Una residencia en el extranjero brinda a los artistas la oportunidad de adquirir una valiosa experiencia e inspiración para el desarrollo posterior de su trabajo. Un nuevo entorno y los encuentros con artistas de otra área cultural ofrecen las condiciones ideales para expandir su propia creatividad, inspiran el desarrollo posterior de los procesos artísticos y ayudan a construir una red internacional en el inicio de una carrera mundial.