utilizado en las comedias, desde Como gustéis de Shakespeare hasta Una Eva y dos Adanes de Billy Wilder.
La moda aborda el tema de la identidad de género de diferentes maneras. Lo hace a su modo juguetón, pasajero y un poco superficial. Y sin embargo, dado que la moda, por su función de vanguardia, es un gran foco de atracción social, es un factor importante para difundir el tema transgénero y lograr más aceptación en la sociedad.