Cultura trimestral
Música clásica en la red
Leipzig y Bonn habían planeado grandes festivales de música para 2020. Sin embargo, con el surgimiento de la pandemia de coronavirus, cundió el silencio: los eventos musicales, grandes y pequeños, deben trasladarse a internet.
De Andreas Platthaus
Tengo una estrecha relación personal con Canadá: mi madrina se mudo allá con su familia, y por eso he visitado varias veces el estado de Ontario y conocido amigxs allá. Algunxs particularmente musicales planeaban venir a Alemania en junio, a la ciudad de Leipzig. ¿Por qué acá? Porque Leipzig está más estrechamente entrelazada con la historia de la música que ninguna otra ciudad alemana: aquí trabajaron varios de los grandes compositores clásicos a lo largo de la historia. A nivel internacional, solo Viena puede robarle el primer puesto.
FESTIVALES ESPLÉNDIDOS PARA BACH Y BEETHOVEN
La aportación más importante de Leipzig a la historia de la música es la obra de Johann Sebastian Bach, quien fungió como director de coro y organista de la Iglesia de Santo Tomás desde 1723 hasta su muerte en 1750, es decir, 27 años. Ese coro, fundado en 1212, es el más antiguo del mundo aún en funciones. Como constantemente debía escribir música nueva para la misa, Bach componía a destajo. A esa etapa creativa le debemos innumerables obras maestras, y el Coro de la Iglesia de Santo Tomás sigue entonando las cantatas de su exdirector todas las semanas. Una vez al año —precisamente en junio— se organiza un gran festival en honor a Bach, en el que se presentan les intérpretes de su música más importantes del mundo: el Bachfest. Ahí querían ir mis conocides canadienses, y yo había quedado de enseñarles la ciudad.-
Cada año se celebra un gran festival en honor a Johann Sebastian Bach en Leipzig, en el que se presentan los intérpretes más importantes de su música: el Bachfest.
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Una de las sedes principales es la Iglesia de Santo Tomás en Leipzig, en la que Bach mismo tr
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Como organista de la Iglesia de Santo Tomás, Bach también fue director de su coro durante 27 años.
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El Coro de la Iglesia de Santo Tomás, fundado a principios del siglo XIII, es el más antiguo del mundo aún en funciones.
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El coro es de vital importancia para el programa del Bachfest.
LA MÚSICA CLÁSICA SE VIO PARTICULARMENTE AFECTADA
Sin embargo, la primera mitad del Beethovenfest tuvo que cancelarse por la pandemia de coronavirus. No es seguro que el resto del programa de aniversario pueda llevarse a cabo en otoño. Bonn sigue aferrada al plan de septiembre, igual que Leipzig siguió creyendo hasta principios de abril que el Bachfest se haría en junio. Sin embargo, aunque estos festivales representen factores importantes de imagen e ingresos para ambas ciudades, el Bachfest se canceló... y me temo que el Beethovenfest sufrirá el mismo destino, pues el público internacional no podrá hacer viajes largos en mucho tiempo.Naturalmente, esos dos magnos eventos no son los únicos sucesos del mundo de la música clásica afectados por los cambios que ha provocado el coronavirus. A causa de su alto número de participantes, incluso en presentaciones pequeñas, la escena de la música clásica se ha visto muy limitada. Eso también se nota en Leipzig, la ciudad de la música clásica, o, más bien, se nota sobre todo aquí.
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Bonn, ciudad natal de Ludwig van Beethoven, se preparó durante mucho tiempo para el 250 aniversario del nacimiento del compositor. El Beethovenfest anual se habría celebrado de forma espléndida en 2020.
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La casa natal del compositor se remodeló y amplió para su jubileo.
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Sin embargo, a diferencia de años anteriores, la Orquesta de Beethoven de Bonn no pudo inaugurar el festival de música clásica de este año en la ópera: la primera mitad del Beethovenfest se canceló debido a la pandemia de coronavirus. La segunda parte está planeada para otoño de 2020.
LOS MOTETES DE BACH Y LA ORQUESTA DE LA GEWANDHAUS QUEDARON MUDoS
Primero, el Coro de la Iglesia de Santo Tomás tuvo que cancelar todos los motetes desde mediados de marzo hasta una fecha aún indefinida. Después, el templo todavía intentó cumplir con las disposiciones oficiales reduciendo el número de asistentes, pero, tras la prohibición de reuniones en toda Alemania, ya no fue posible. Para no tener que renunciar por completo a la música de Bach en su cumpleaños número 335, el 21 de marzo, su sucesor actual como director del coro y organista, Gotthold Schwarz, y los dos organistas lipsienses Ullrich Böhme y Michael Schönheit se reunieron en la Iglesia de Santo Tomás y tocaron ante la cámara un motete reducido (en realidad, un canto coral a varias voces), durante el cual Schwarz fue el único cantor. La grabación se subió a internet como pequeño consuelo para todos los amigos de Bach.De momento, ese ha sido el último motete en la Iglesia de Santo Tomás: el silencio cunde en la ciudad musical de Leipzig. La Orquesta de la Gewandhaus ya tampoco toca. Sin embargo, tenía planes bastante ambiciosos para el Año de Beethoven. Con gran parte de su repertorio dedicado al maestro de la música clásica, está más estrechamente relacionada con él que ninguna otra orquesta. En la temporada de conciertos 1825/1826, cuando el compositor seguía en vida, la Orquesta de la Gewandhaus se atrevió a presentar el ciclo completo de sus nueve sinfonías. Ya en 1808 había tocado por primera vez el Triple concierto, y en 1811 estrenó su quinto concierto para piano. Sin embargo, los conciertos planeados para esta primavera, en los que la música de Beethoven iba a combinarse con la de Felix Mendelssohn Bartholdy —quien fue director de la Orquesta de la Gewandhaus desde 1835 hasta su muerte en 1847—, se han cancelado casi en su totalidad. Está por verse si se presentará el rico programa sinfónico de otoño e invierno, que iba a reflejar el acto pionero de la orquesta en 1825/1826.
¿Qué hace una orquesta en esos casos? Lo mismo que la Iglesia de Santo Tomás: le ofrece música por internet a su público. Pero como las presentaciones multitudinarias sin público también están prohibidas por razones sanitarias, la Orquesta de la Gewandhaus ofrece su rico archivo de conciertos extraordinarios de los últimos años. Cada jueves y viernes, días en los que de hecho habrían sucedido los conciertos normales, se comparten grabaciones antiguas, gratis, durante 24 horas: naturalmente, hay mucho Beethoven, pero también música de Robert Schumann, quien vivió en Leipzig, o de Gustav Mahler, quien fue maestro de capilla de la ópera un par de años, y también escribió aquí su primera sinfonía.
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La Gewandhaus de la ciudad de Leipzig también está cerrada durante la pandemia de coronavirus, y su orquesta ya no toca.
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Los músicos habían estudiado un amplio repertorio para el año de Beethoven, pues la Gewandhaus está estrechamente relacionada con la historia del compositor.
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La orquesta tocó el primer ciclo completo de las nueve sinfonías de Ludwig van Beethoven aún estando en vida el compositor. También estrenó su Triple concierto y su quinto concierto para piano.
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Como las butacas deben quedarse vacías, la Orquesta de la Gewandhaus le ofrece conciertos semanales a su público por internet.
MOMENTOS IMPORTANTES DE LOS AÑOS VENIDEROS: MAHLER, WAGNER Y BEETHOVEN DE NUEVO
La normalidad apenas volverá a la ciudad musical de Leipzig en 2021, cuando regresen los motetes semanales y el Bachfest, y cuando suceda un evento excepcional de la música clásica después de diez años de ausencia: el Mahlerfestival, durante el cual nueve de las mejores orquestas del mundo tocan todas las sinfonías de Mahler durante dos semanas. Un año después, en 2022, incluso habrá un festival aún más pomposo para un compositor lipsiense: durante tres semanas se presentarán las óperas completas de Richard Wagner, nativo de la ciudad, en orden cronológico.La ciudad musical de Leipzig solo puede rezar por que la pandemia de coronavirus ya no alcance a afectar esos magnos eventos. Y Bonn puede consolarse pensando en que el siguiente gran aniversario de Beethoven, por sus doscientos años de muerte, será en apenas siete años. Lxs únicxs desconsoladxs serán mis amigxs canadienses fanáticxs de Bach.