Sasha Waltz
La coreógrafa de ópera
Con un género nuevo, la ópera coreográfica, Sasha Waltz ha hecho historia en la danza. Combinando diversas disciplinas, la ópera coreográfica busca establecer un diálogo entre las diversas ramas y artistas y ampliar así la percepción de los espectadores.
De Romy König
“Disolver lo estático”: la ópera coreográfica
En 1993 Sasha Waltz fundó junto con el director Jochen Sandig la compañía “Sasha Waltz & Guests”, cuyas piezas se ensayaban y solían representarse en el centro cultural Berlinés “Radialsystem V”. Hasta hoy, artistas de diversas disciplinas provenientes de casi treinta países han participado del proyecto. En 2013 la compañía fue nombrada “Embajadora de la Unión Europea”. En su trabajo, Waltz se dedica sobre todo a la creación de coreografías de ópera: Dido y Eneas (2005) fue la primera producción para la cual Waltz combinó música –en general composiciones de ópera clásica–, canto y danza. La idea de la bailarina y coreógrafa formada en Nueva York y Ámsterdam es que las diferentes artes convivan en igualdad de condiciones, disolver lo estático, que alguna vez fue inherente a la ópera. También en los proyectos que siguieron, por ejemplo, en Medea (2007), Romeo y Julieta (2007) o en sus puestas más recientes, Tannhäuser (2014) y Orfeo (2014), los cantantes, los músicos, los bailarines y el coro dieron forma a una obra de arte total.La serie “Diálogos”: más que estudios previos
Cuando Waltz está investigando para una nueva pieza, no es infrecuente que surjan durante el proceso proyectos que ella lleva a escena ya como improvisaciones ya como estudios previos. Así surgió la serie Dialoge (Diálogos): encuentros breves, intensos, en cuyo centro están “el espíritu libre de la improvisación y las ganas de experimentar”. “Hay que juntar a los artistas que, de otro modo, muy probablemente se encontrarían”, dice Waltz. Así no sólo se establece un diálogo entre los artistas, también se amplía la mirada de los espectadores. Sasha realizó la serie Dialoge ’99/II en el Jüdisches Museum de Berlín; con Dialoge – Radiale Systeme, un trabajo previo de la producción de la ópera Medea, su compañía inició el Radialsystem V. El proyecto Dialoge 09 – MAXXI se puso en escena en 2009 para la inauguración del nuevo museo de arte contemporáneo MAXXI de Roma, una espectacular construcción de la famosa arquitecta Zaha Hadid, fallecida en 2016. El mismo año la compañía presentó Dialoge 09 – Neues Museum en el Neues Museum de Berlín.
El diálogo continúa
En los años siguientes, Waltz se dedicó de modo intensivo a coreografías para los collages sonoros que ella misma compone y en los que retoma la estética de sus primeros trabajos. Trabajos como Kreatur (Criatura) (2017), Exodos (Éxodo) (2018) y rauschen (susurrar) (2019) abordaron decididamente temáticas sociopolíticas de actualidad. Entre 2000 y 2004, Waltz fue miembro de la dirección de la Schaubühne am Lehniner Platz y en la temporada de 2019/2020 se hará cargo junto con Johannes Öhmann de la dirección artística del Berliner Staatsballett. Su primer trabajo se llamará Sym-phonie MMXX y es una obra por encargo del compositor austríaco Georg Friedrich Haas. También en este caso Waltz sigue fiel a su idea de vínculo y encuentro: la pieza, así se ha anunciado, “irá adoptando su forma gracias a un diálogo intenso y continuo”.