En un periodo de doce meses, el ciclo Ciudad, campo, río nos lleva por distintos lugares y regiones de Alemania. La representación de la vida real en Alemania en películas y series se da principalmente en grandes ciudades, como Berlín, Hamburgo, Munich o Colonia. Esta escenografía de la gran ciudad se ha convertido en el set preferido de todo tipo de historias y géneros cinematográficos. Pero no alcanza a abarcar la amplitud de la vida en Alemania con toda su geografía. De hecho, solo el diez por ciento de la población del país vive en las metrópolis ya mencionadas. Una buena parte de la vida del país se desarrolla en muchas ciudades medianas o pequeñas, así como en espacios rurales.
El ciclo Ciudad, campo, río es la contracara de la dominación fílmica que han ejercido las grandes urbes, y nos lleva a un viaje de doce meses a través de regiones subrepresentadas de Alemania. Así, ofrece la oportunidad de analizar las muchas facetas de la representación de la realidad y sus desafíos, así como las diversas preguntas de identidad y de relaciones humanas de sus habitantes. Las películas seleccionadas no solo permiten visualizar la variedad de la creación fílmica alemana, sino que llaman a reflexionar sobre las diversas realidades del territorio. Como inicio de este ciclo, en enero parte con Todos hablan del tiempo (Alle reden übers Wetter) de Annika Pinske, que abandona la gran ciudad con rumbo a la provincia de Mecklenburgo. Este viaje fílmico nos lleva por pintorescas aldeas y bosques, junto a ríos y a animadas ciudades pequeñas. A menudo los escenarios son desconocidos, y despliegan las historias de los lugares y sus habitantes, que a menudo tematizan la dificultad de encajar en la sociedad, la negociación de roles y los conflictos familiares. La relación entre la ciudad y el campo, o las interrogantes de la convivencia son tratadas desde estos contextos específicos y a la vez, constituyen temas universales.